Lula viaja a China a fines de marzo y el 28 se reúne con Xi Jinping

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunirá con su par de la República Popular China, Xi Jinping, el 28 de marzo próximo, en el primer viaje del actual mandato del líder sudamericano al mayor socio comercial de su país, dijeron fuentes oficiales.

El equipo de Lula aún discute con el gobierno chino los detalles de la agenda del primer viaje al país asiático tras el regreso del líder del Partido de los Trabajadores (PT) al Gobierno, informó el portal brasileño G1.

El mandatario brasileño visitó China en dos ocasiones durante su anterior gobierno, 2003-2010, y esta vez permanecerá en Beijing durante cuatro días para mantener conversaciones sobre comercio, inversiones y la guerra en Ucrania.

China es el mayor socio comercial de Brasil desde 2009, el año de la segunda visita de Lula a China.

En la agenda de Lula en Beijing estará el nombramiento de un nuevo presidente del Banco Brics del grupo de naciones emergentes líderes Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Su Gobierno propone a la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, destituida en 2016, quien se prevé que integre la comitiva del mandatario brasileño.

Según fuentes del Planalto, el nombre de Rousseff ya ha sido aceptado por otros miembros del BRICS.

Lula, que visitó al presidente estadounidense Joe Biden en la Casa Blanca la semana pasada, tiene la difícil tarea de equilibrar las relaciones con los principales socios comerciales y de inversión de Brasil en un momento de creciente conflicto entre las dos superpotencias.

Lula, que es un defensor de la neutralidad de Brasil en la guerra entre Ucrania y Rusia, dijo que discutirá el conflicto con Xi para avanzar en su propuesta de involucrar a otras naciones en un esfuerzo diplomático para alcanzar una paz negociada.

«Creo que nuestros amigos chinos tienen un papel muy importante (…). Quiero hablar de ello con el presidente Xi Jinping. Es hora de que China se ensucie las manos», dijo el mes pasado durante una visita a Brasilia del canciller alemán, Olaf Scholz.