Connect with us

Mundo

Representantes de EEUU rechazan maniobra de Maduro en organismo electoral venezolano

Nicolás Maduro. Foto: Getty

Nicolás Maduro. Foto: Getty

Los legisladores Mario Díaz-Balart (republicano, representante por el 25.° distrito de Florida) y Debbie Wasserman Schultz (demócrata, representante por el 23.° distrito de Florida), copresidentes del “Caucus para la Democracia en Venezuela” del Congreso de Estados Unidos, rechazaron el jueves 6 la conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) por parte de la dictadura de Nicolás Maduro.

“El régimen de Maduro está intentando aferrarse al poder con una institución ilegítima de su propia creación. El Consejo Nacional Electoral ampliamente rechazado, está lleno de compinches de Maduro elegidos para sellar futuras tomas de poder y corromper aún más las instituciones que alguna vez fueron democráticas en Venezuela. Venezuela debe tener elecciones libres, justas, transparentes y multipartidistas”, afirmaron ambos representantes, quienes con otros colegas de su cámara, y también senadores de los dos grandes partidos políticos norteamericanos, son integrantes de uno de los tantos mecanismos de solidaridad con los luchadores democráticos venezolanos.

Ellos, dentro y fuera de Venezuela están enfrentados muy desigualmente con el régimen neototalitario y narcoterrorista que desde 2013 encabeza Nicolás Maduro, seleccionado ese año por el totalitarismo castrista para suceder al fallecido dictador Hugo Chávez. Este gobernante de origen democrático, entre 1999 y 2013 imperó en su país, abandonando muy pronto sus apariencias democráticas, y ya como líder del bolivarianismo o socialismo siglo XXI terminó convertido en el financiador del régimen comunista de La Habana, el que desde la desaparición de la URSS se había queda sin el estratégico y vital respaldo económico, estratégico y político del Kremlin.

Ya en vida de Chávez la Venezuela bolivarianizada, a costa del hambre de su pueblo, se convirtió en el sostén material del régimen de La Habana, el que a cambio le provee todavía de inteligencia y tropas especiales militares, y maniobras político-diplomáticas en organismos internacionales, para mantenerse todavía en el poder, algo que generalmente se olvida cuando se habla de la brutal crisis humanitaria que padece esta república sudamericana, que incluso ha sido brutalmente señalada por los sucesivos informes sobre terribles violaciones de los derechos humanos de su pueblo (4 de julio de 2019, actualizado el 25 de setiembre de 2020) y nada menos que por la Alta Comisionada de la ONU en esa materia, la ex presidenta chilena Michelle Bachelet.

Ahora bien, regresando a lo de la renovación del CNE, criticado por los representantes Díaz-Balart y Wasserman Schultz, nada menos que Julie Chung, actual subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, dijo muy ambiguamente que su país “apoya una solución integral y negociada a la crisis en Venezuela que aborde todos los aspectos de las condiciones necesarias para unas elecciones libres y justas”. “Depende de los venezolanos decidir si el nuevo Consejo Nacional Electoral contribuye a este fin”, publicó en su cuenta de Twitter.

“Seguimos presionando por cambios fundamentales para elecciones libres y justas incluyendo: levantar prohibiciones a partidos políticos, liberar sin condiciones a presos políticos, invitar a observadores electorales internacionales creíbles y un calendario electoral público”, continuó.

Por su parte, Maduro, dijo el miércoles que el nuevo directorio del Consejo Nacional Electoral fue escogido tras un acuerdo con “todos los sectores de la oposición” y consideró su instalación como un “gran paso” para fortalecer la institucionalidad, pese a que la elección fue duramente criticada.“Fue un acuerdo político, como debe ser, dialogado y negociado con todos los sectores de la oposición, que ha dado un CNE muy fuerte desde el punto de vista de su institucionalidad, con miembros de un gran prestigio profesional, de una gran diversidad”, dijo Maduro en un acto de Gobierno.

Es absolutamente imposible creer en maduro. Es por ello que de inmediato el líder opositor Juan Guaidó considera que el árbitro electoral fue impuesto de forma “unilateral” y que responde a una “estrategia” de Maduro para continuar en el poder. Es trágico, no apenas lamentable que Guaidó tenga razón. Y llama la atención, que el análisis de Guaidó no sea compartido por otros líderes populares antichavistas, como por ejemplo el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles. ¿Cómo es que cree en Maduro este dirigente que tantos testimonios de lucha democrática reciente ha dado en su país y que incluso pudo haber perdido la vida en tales circunstancias?

El nuevo CNE fue escogido el martes por el Parlamento, de mayoría oficialista, y está conformado por tres chavistas y dos opositores.El presidente del órgano es el ex ministro de Cultura en el Gobierno de Hugo Chávez y de Educación Universitaria con Maduro, Pedro Calzadilla; el vicepresidente es el rector de perfil opositor Enrique Márquez.

La Junta Nacional Electoral estará presidida por la oficialista Tania D’Amelio, sancionada por EEUU y la única que repite como rectora, mientras que el líder de la Comisión de Registro Civil y Electoral, será el también chavista Alexis Corredor.El otro integrante del órgano es el opositor Roberto Picón, quien fue asesor de la extinta plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que reunió a todos los partidos adversos a Maduro para las elecciones legislativas de 2015 en las que el antichavismo obtuvo una contundente victoria.

Una vez más, asesorado por la inteligencia castrista (el KGB de La Habana) el criminal presidente Maduro mueve las fichas con tiempo en el CNE para hacer creer que está dispuesto a aceptar una disputa electoral auténticamente democrática. En la historia reciente de la humanidad, la del siglo pasado que presenció los genocidios perpetrados contra sus propios pueblos y otros por los totalitarismos comunistas y nacionalsocialista (este con su apéndice italiano el fascismo italiano) carece de una sola evidencia que demuestre que alguna vez los regímenes totalitarios actuaron de buena fe, en lo interno y en lo externo. ¿Por qué habría que creerle a Maduro?

 

Redacción de El Nacional, con fuentes propias en Venezuela, Cuba y EUA, e Infobae.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!