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Alemania planea rehabilitar y construir búnkeres de guerra

Las ciudades han pedido al Gobierno alemán que invierta en protección civil y rehabilite los 2.000 búnkeres de la época de la Guerra Fría en el país. Imagen: Sina Schuldt/dpa/picture alliance

Las ciudades han pedido al Gobierno alemán que invierta en protección civil y rehabilite los 2.000 búnkeres de la época de la Guerra Fría en el país. Imagen: Sina Schuldt/dpa/picture alliance

Los negocios han ido preocupantemente bien para BSSD Defence, la empresa con sede en Berlín que construye “sistemas de espacios de protección” con fines privados, comerciales y militares. Además de una gama de equipos de seguridad para el hogar, la empresa ofrece de todo, desde “salas de pánico emergentes”, por unos 20.000 euros, hasta búnkeres a gran escala por cerca de 200.000 euros.

Mario Piejde, director técnico de BSSD, dijo que la compañía ha recibido más llamadas de ciudadanos, servicios de bomberos y ayuntamientos en los últimos años. Esta tendencia repuntó durante la pandemia de COVID-19 y fue a más tras el ataque de Rusia a Ucrania en 2022.

“Nadie podía esperar que en Europa se volviera a librar una guerra convencional, pero lamentablemente la historia se repite una y otra vez. Las personas que han estado antes pensando en ello, ahora han empezado a poner en práctica sus planes”, cuenta Piejde.

Y esa tendencia ha llegado hasta los círculos políticos. En una reciente conferencia de ministros del Interior, celebrada a principios de junio en Potsdam, el Ministerio del Interior alemán presentó a sus homólogos un “informe sobre el desarrollo de un concepto moderno de vivienda” para la población alemana.

Ese informe surgió tres meses después de que la Asociación Alemana de Ciudades y Municipios, que representa a los 14.000 ayuntamientos del país, pidiera al Gobierno alemán que invirtiera 10.000 millones de euros, en los próximos 10 años, en protección de civiles, y que los utilizara para rehabilitar los 2.000 búnkeres de la época de la Guerra Fría.

La Oficina Federal de Protección Civil y Asistencia en Casos de Catástrofe (BBK, por sus siglas en alemán) informó a DW que solo 579 de estos búnkeres siguen siendo refugios públicos y en ellos habría espacio para unas 478.000 personas o el 0,56% de la población alemana. Estos búnkeres “no son funcionales ni están listos para su uso” después de que el anterior sistema de refugio fuera abandonado en 2007.

Según la BBK, se está planificando un nuevo concepto de búnker, pero el informe del Gobierno, filtrado a varios medios de comunicación alemanes, decía que proteger a toda la población alemana requeriría la construcción de unos 210.100 búnkeres adicionales, lo que llevaría 25 años y costaría 140.200 millones de euros.

“En los últimos 35 años, se han descuidado las obras destinadas a proteger a la población”, afirma Piejde. Pero reactivar esos refugios debería ser factible, añade.

¿Cuánto protege un búnker?

Hans-Walter Borries, director del Instituto de Estudios Económicos y de Seguridad Firmitas, de la Universidad de Witten, en el oeste de Alemania, coincide en que se ha descuidado gravemente la cuestión de la protección de la población.

Pero él cuestiona hasta qué punto serían realmente útiles los búnkeres, dada la potencial escala de una guerra entre la OTAN y Rusia, si ese fuese realmente el escenario para el que se están preparando. Rusia, por ejemplo, tiene ahora misiles hipersónicos que podrían alcanzar prácticamente en entre 2 y 5 minutos cualquier ciudad europea, desde Kaliningrado.

“No es como en la Segunda Guerra Mundial, cuando las advertencias de los bombarderos que sobrevolaban Hannover hacia Berlín daban a la gente 15 o 20 minutos para encontrar un búnker”, dijo Borries, también coronel de la reserva de la Bundeswehr. “Con los tiempos de reacción actuales, no hay forma de advertir a la población”, afirmó.

El Gobierno alemán reconoce este problema y planea recomendar a los ciudadanos que adquieran materiales de construcción baratos y fácilmente disponibles para construir espacios seguros en sus sótanos para protegerse.

A Borries esto no lo convence, sobre todo teniendo en cuenta que un conflicto de ese tipo podría escalar rápidamente y convertirse en una guerra nuclear, y que las armas nucleares son ahora más destructivas que las utilizadas por Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial.

“El efecto ya no es comparable al de Hiroshima o Nagasaki”, advierte. “Con armas modernas, toda Alemania podría ser aniquilada con diez o doce misiles”, argumenta.

Los búnkeres que pudieran resistir ese tipo de ataque, dijo, tendrían que ser enterrados a miles de metros de profundidad en los Alpes suizos. “Y después ya no querrías volver a salir”, concluyó.

En lugar de invertir miles de millones en la construcción de una red de búnkeres en caso de guerra, Borries sugiere que sería mejor que los Gobiernos invirtieran en lo que llama protección “normal” de la población: sistemas de alerta, también, contra desastres naturales.

“Eso significaría dinero para entrenamiento, ejercicios y equipamiento moderno”, dice y zanja: “Todo eso tendría más sentido que imaginar estos escenarios del fin del mundo, en los que de todos modos no se puede hacer nada”.

Fuente: DW.

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