75 años de la OTAN: los altibajos de la alianza

La alianza ha crecido de sus 12 miembros originales a 32 miembros. Rusia ya no es socio, sino un enemigo. Aquí un vistazo a los hitos y a las crisis más significativas.

El 4 de abril de 1949, diez países europeos, además de Estados Unidos (EE.UU.) y Canadá, firmaron en Washington el Tratado del Atlántico Norte, lo que se considera como el nacimiento de la OTAN.

La alianza militar tenía como objetivo contrarrestar los esfuerzos expansionistas de la Unión Soviética comunista, prevenir el militarismo nacionalista en Europa occidental y al mismo tiempo garantizar la participación a largo plazo de EE.UU. en Europa, cuatro años después del final de la Segunda Guerra Mundial.

En 1945, EE.UU. utilizó sus primeras bombas atómicas contra Japón. En 1949, la Unión Soviética (URSS) detonó su primera bomba atómica. La OTAN está comprometida en tomar represalias masivas. Cualquier ataque en territorio de la OTAN sería respondido con el mayor ataque nuclear posible.

El 9 de mayo de 1955, tras un controvertido debate, la República Federal de Alemania, es decir, la Alemania occidental, se unió a la OTAN. Apenas cinco días después se fundó el Pacto de Varsovia, la alianza militar de Europa del Este, liderada por la Unión Soviética.

El Estado de Alemania oriental, la RDA, formaba parte del Pacto de Varsovia. Alemanes occidentales y orientales se enfrentaron en el “telón de acero” en alianzas diferentes.

De la confrontación a la distensión

La crisis de los misiles cubanos de 1961 llevó a las superpotencias Estados Unidos y la Unión Soviética al borde de una guerra nuclear. Los dirigentes de Moscú cedieron y detuvieron el emplazamiento de armas nucleares en Cuba ante la amenaza de un ataque nuclear por parte del entonces Presidente John F. Kennedy.

La OTAN y el Pacto de Varsovia, conmocionados por esta situación cercana a la guerra y el nuevo enfrentamiento por la construcción del Muro de Berlín en 1961, decidieron adoptar una línea de distensión muy prudente.

La Guerra Fría no debía escalar. Por ello, la OTAN cambió su concepto. A partir de ese momento iba a haber una “respuesta flexible” a un ataque soviético, es decir, acciones militares graduales. Un ataque nuclear era el último recurso como elemento disuasorio.

En 1966 se produjo una semirruptura entre la OTAN y Francia. El presidente Charles de Gaulle insistió en su independencia en las decisiones militares.

Francia abandonó la estructura de mando de la OTAN, pero no la alianza política. La sede de la OTAN tuvo que trasladarse de París a Bruselas. No fue hasta 2009 que Francia volvió plenamente a la alianza militar.

Nueva Guerra Fría, fin del Pacto de Varsovia

En 1979, la Unión Soviética invadió Afganistán y desplegó misiles SS20 de medio alcance con ojivas nucleares en Europa. La OTAN respondió con un polémico rearme interno de misiles de alcance medio.

En 1985, el reformador soviético Mijaíl Gorbachov asumió el cargo más alto de la URSS. Con él, el rumbo de la Unión Soviética cambió radicalmente.

El enfrentamiento entre Occidente y Oriente disminuyó y se pudieron celebrar tratados de desarme. El entonces presidente estadounidense Ronald Reagan (1981 a 1989) pidió a Gorbachov que derribara el Muro de Berlín.

En primer lugar, Polonia salió de la alianza de estados comunistas. En 1989 la RDA colapsó y la Unión Soviética no intervino.

La OTAN se preguntó si una Alemania reunificada debería pertenecer a la alianza militar occidental. La Unión Soviética, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, respondieron afirmativamente a la pregunta. En 1991, el Pacto de Varsovia se disolvió porque los antiguos estados miembros comunistas se separaron de la Unión Soviética.

“Acta fundacional” entre la OTAN y Rusia

En lugar de disolverse, la OTAN, liderada por Estados Unidos, definió que aún era necesario impedir el nacionalismo militarista en Europa y garantizar la democracia y los derechos humanos en el viejo continente. Por su parte, el enemigo, la Unión Soviética, se desintegró.

Con Rusia se buscó un nuevo tipo de asociación estratégica. En 1997, ambas partes firmaron el “Acta Fundacional OTAN-Rusia” en París, en la que Rusia no vetó la expansión oriental y la OTAN garantizó que no estacionaría tropas de forma permanente en los nuevos Estados miembros.

Ya en 1991, cuando se disolvió la Unión Soviética, el presidente ruso Borís Yeltsin se planteó si su país debería unirse a la OTAN. Esta idea fue retomada en el año 2000 por el nuevo presidente ruso Vladímir Putin.

La OTAN intervino en la desintegrada Yugoslavia en la década de 1990 para pacificar las guerras civiles y proteger a Europa de una escalada. En 1995, una fuerza de mantenimiento de la paz IFOR de 60.000 efectivos con mandato de las Naciones Unidas estaba estacionada en Bosnia-Herzegovina.

La emergencia

Después del ataque terrorista el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, la OTAN declaró por primera y única vez hasta la fecha una emergencia de la alianza. Según el artículo 5, todos los miembros de la OTAN ayudarán al país atacado por los medios que consideren apropiados.

La lucha contra el terrorismo mantuvo ocupada a la OTAN durante 20 años. Tras la caída del régimen talibán, una fuerza internacional liderada por la OTAN ingresó a Afganistán para pacificar el país y establecer la democracia.

El plan fracasó estrepitosamente en el verano de 2021. Las últimas tropas internacionales tuvieron que abandonar la capital afgana, Kabul, en circunstancias caóticas, mientras los talibanes volvían al poder.

La OTAN se vio sumida en una grave crisis de reputación. El entonces presidente estadounidense Donald Trump, consideró a la OTAN obsoleta y quiso impulsar un mayor gasto en defensa con más presión sobre los aliados.

Rusia vuelve a ser el enemigo

Desde la invasión rusa de Ucrania, a más tardar el 24 de febrero de 2022, ha quedado claro para la alianza que Rusia es el enemigo y que la defensa nacional volverá a ser la principal tarea de la OTAN, como lo fue cuando se fundó en 1949.

Putin se opone desde 2008 contra la expansión de la OTAN hacia el este. Sin embargo, la alianza prometió este paso a Ucrania y Georgia en abril de 2008, aunque sin fechas concretas.

Putin, que gobierna de forma cada vez más autocrática, se siente vigilado. En 2014, anexó la península ucraniana de Crimea en el Mar Negro y controló a los separatistas rusos en el este de Ucrania.

La OTAN está respondiendo estacionando pequeños “grupos de batalla” en su flanco oriental y aumentando la preparación operativa de una fuerza de reacción. Mientras tanto, la expansión continúa. A la alianza se suman Croacia, Albania, Montenegro y Macedonia del Norte.

Fuente: DW.