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¿Qué es la regla del beso de los 6 segundos y por qué puede ayudar a mantener unidas a las parejas?

Foto: Ok diario.

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En el vertiginoso ritmo de la vida moderna, donde las agendas se llenan con compromisos laborales, responsabilidades familiares y actividades personales, las relaciones de pareja suelen quedar en segundo plano. Para muchas parejas, los días pueden convertirse en una sucesión de tareas compartidas y logros en equipo, pero sin momentos de verdadera conexión. En medio de este ajetreo, el Dr. John Gottman y su esposa, la Dra. Julie Schwartz Gottman, proponen una solución sencilla y accesible: el beso de seis segundos.

Este método, conocido como “la regla del beso de los seis segundos”, puede parecer trivial o hasta inusual para algunos, pero tiene una intención profunda. Para los Gottman, terapeutas especializados en relaciones de pareja y cofundadores del reconocido Instituto Gottman, el beso de seis segundos es mucho más que un acto romántico; es una herramienta poderosa de reconexión que busca ayudar a las parejas a recordar, en solo unos segundos, por qué están juntas. Al prolongar el beso a seis segundos, el objetivo es crear un momento de intimidad y cercanía que, con el tiempo, pueda transformarse en un ritual que refuerce el vínculo emocional.

Los estudios de los Gottman revelan que los matrimonios saludables no se construyen necesariamente a través de grandes gestos o decisiones trascendentales, sino mediante pequeños actos de afecto y conexión diaria.

A través de su trabajo, han documentado como gestos tan simples como un beso más largo, un abrazo o una conversación sincera al final del día pueden fortalecer la relación y construir una base de confianza. La regla del beso de seis segundos, aunque sencilla, es una de las recomendaciones prácticas más populares del Instituto, conocida en las redes sociales como un “truco” para mantener la chispa en la relación y reducir los niveles de estrés.

¿Qué es el beso de seis segundos y cómo surgió?

El beso de seis segundos es exactamente lo que su nombre indica: un beso que dure al menos seis segundos. Según Gottman, esta práctica tiene el propósito de crear un momento de conexión en medio de la rutina, un instante de pausa que permita a las parejas mirarse y recordarse mutuamente su compromiso y amor. Pero, ¿por qué seis segundos y no cuatro o diez? Gottman explica que seis segundos es el tiempo necesario para que el cuerpo comience a liberar oxitocina, una hormona relacionada con el amor, la confianza y la conexión emocional.

“Con un beso de seis segundos, estamos promoviendo la secreción de oxitocina, la hormona del amor, que contribuye a crear una sensación de seguridad psicológica y de conexión con la otra persona”, explicó Gottman en una entrevista con Associated Press.

Esta duración no es casual, sino que se basa en sus años de investigación sobre las dinámicas de pareja y la importancia de los pequeños momentos de afecto en la salud emocional de una relación. Otros gestos, como un abrazo de 20 segundos, también pueden fomentar la liberación de oxitocina, proporcionando beneficios similares.

Los beneficios de un beso más largo

El beso de seis segundos se ha convertido en una recomendación popular por su simplicidad y efectividad. Además de liberar oxitocina, ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Este simple gesto puede fomentar un ambiente de mayor calma y empatía, especialmente útil en parejas que lidian con la presión de las demandas laborales y familiares.

Para los Gottman, la rutina diaria puede desgastar la relación si no existen espacios de conexión auténtica. Crear un “ritual de conexión” como el beso de seis segundos permite transformar un simple saludo o despedida en un momento especial, en el que ambos miembros de la pareja se sienten reconocidos y valorados. El Instituto Gottman destaca que este beso puede ser particularmente beneficioso en momentos de transición, como al salir de casa por la mañana o al regresar al final del día, ya que sirve como una “bienvenida” o “despedida” emocional.

Según los expertos, la clave del beso de seis segundos radica en la repetición. Para que el gesto tenga un impacto positivo en la relación, se recomienda practicarlo a diario hasta que se convierta en un hábito. “Los matrimonios más felices son aquellos en los que ambos miembros han creado rutinas de amor y cariño mutuo”, comenta la terapeuta de parejas Kari Rusnak en el sitio web del Instituto Gottman. Un beso que se practica con frecuencia deja de sentirse como una obligación y se convierte en una expresión natural de afecto y deseo de conexión.

El Instituto Gottman sugiere que este tipo de besos también fortalece la “cuenta bancaria emocional” de la relación, un concepto que se refiere al saldo de emociones positivas y negativas entre una pareja. Cada beso, abrazo o palabra de apoyo se suma a esta cuenta emocional, reforzando la base afectiva que, a la larga, permite afrontar mejor los conflictos o dificultades.

¿Cómo empezar a implementar el beso de seis segundos?

Para quienes deseen aplicar esta práctica en su vida diaria, los expertos aconsejan iniciar la conversación con la pareja, explicando los beneficios y la intención de este ejercicio de intimidad. Al hacer de este beso una actividad cotidiana, los miembros de la pareja pueden coordinarse para elegir un momento específico del día, como antes de salir al trabajo o al irse a dormir, para compartir este instante de conexión. Además, los Gottman recomiendan no centrarse en la “duración exacta”, sino en disfrutar el momento y dejar que el beso se sienta auténtico y sincero.

Julie Gottman añade que el beso de seis segundos puede no ser adecuado para todas las parejas, especialmente aquellas que atraviesan conflictos graves. “No vamos a recomendar este tipo de ejercicios a una pareja en crisis hasta que hayan trabajado sus problemas de base, ya que sin confianza, el beso no se sentirá auténtico”, explicó en una entrevista con USA Today.

Para los Gottman, el éxito en una relación no radica en grandes transformaciones, sino en los pequeños detalles que construyen una base sólida de respeto, cariño y confianza. Un simple beso de seis segundos al día puede parecer una práctica insignificante, pero en realidad puede hacer una diferencia notable al crear un espacio para reconectar y recordar el compromiso que ambos comparten. “Queremos que las parejas pasen de la relación ‘administrativa’ a una relación romántica”, insiste Gottman y este sencillo ritual es una manera accesible y efectiva de lograrlo.

Fuente: Infobae.

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