El camino al orgasmo

POR Sandra Lustgarten

Psicóloga y sexóloga.

¿Por qué soñamos las mujeres o fantaseamos con algo que parece inalcanzable? Hace poco recuperamos la esperanza de sentir un placer intenso durante la relación sexual, algo que muchas fingen para no parecer que tienen una enfermedad, o porque temen que el varón no disfrute del coito si no las ven disfrutar. Muchos especialistas han procurado establecer fórmulas en torno a educar a la mujer para que esta se prepare para recibir la estimulación suficiente para sentir. En el trabajo diario se han dado cuenta de que esta disfunción no se relaciona con un problema sexual femenino, sino con un problema claro en la educación sexual de las parejas, la falta de confianza y la mala comunicación entre ellos. Algunas mujeres intentan averiguar métodos que las acerquen a ciertos estilos que sirvan para la seducción, y aunque la propuesta fue cambiando desde juguetes para estimular las zonas erógenas, técnicas para motivar el intercambio lúdico en la pareja, experiencias nuevas para modificar la vida rutinaria y ampliar el conocimiento sobre cómo debe estimularse a la mujer y al hombre, además de innovar con modelos que colaboran con el logro del placer.

Las mujeres que aún no saben reconocer el orgasmo se preocupan por averiguar en qué consiste o cómo se manifiesta; claramente, la forma en que cada mujer experimenta el placer puede ser diferente, de hecho, hay mujeres que relatan que han podido tener varios episodios de éxtasis consecutivos, sumergidas en un placer sin límite. Algunas mujeres cuentan que sienten una sensación muy particular en sus genitales, estos se contraen sin explicación por segundo, el ritmo cardíaco y la respiración se aceleran, la sensación de calor atraviesa el cuerpo y les sucede que pueden sentir que se lubrican, el fluido es desconocido muchas veces, pero no es nada malo ni está sucediendo algo fuera de lo común, esta eyaculación femenina se llama squirting. El clítoris se pone muy sensible y a veces molesta el tacto sobre esta zona cuando resulta reciente al momento álgido de excitación. Los orgasmos no tienen por qué ser siempre iguales, se puede sentir diferente y pueden intervenir distintos factores para que esto suceda. No solo tiene que ver con el compañero sexual, sino también con la química que exista, la forma de estimular, qué zonas erógenas se estimulan y también, obvio que sí, el momento emocional que experimenta la persona en cuestión.

Cuando las mujeres hacen referencia a la dificultad para llegar al orgasmo y se asustan o angustian pensando que son diferentes a otras mujeres, hay que explicarles que puede ser transitorio y ayudarlas a que se conozcan mejor físicamente. No siempre resulta de la falta de deseo hacia el compañero, hay factores intrínsecos que afectan a la mujer, ya sea sus hormonas que se van modificando en las distintas etapas evolutivas, el momento emotivo que atraviesa, la ausencia de educación sexual como una herramienta muy importante, la experiencia sexual que tenga, la salud mental y física, y también por qué no, la influencia de estupefacientes o alcohol que muchas veces desensibiliza al nivel de no sentir la estimulación o de inhibir la sensibilidad. Es muy importante entender que debe existir un clima con el compañero sexual y gran confianza para que el proceso de llegada a la excitación sea más corto. La mujer necesita sentirse comprendida para abrirse y poder dejarse sentir.

Empecé a descubrir la importancia del orgasmo en la mujer que tiene una relación estable, existe mayor presión y se angustia más cuando no sucede, ya que experimenta una gran insatisfacción si no conforma al varón. Sin embargo, algunas mujeres manifiestan que al no tener una relación estable se sienten más livianas a la hora de sentir, se presionan menos, no sienten que tiene obligación en llegar al orgasmo y esta liberación las ayuda a lograr el placer sin culpa, entregándose solo a la experiencia de placer.

Qué más da, si no me toca él, me toco yo

La autoestimulación para algunas mujeres es la magia que buscaban, es que sin perjuicio alguno cuenta como que si ellas se estimulan saben cómo hacerlo y la sensación empieza a sentirse. La experiencia de aprendizaje requiere una concentración mínima y dejar soltar la fantasía, dándose permiso para invitar a que interfieran los deseos más transgresivos sin tener que dar explicaciones. La mente es un órgano sexual muy poderoso, el estímulo es autosuficiente para enriquecer cualquier plan con éxito.

Muchos hombres se sienten atraídos por compartir este momento íntimo femenino como espectadores del goce. El varón tiene mucho por aprender de la forma en que la mujer recorre sus zonas erógenas, dejar que la mujer sea quien lo guie facilita mucho su tarea y puede ser importante para la dinámica sexual de la pareja en un juego erótico sensual.

No hace falta fingir cuando los astros se unen

La química entre dos personas es que los cuerpos hablen el mismo lenguaje, es así como el varón experimenta una sensación placentera cuando siente que la mujer se arrima a su placer, muchas mujeres dicen que fingen para evitar provocar frustración a su pareja, pero ese no es el camino hacia el éxito, cuando algo bloquea alcanzar el placer la pareja debe comunicar lo que está sucediendo en un acto de complicidad para que se puedan descubrir formas de mejorar el clima sexual. A veces solo se trata del escenario, o quizás de una cuestión de rutina, o de posiciones sexuales, tiempos o ritmos.

No hay mal que dure mil años ni pareja que no lo pueda cambiar

En mi experiencia las parejas que hablan de sexo enriquecen su sexualidad de forma notable, existe un espíritu colaborador entre los géneros cuando el problema se transmite, mostrando la vulnerabilidad de cada uno, es cierto que resulta negativo para un vínculo sentirse siempre triunfador y mostrar un perfil narcisista, echar la culpa al otro y cambiar de pareja creyendo que esto asegura el éxito. La vida es más fácil cuando se habla el mismo lenguaje. Hablar el mismo lenguaje erótico asegura el éxito, ya que la pareja se siente en el mismo equipo de trabajo, el fin es lograr el placer de ambos compartiendo experiencias positivas. El encuentro se vuelve una oportunidad para los amantes cuando pueden innovar. Siempre confió en que dejar que cursen las fantasías es una manera de colaborar a que la vida íntima siempre se experimente como un viaje exótico.