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Unión Europea y China: ¿Socios, oponentes o competidores?

Europa busca su lugar entre Pekín y Washington, entre los derechos humanos y los negocios. Foto: Deutsche Welle.

Europa busca su lugar entre Pekín y Washington, entre los derechos humanos y los negocios. Foto: Deutsche Welle.

La pandemia del coronavirus arruinó los planes de celebrar una cumbre de tres días con los 27 jefes de Estado de la Unión Europea y el presidente chino, Xi Jinping, como punto culminante geopolítico de la presidencia alemana del Consejo de la UE, con la canciller Angela Merkel como anfitriona.

Solo hay una conferencia virtual este lunes con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la actual presidenta rotativa del Consejo, Angela Merkel.

La cancelación de la cumbre a principios de junio, encaja, en realidad, en el panorama político actual. La reputación de China en las capitales europeas se vio muy afectada. La represión masiva de los uigures y en Hong Kong también han provocado protestas en los parlamentos europeos.

China, sistema rival

En Europa hay lugar para un replanteamiento de las relaciones con China. Ya en marzo de 2019, Bruselas se manifestó con respecto al malestar con la política exterior de dicho país y la creciente represión de la libertad de expresión y los derechos humanos. La Comisión de la UE presentó una estrategia europea para China.

Ya en la primera página se puede leer que China no es solo un socio de Europa en la lucha contra el cambio climático ni un competidor económico. Se identifica a China como un “sistema rival” que promueve “modelos alternativos de gobernanza”.

El alto representante de política exterior de la UE, Joseph Borell, volvió a subrayar este aspecto en una entrevista con la revista francesa Le Dimanche a principios de mayo. En ella, el diplomático concluyó que Europa fue “un poco ingenua” en sus relaciones con China, pero que ahora se está adoptando un enfoque más realista.

Con este nuevo planteamiento, Bruselas adoptó en su retórica un tono más rudo, que se puede apreciar en el comunicado de prensa de Charles Michel y Ursula von der Leyen. Michel habló de gran dependencia mutua en la economía, de la cooperación necesaria sobre el cambio climático y el control de pandemias.

No obstante, también afirmó que “tenemos que reconocer que no compartimos los mismos valores, sistemas políticos o enfoques sobre multilateralismo. Nos comprometeremos con una visión clara y asertiva a defender enérgicamente los intereses de la UE y nos mantendremos firmes en nuestros valores”.

Acuerdo de inversión

Se trata sobre todo de llevar a buen puerto el Acuerdo de Inversión Integral, que se lleva negociando durante seis años. Los objetivos: más acceso al mercado y competencia leal, desmantelar las barreras a la inversión, reducir el papel de las empresas estatales y también anclar la sostenibilidad. Sin embargo, para un acuerdo con la UE, según las empresas europeas, China todavía necesita dar pasos más significativos.

Durante una visita a Bruselas en diciembre pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, enfatizó que Europa tiene prioridad en la agenda diplomática de Pekín. Además, presentó el acuerdo de inversión como el proyecto de política económica más importante.

Viaje anti-China

Hace dos semanas, Wang Yi regresó a Europa, después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, visitara varias capitales europeas. Un viaje que la revista alemana de noticias Spiegel calificó de viaje anti-China. El gobierno chino quiere evitar la formación de un frente transatlántico contra su país, cree Lucrezia Poggetti, experta del Mercator Institute for China Studies.

“El gobierno chino está preocupado por la firma de una carta de intención sobre 5G durante la visita de Pompeo a países de Europa. Esto sigue al anuncio del Reino Unido y Francia de que los equipos del fabricante de telecomunicaciones Huawei quedarán fuera de la red hasta 2027 y 2028”, señaló.

Hasta ahora, Europa no encuentra un consenso sobre Huawei. Durante meses, Estados Unidos estuvo ejerciendo más presión sobre sus socios para excluirlo de la expansión de 5G. Washington advierte que el proveedor de equipos de red más grande del mundo puede espiar o sabotear la infraestructura. El gobierno alemán aún no se pronunció sobre el tema.

Sin embargo, en el primer viaje de Wang Yi al extranjero en tiempos de coronavirus, la recepción en Alemania fue más fría de lo que se esperaba. El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, pidió en Berlín que se derogue la Ley de seguridad nacional de Hong Kong y para los uigures, en la provincia noroccidental china de Xinjiang, exigió el despliegue de una misión de observadores de la ONU.

Fuente: dw.com.

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