Buzos rescatan del Mar Báltico legendaria máquina “Enigma” de los nazis

Buzos alemanes que recogían redes de pesca abandonadas en la Bahía de Gelting, en el Mar Báltico, el norte de Alemania, hallaron una máquina de cifrado Enigma utilizada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Según informó la agencia noticiosa local DW, los submarinistas pensaron en un principio que se trataba de una vieja máquina de escribir, pero enseguida sospecharon que podría tratarse de un artefacto sofisticado y se comunicaron con las autoridades.

Ulf Ickerodt, jefe de la oficina arqueológica estatal en el estado alemán de Schleswig Holstein, indicó a la agencia DPA que la máquina será restaurada por expertos del museo de arqueología.

Enigma, una de los más legendarios dispositivos de cifrado que se utilizaron hasta los años ´70. Foto: Archivo

El funcionario celebró el hallazgo, argumentando que el hallazgo de tales piezas “son fundamentales porque la etapa histórica a que corresponde amenaza cada vez más con desaparecer de la vista, a medida que el tiempo pasa”.

Según dijo, la restauración, que incluye un complicado proceso de desalinización después de tanto tiempo en el fondo marino, tardará aproximadamente un año.

Hay varias hipótesis de cómo la máquina llegó al fondo de la Bahía de Gelting, pero la más probable es fue arrojada por la borda desde un buque de guerra alemán en los últimos días de la guerra. Los expertos no creen que el Enigma encontrado por los buzos -un modelo de tres rotores- provenga de un submarino, porque éstos llevaban dispositivos más complejos, de cuatro rotores.

La máquina tampoco era un invento salido de las diabólicas maquinaciones de Adolfo Hitler. Había sido patentada en 1918 por la empresa alemana Scherbius & Ritter, cofundada por Arthur Scherbius, que había comprado la patente a un inventor neerlandés. Comenzó a promocionarse en 1923 para uso comercial, pero en 1926 la Armada alemana la adoptó para uso militar y poco después su uso se extendió a las demás fuerzas armadas alemanas.

Revelando el misterio

Durante la guerra, las fuerzas aliadas trabajaron incansablemente para desentrañar los misterios del Enigma de los nazis. Llegaron a disponer de una instalación especial y todo un equipo de matemáticos, físicos, criptógrafos, y hasta expertos en crucigramas, abocados a la tarea de descifrar códigos encriptados que cambiaban todos los días.

El matemático británico Alan Turing, considerado el padre de la informática moderna, y también un hombre perseguido por los mortales prejuicios del mundo de entonces, fue el encargado del equipo que finalmente develó el secreto del Enigma de los nazis en 1941, en Bletchley Park, en Gran Bretaña.

El trabajo de Turing tuvo si se quiere ayuda de los mismos nazis, que en su afanoso culto a líder firmaban muchos de sus mensajes con las letras “HH” (Heil Hitler), que terminó constituyéndose en un punto débil aprovechado por los científicos ingleses.

El U-Boot 505, el submarino nazi capturado por los aliados en el Atlántico para hacerse con su máquina Enigma y su libro de códigos. Foto: US Navy

La historia de Turing y su equipo fue llevada al cine en 2014 bajo el título The Imitation Game, protagonizada por el actor británico Benedict Cumberbatch, nominado al Oscar.

El descubrimiento del cifrado de la máquina Enigma permaneció en secreto hasta finales de los años ’60, cuando los dispositivos de rotores empezaron a ser reemplazados por cifrados basados en ordenadores. En febrero de 2006, y gracias a un programa de traducción de mensajes denominado “Proyecto-M4”, se logró descifrar uno de los últimos mensajes intercambiados por los alemanes antes de su rendición.

Se trata del enviado por un submarino desde el Atlántico, y cuya traducción decía así: “Señal de radio 1132/19. Contenido: Forzados a sumergirnos durante ataque, cargas de profundidad. Última localización enemiga: 8:30h, cuadrícula AJ 9863, 220 grados, 8 millas náuticas. [Estoy] siguiendo [al enemigo]. [El barómetro] cae 14 milibares. NNO 4, visibilidad 10”.