Connect with us

Mundo

La política europea ante el dilema del lobo… ¿feroz?

El creciente contacto entre lobos y el hombre, o el ganado, provoca tensiones. Foto: DW.

El creciente contacto entre lobos y el hombre, o el ganado, provoca tensiones. Foto: DW.

Solo en 2023, los lobos han matado varios cientos de piezas de ganado en Alemania. La UE está considerando cambios en las leyes que los protegen.

A los niños les cuentan historias de lobos feroces que merodean por los bosques, se disfrazan de ovejas o abuelas y arrasan las casas para comerse a los cerditos que viven dentro. Aprendemos pronto que los lobos son una oscura amenaza, un símbolo de salvajismo que acecha más allá de la seguridad que dan las urbes.

Aprendemos a temer a los lobos, ya sea a través de fábulas o de la experiencia. Nuestro miedo a los lobos casi los llevó a la extinción en el siglo XIX. Las políticas de erradicación masiva, antes muy extendidas en Europa, diezmaron las poblaciones de lobos.

Los lobos regresaron unos cien años después y, hoy en día, su número crece: alrededor de 17.000 lobos viven en Europa continental y están regresando constantemente a sus tierras ancestrales.

Buenos para los ecosistemas, pero mortales para el ganado

Según la ciencia, los lobos son buenos para los ecosistemas en su conjunto. Estudios realizados en Estados Unidos y Canadá sugieren que los lobos tienen un efecto restaurador en los ecosistemas cuando son reintroducidos en sus hábitats.

Pero no todo el mundo está contento con el regreso de los lobos a Europa. Algunos informes sugieren que los lobos están invadiendo cada vez más la civilización humana, atacando al ganado y, en ocasiones, a los humanos.

Los agricultores de Baja Sajonia, en Alemania, se han llevado la peor parte de estos ataques de lobos. Entre enero y agosto de 2023, los lobos mataron allí a más de 600 animales. Los ataques han llevado a los ganaderos a tomar cartas en el asunto, a menudo cazando lobos ilegalmente.

La UE bajo presión para cambiar las leyes de protección

Las crecientes tensiones han llevado a la Comisión Europea a intervenir, incluyendo a su presidenta, Ursula von der Leyen. La política alemana ha estado en el centro de las discusiones sobre dichos animales desde 2022, cuando un lobo mató a su pony, Dolly. Von der Leyen dio una orden de matar al lobo, pero este logró huir de los cazadores y se cree que anda suelto.

En un comunicado del 4 de septiembre de 2023, Von der Leyen dijo: “La concentración de manadas de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real para el ganado y potencialmente también para los humanos. Insto a las autoridades locales y nacionales a tomar medidas cuando sea necesario. De hecho, la actual legislación de la UE ya les permite hacerlo”.

La Comisión Europea debe ahora decidir si modifica la protección de los lobos dentro de la UE, permitiendo potencialmente derechos de caza de manera más fácil.

Grupos de agricultores y cazadores están presionando para que se reduzcan las leyes de protección de los lobos y se elimine la burocracia cuando solicitan permiso para cazar lobos.

“Es necesario un sacrificio más rápido y eficaz de los lobos que atacan repetidamente a los pastores, así como un método fiable para controlar las poblaciones de lobos”, declaró en agosto Joachim Rukwied, presidente de la Asociación Alemana de Agricultores.

Peligro para la ganadería tradicional

Rukwied afirmó en el mismo comunicado que, si los políticos no abordaban el problema de los lobos, el pastoreo en Alemania desaparecería. “El pastoreo de vacas, ovejas, cabras y caballos será cosa del pasado”, afirmó.

Por su parte, los conservacionistas y los grupos de protección de los animales instan a la Comisión Europea a mantener las leyes de protección del lobo tal como están.

“Los lobos forman parte de la historia evolutiva de los paisajes europeos. Casi los erradicamos una vez, por lo que debemos proteger su lugar en nuestros ecosistemas”, explica a DW Fabien Quétier, experto en conservación de Rewilding Europe.

Restaurando los ecosistemas

A Quétier le preocupa que las medidas para facilitar la caza de lobos tengan un efecto en cadena sobre la fauna europea.

En la década de 1990, la reintroducción de lobos en el Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos ayudó a restaurar los ecosistemas fluviales y forestales. La región había estado plagada de erosión y defoliación debido al aumento de las poblaciones de ciervos y alces.

Los lobos cazaban ciervos y alces y también cambiaron sus pautas de comportamiento para evitar los valles y desfiladeros del Parque Nacional de Yellowstone. Como resultado, la fauna empezó a regenerarse y las plantas, insectos, aves y mamíferos volvieron a aparecer. Incluso redujo la erosión de los ríos.

En Europa, hay evidencia de que la reintroducción de lobos ha generado movimiento entre las presas, lo que disminuye la presión que estas ejercen sobre los cultivos o los árboles jóvenes. “La conclusión es que los lobos ayudan a mantener el equilibrio del ecosistema”, comenta Quétier.

La tarea de la Comisión Europea consiste ahora en estudiar la mejor manera de que lobos y humanos convivan, minimizando los costes para las comunidades rurales.

Fuente: DW.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!