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Las fantasías enriquecedoras de la vida sexual de la pareja

Foto: notiespartano

Foto: notiespartano

POR Sandra Lustgarten
Psicóloga y sexóloga.

En la vida íntima de las parejas, la rutina es una nueva patología que paraliza relaciones y enferma los vínculos. Las parejas pierden el deseo y la emoción por la novedad. En un discurso atento a motivar, estimulando las ganas, se propone la actividad lúdica como modelo innovador a fin de incentivar la creatividad y generar una nueva emoción.

Las parejas tienen muchos prejuicios y miedos con relación a esta forma de incentivar la vida íntima, incursionar en algo desconocido que no tiene resultados evidentes previos, sino después de ejecutarlos resulta ser intimidatorio. Los prejuicios en referencia a la reacción del compañero y el temor profundo hacia la posibilidad de rechazo. Existen expectativas débiles respecto a su funcionalidad, sin embargo, muchas parejas una vez que comienzan a investigar y darse la posibilidad de sumar alternativas sin prejuicios y con el fin de ampliar ese repertorio sexual. Construir un escenario apropiado para que ambos incursionen en diferentes fantasías sería el primer objetivo, donde sucederá,  momentos del día, posibilidades para experiencias diferentes con relación a los tabúes de cada uno. El diálogo es el primer instrumento necesario para definir la performance del juego.

Las fantasías sexuales pueden fracasar por varias razones, y esto no debería delimitar la posibilidad de volver a encararlo con mayor preparación. A veces, la expectativa que se tiene de ellas no coincide con la realidad, lo que puede llevar a desilusión. También puede haber factores como la falta de conexión emocional, la presión para cumplir con ciertos estándares o simplemente que la fantasía no se sienta tan emocionante en la práctica como en la imaginación. A veces uno experimenta una sensación de fracaso cuando piensa que sorprenderá a su compañero y recibe, en cambio, una respuesta negativa o evasiva, o sea que el otro nos devuelve en forma de espejo la aceptación o no y esto es determinante sobre cómo se establecerán las pautas. Es importante recordar que la comunicación abierta con la pareja y la disposición para explorar y adaptarse pueden ayudar a que la experiencia sea más satisfactoria, que no se generen culpas ni se sienta como una obligación.

¿Qué pasa si uno quiere y el otro no?

Cuando uno de los dos desea explorar una fantasía sexual y el otro no, puede ser un desafío. Si bien las posibilidades se limitan hay formas de acordar respecto a lo que molesta sobre determinada puesta en escena y modificarlo para evitar incomodidades o susceptibilidades, el diálogo es la herramienta técnica que facilita el entendimiento, algunas personas no creen en los beneficios y piensan que se sienten ridículos, por eso es necesario expresar claramente cuál es el fin de la fantasía, entendiendo que es solo un juego.

¿Cómo le explico a mi pareja que necesito volar?

Es fundamental abordar la situación con comunicación y empatía. Llamar las cosas por su nombre y explicar sobre lo necesario que resulta abrir el espectro de experiencias, lugares, posiciones, formas, lugares con un fin exploratorio para evitar el aburrimiento o la lejanía, incluso el acostumbramiento. La apatía provoca disfunciones que en rigor no son exclusivamente médicas sino psicológicas.

Hay que hablar directamente de las dudas, evitar que sea una preocupación, no sucumbir a la presión hasta que uno no esté definitivamente seguro de vivir la experiencia, expresar los deseos es un viaje hacia lo desconocido.

Todos tenemos nuestras razones

Todas son justificables, pero hay que aprender a escuchar sin egocentrismo. A veces, el rechazo puede deberse a incomodidades personales, inseguridades o falta de interés en la fantasía específica. También la seguridad juega un aspecto importantísimo, incluso sobre el cuerpo propio, subestimar no es lo ideal, hay que bajar la ansiedad y lograr acuerdos beneficiosos. Puede que haya formas de adaptarse o encontrar un terreno común que funcione para ambos, sin forzar a nadie.

