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Cuba: la crisis de la gasolina fustiga a Díaz-Canel días antes de asumir su segundo mandato

El infierno de las colas, desde una bandeja de pollo hasta medicinas, simboliza mejor que nada el quehacer económico del régimen revolucionario.

Colas en una gasolinera de La Habana. Foto: AFP

Colas en una gasolinera de La Habana. Foto: AFP

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, enfrenta su “coronación” por segundo mandato consecutivo por la Asamblea Nacional del Poder Popular sumergido en una aguda crisis energética, que se ha sumado a las tradicionales deficiencias del sistema económico castrista. Desde hace dos semanas, las colas en las gasolineras se han estirado por horas, en paralelo a las enormes filas ante las paradas de transporte público, lo que ha obligado a los cubanos a añadir un nuevo calvario a su vida cotidiana.

El infierno de las colas, desde una bandeja de pollo hasta medicinas, simboliza mejor que nada el quehacer económico del régimen revolucionario.

La gran sorpresa de la actual crisis, que también repercute en el paupérrimo sistema eléctrico nacional (la estatal Unión Eléctrica comunicó el viernes un déficit de casi mil megavatios, uno de los peores del año) es que el sucesor de Raúl Castro no quiso asumir la responsabilidad de la nueva crisis de combustible y señaló, sin citarlo, a quien desde hace más de dos décadas le ha suministrado petróleo contra viento y marea: Venezuela.

“Los países que tienen con nosotros determinados compromisos para suministrarnos gasolina a partir de los convenios que tenemos han estado también en situación energética compleja y no han podido cumplir esos compromisos”, atizó el presidente. Cuba también recibe petróleo ruso y mexicano.

Con la misma parafernalia que utilizaba Fidel Castro para hacer partícipes a sus ciudadanos de las cuentas públicas, Díaz-Canel aseguró que la isla necesita entre 500 y 600 toneladas de gasolina por día, pero que recibe menos de 400. La culpa, por lo tanto, la tienen los “incumplimientos” de los demás y la avería de un barco cargado de diésel al llegar a Santiago de Cuba, lo que no permitió la distribución al resto del país.

Los cubanos no sólo han demostrado su malestar a través de las redes sociales, su habitual muro de las lamentaciones, sino también en las propias gasolineras. “Las personas que pasan horas en las colas merecen respeto y buen trato”, advirtió el mandatario ante los maltratos sufridos por ciudadanos.

Lo peor para todos ellos es que no hay perspectivas de mejora en los próximos días, según reconoció el presidente. “No tenemos claro cómo saldremos de esto”, adelantó Díaz-Canel, cuando el oficialismo prepara la juramentación de los 470 diputados que le votarán de forma unánime.

Las palabras del “hermano revolucionario” han causado asombro en la Venezuela no oficial, que también sufre colas constantes por la gasolina racionada, pese a contar el país criollo con las mayores reservas mundiales de oro negro. “El régimen castrista tiene décadas justificando sus errores y maldades echándole la culpa a los demás. Su argumento preferido han sido las sanciones para explicar su pobreza”, disparó José Antonio Gil Yepes, director de Datanálisis.

El pasado jueves, antes de que el mandatario cubano se justificara ante su país, la candidata a las primarias de la oposición, María Corina Machado, había advertido de que Maduro acababa de enviar otro barco cargado de petróleo para ayudar a su gran aliado. “No hay plata para los salarios de los maestros, ni para pensionados ni para insumos de los hospitales, pero para Cuba, como siempre, sí hay”, adujo la dirigente derechista tras denunciar el envío de 1,8 millones de barriles de combustible, valorados en 100 millones de dólares, “escondidos en un supertanquero llamado Nolan”.

Fuente: El Mundo.

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