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El eco del silencio

Pareja. Foto: CNN.

Pareja. Foto: CNN.

POR Sandra Lustgarten
Psicóloga y sexóloga.

La comunicación es la interacción entre dos o más personas, la misma no se concentra solo en las palabras, sino que es amplia, los gestos, los silencios, las emociones y las conductas forman parte de la misma. Por medio de estas acciones transmitimos y recibimos información. Las personas en general no sabemos codificar los mensajes, pero también es importante aclarar que la gran mayoría decodifica mal muchos de ellos.

Partiendo de este modelo podemos entender lo que sucede en el ámbito de la pareja cuando hay desentendimiento y como esto afecta la intimidad y el funcionamiento sexual entre ellos. Cuando quieren decir una cosa, pero se entiende otra, o cuando se demuestra en los actos algo muy diferente, el deseo se apaga, las emociones se vuelven contradictorias y el amor se transforma en miedo.

Quizás solo se trata de no saber elegir el momento adecuado para transmitir algo que se está sintiendo o para establecer acuerdos. Las parejas se enojan y se sienten desoídas, o se angustian porque esperan otro tipo de respuesta, también muchas se acomodan a un estilo que en apariencia parecería funcionar, pero en lo concreto y real no provoca más que apatía o distancia.

Poder leer los silencios que nos quiebran es entender que ese silencio tiene otra connotación y que tal vez se utiliza como un arma, sin evaluar la dimensión del daño que ocasiona. Y es que la palabra, más allá de posicionarse en una relación estableciendo un vínculo, viene a dar cuenta de un significante muy importante que tiene que ver ,con otorgar al otro un valor o una presencia mayor, un respeto y un sentimiento. El canal de la comunicación es ese túnel por el que viajamos y llegamos al otro, nos acercamos o alejamos y establecemos un modelo que va a ser el formato del vínculo que iremos a sostener en el tiempo.

No solo las palabras duelen o pueden tener un significado hiriente, las actitudes se despliegan con tanta intensidad cuando vienen a desestimar, se viven en forma indiferente y toman fuerza como si representasen la palabra más hiriente. Al modo de ejemplo, al darte vuelta en la cama, conducta que puede ser una dañina y representar un tipo de agresión o una mala palabra.

Diversos estudios han comprobado y demuestran que cuando algo obstruye el canal de comunicación de la pareja, eso repercute con intensidad en el deseo de acercamiento de esta manera la pareja comienza a incluir conductas en su comunicación evasivas que distancian provocando una cadena de desencuentros. En la consulta muchas mujeres hablan de las actitudes violentas, una de las causas más comunes del desamor, básicamente cuando en una pareja deja de estar la comunicación cariñosa, el espacio para poder decir al otro lo que se siente y lo que se implanta en el seno de esa relación, de ese modo “la indiferencia” amenaza la identidad del otro, haciendo de las emociones una carga negativa, provocando sentimientos de abandono y es así porque la indiferencia anula al otro. La comunicación es la base esencial en una relación, es el pilar de la confianza y del respeto, cuando la persona con quien entablamos una comunicación te ignora, algo se rompe, se quiebra, hay un fantasma que se crea en ese vínculo que desvirtúa los pensamientos, provocando una sensación de incertidumbre y angustia. Un modelo de tipo violento, ya que la indiferencia duele al negar la existencia.

La importancia de enriquecer el vínculo: “Si me amás, mirame”

Que existen personas narcisistas es cierto, y muchas veces esas personalidades se encuentran encubiertas, una máscara o un disfraz hace que el encanto nos arrime con una mera ilusión a sus brazos; sin embargo, con el tiempo descubrimos la falta de empatía y la postura egoísta que solo alimenta su ego. Cuando existen personas que se aman solo a sí mismas, no hay lugar para otro.

Lo más importante en este juego de palabras que intentan interpretar conductas, que desatan maneras de vincularse o de aferrarse a otras personas, es saber ante todo identificar nuestros sentimientos para poder controlar las emociones que estos despiertan. Y es así como, “quizá te puedo decir algo fundamental para mí y cuando la palabra no es la indicada o la manera en que lo expreso te resultara hiriente, entonces seguramente desate la conducta inesperada que como una cachetada venga a pegar en mi alma”. El enojo es una reacción colectiva que se descubre en esos casos en que esperando otra palabra llega una inadecuada para ese momento.

La asertividad como base de una relación, el respeto del otro hacia las cosas que nos importan, así de ese modo se establece acuerdos o pactos y se mantienen estables en el tiempo. Sin ser amenazados por cambios o sin mediar riesgos de que se transformen en malos hábitos.

Y si dejamos que nos abracen las ideas superadoras: “Tratame como te gustaría que te trate a vos”

Los vínculos son la mejor escuela para definirnos como personas, si demandamos buen trato debemos ser consecuentes con lo que pedimos, de esa forma el respeto es parte de la comunicación, y podemos vincularnos sin herirnos y aprender de ese modelo en donde lo que prima es la empatía.

Si no nos escuchamos o no dejamos que el otro diga lo que piensa, si nos distanciamos o ignoramos las emociones ajenas, lastimamos, alejamos, y agredimos la buena fe. Cuando nos lastiman físicamente nos duele, cuando uno de los miembros ignora al otro lo descalifica, le quita importancia, este sentimiento es tan negativo que en muchas personas ha logrado provocar reacciones somáticas importantes o enfermedades graves. Cuando las palabras se pierden, cuando el lenguaje se interrumpe, cuando no hay un receptor, entonces se derrumban los proyectos que no tienen asidero posible.

Intento transmitir a mis pacientes que existe una manera de evitar que te hieran y es la distancia, cuando el otro no te valora o cuando te evita o no te escucha, la única manera de evitar el dolor es correrse. La buena comunicación hace que una relación sea sólida, refuerza los vínculos, alimenta el amor, da lugar a la sobrevaloración.

Ser no es suponer

No hay una verdad única, todos podemos tener una idea preconcebida, algunos podemos cambiar o modificar esa idea a lo largo de la vida, lo cierto es que a veces creemos que el otro debiera responder como nosotros, esperamos y en la espera eterna nos des-encontramos; sin embargo, el lenguaje tiene tantas dimensiones que una palabra puede tener distintos significados y eso nos devuelve la esperanza por un momento, siempre y cuando exista un buen vínculo que mejore su lectura sin duda cada día.

Instagram: @sandralustgarten

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