Connect with us

Mundo

El papa Francisco en Mosul: “La fraternidad es más fuerte que el fratricidio”

es cruel que este pais, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan inhumana, con antiguos lugares de culto destruidos y miles y miles de personas -musulmanes, cristianos, yasidíes y otros- desalojadas por la fuerza o asesinadas», dice el papa. Foto: Vatican News

es cruel que este pais, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan inhumana, con antiguos lugares de culto destruidos y miles y miles de personas -musulmanes, cristianos, yasidíes y otros- desalojadas por la fuerza o asesinadas», dice el papa. Foto: Vatican News

Con el estremecedor retablo de un montón de escombros de las ‘Cuatro Iglesias’ que dan nombre a la plaza, el Papa Francisco rezó en Mosul este domingo por todas las víctimas de la guerra en Irak. La mayor parte de la ciudad sigue en ruinas, y la gran mayoría de los cristianos no han podido regresar, pero el ambiente era de gran fiesta y de alegría familiar, en un domingo soleado, sin que faltaran lágrimas en muchas mejillas. El Papa estaba, a la vez, exhausto del viaje y emocionado por el fortísimo contraste de tragedia y esperanza.

Mosul es la primera etapa de una jornada muy intensa, dedicada a reunirse con los que han sufrido los desastres mortales de la invasión del 2003 y la locura asesina del califato, proclamado en 2014 por un fanático, precisamente en esta ciudad. El arzobispo de Mosul -heredera de la antigua Nínive- ha recibido al Santo Padre con un recuerdo del profeta Jonás, cuya tumba-santuario fue también destruida en los tres años de guerra despiadada y desquiciada.

A continuación, el presidente del Consejo Independiente de las Familias de Mosul, musulmán sunní, ha explicado el modo en que ayuda a todas las familias con independencia de su etnia o religión, y su respaldo «al padre Emmanuel Adel Kallo», más conocido como ‘Abuna Raid’. El joven sacerdote ha tomado la palabra para relatar que «he regresado a Mosul hace tres años, después de la liberación de la ciudad, y los musulmanes me han tratado con enorme respeto y cariño. Me ha visitado el Gran Imán de la Mezquita de Mosul, me han invitado a la ceremonia de la fiesta del nacimiento del Profeta en la mezquita Rashan, en que le leyó el decreto de expulsión de los cristianos en 2014. Era la primera vez que tenían como invitado de honor a un sacerdote cristiano».

Antes de la locura del ‘califato’ los cristianos de Mosul, una ciudad de tradición muy pluralista, sumaban 120.000, mientras que ahora, según el sacerdote «somos setenta familias. Pero vivo en una ciudad donde dos millones de musulmanes me llama ‘Padre Raid’, y realizo mi misión con ellos». Conmovido, el Papa le ha dado las gracias «por haber compartido estos signos que el Espíritu hace florecer en el desierto, y por habernos indicado que es posible esperar en la reconciliación y en una nueva vida».

Una ciudad multicultural

A continuación, Francisco ha mostrado su agradecimiento al presidente sunní del Consejo de Familias, por haber recordado «que la verdadera identidad de esta ciudad es la convivencia armoniosa entre personas de orígenes y culturas diversas». Y por «su invitación a la comunidad cristiana a regresar a Mosul y a asumir el papel vital que le es propio en el proceso de sanación y renovación». Apesadumbrado, Francisco ha añadido que «aquí, en Mosul, las trágicas consecuencias de la guerra y de la hostilidad son demasiado evidentes».

Según el Papa, «es cruel que este pais, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan inhumana, con antiguos lugares de culto destruidos y miles y miles de personas -musulmanes, cristianos, yasidíes y otros- desalojadas por la fuerza o asesinadas». Aun así, delante de la montaña de escombros, Francisco ha subrayado que «hoy, a pesar de todo, reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra».

Esta certeza «habla con voz más elocuente que la voz del odio y de la violencia. Y nunca podrá ser acallada en la sangre derramada por quienes profanan el nombre de Dios recorriendo caminos de destrucción».

Reflexiones y oración

Antes de recitar la oración por todas las víctimas de la guerra «en Mosul, en Irak y en todo el Oriente Medio», el Papa ha presentado unas reflexiones de gran calado: «Si Dios es el Dios de la vida -y lo es- a nosotros no nos es lícito matar a los hermanos en su nombre». «Si Dios es el Dios de la paz -y lo es- a nosotros no nos es lícito hacer la guerra en su nombre. Si Dios es el Dios del amor -y lo es- a nosotros no nos es lícito odiar a los hermanos». Y ha proseguido: «Ahora recemos juntos por todas las víctimas de la guerra. Y recemos también por todos nosotros, para que, más allá de las creencias religiosas, podamos vivir en armonía y en paz, conscientes de que a los ojos de Dios todos somos hermanos y hermanas».

La oración propiamente dicha incluía referencias a al profeta Jonás y la conversión de la antigua ciudad de Nínive, que se remonta al año 6.000 antes de Cristo. Era un fuerte acto de contrición como el de los antiguos ninivitas pues «también nosotros, Señor, mientras te confiamos a las numerosas víctimas del odio del hombre contra el hombre, invocamos tu perdón y suplicamos la gracia de la conversión: Kyrie eleison. Kyrie eleison. Kyrie eleison».

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!