1. Respetar Límites: Es esencial respetar los límites de cada persona. La sexualidad debe ser consensuada y disfrutada por ambas partes.

2. Alternativas: Explorar otras fantasías o prácticas que ambos encuentren más atractivas puede ser una buena solución. La clave es mantener un espacio seguro para que ambos puedan expresar sus deseos y límites sin sentirse presionados.

¿Cuándo las fantasías nos provocan miedo?

Es común que algunas fantasías sexuales provoquen miedo o incomodidad. Esto puede suceder por varias razones:

1. Tabúes y estigmas: Algunas fantasías pueden ir en contra de lo que se considera socialmente aceptable, lo que puede generar miedo al juicio o a la condena.

2. Inseguridades personales: Pueden surgir temores sobre el propio cuerpo, la capacidad para cumplir con la fantasía o el miedo al rechazo.

3. Experiencias pasadas: Si alguien ha tenido experiencias negativas relacionadas con situaciones similares, es natural que se sienta ansioso al explorar fantasías que evocan esos recuerdos.

4. Desconocimiento: La falta de información o comprensión sobre una fantasía específica puede causar miedo a lo desconocido.

5. Preocupaciones sobre consentimiento y seguridad: Algunas fantasías pueden involucrar dinámicas de poder o riesgo, lo que puede hacer que una persona se sienta insegura sobre la capacidad de mantener un entorno consensuado y seguro.

Si alguna fantasía provoca miedo, es importante tomarse el tiempo para reflexionar sobre esos sentimientos. Hablar sobre ellos incluso con un profesional desmitificar esos temores y encontrar formas de abordarlas de forma consensuada.

¿Cuándo se terminan las fantasías que se hace?

Cuando las fantasías sexuales se terminan o disminuyen, es normal sentir cierta inquietud o confusión. Aquí hay algunas opciones sobre cómo manejar esta situación:

1. Reflexionar sobre el cambio: Considera si hay razones específicas detrás de la disminución. A veces, puede estar relacionado con cambios en la vida, el estado emocional o la relación.

2. Explorar nuevas fantasías: Puede ser un buen momento para abrirse a nuevas ideas o explorar fantasías diferentes que tal vez no habías considerado antes.

3. Comunicación: Hablar con tu pareja sobre cómo te sientes puede ayudar. La comunicación abierta puede llevar a una mayor intimidad y a la posibilidad de redescubrir lo que ambos desean.

4. Enfocarse en la conexión: A veces, centrarse en la intimidad emocional y física en lugar de las fantasías puede ser gratificante. Fortalecer la conexión puede reavivar el interés en la exploración sexual.

5. Aceptar el cambio: Es natural que las fantasías cambien con el tiempo. Aceptar esto puede liberar la presión y permitir que surjan nuevas oportunidades.

La fantasía puede aumentar la conexión emocional y física entre las personas al explorar ideas y deseos Cuando se sienten cómodas compartiendo sus deseos, se refuerza la intimidad emocional.

1. Exploración sin tabúes: Las fantasías permiten experimentar con ideas o situaciones que no necesariamente se desean en la vida real, pero que pueden ser estimulantes en la imaginación. Esto amplía la perspectiva de la sexualidad sin tener que comprometer valores personales.

2. Mayor conexión emocional: La fantasía permite a las parejas descubrir y conocer aspectos profundos del otro, como sus deseos y sus gustos. Esta apertura puede fortalecer el vínculo emocional al crear un espacio de autenticidad y comprensión.

3. Mejora de la creatividad y la espontaneidad: Incorporar fantasías puede dar lugar a experiencias nuevas y emocionantes, manteniendo la relación viva y dinámica.

4. Liberación de tensiones y estrés: Al entrar en un mundo de fantasía, se puede dejar de lado el estrés cotidiano y relajarse. Esto no solo mejora el disfrute, sino que también ayuda a mejorar la salud mental y emocional.

Instagram: @sandralustgarten

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