Volver con mi ex no es como la primera vez

POR Sandra Lustgarten

Psicóloga y sexóloga.

¿Estoy preparado para volver a esa relación?, así me expresa su inquietud Juan, de 35 años. Separarse conlleva un trauma y no siempre la distancia ayuda a resolver esas cuestiones de la pareja que quedaron sin tratar y que se convierten en facturas eternas.

La distancia a veces es el punto donde convergen los sentimientos de ambos, aprender a vivir sin el otro y desacostumbrarse, según muchos, que en su experiencia las crisis permanentes son el motivo de unión. “Sé que estar cerca de ella es un martirio, dice Juan, pero lejos de ella es mayor el sufrimiento”.

Hay amores muy intensos, tanto que a veces no pueden controlar la posesión y esto es uno de los factores que provoca el quiebre en la relación. El miedo a la soledad, suele ser uno de los motivos que más aflige a las personas que deciden separarse, no saber cómo encaminar sus vidas, no poder dar rienda suelta a sus emociones, cuando quieren transitar un camino nuevo, quedar apegados a un vínculo dañino. Las mujeres sin duda son las que manifiestan por sobre todo su preocupación sobre quedarse solas.

Hacer el duelo, es un trabajo arduo y doloroso

En los primeros tiempos aparecen sensaciones encontradas, la extrañeza hace que uno empiece a minimizar los hechos que provocaron la ruptura y magnificar conductas negativas, que hacen mal a la pareja, y que antes se entendían como naturales en un vínculo donde ese modelo en apariencia funcionaba, el sentimiento de culpa se manifiesta dando cuenta que quizá si uno hubiera hecho otra cosa diferente, no habrían llegado a esa situación de controversia. A esto se lo conoce como la fase del arrepentimiento y la culpa.

Cuando la violencia es parte del vínculo

En algunas relaciones se establece un modelo de vínculo violento que hace que queden atrapados en la excitación que les produce el aumento de niveles de hormonas como la adrenalina, y el cortisol, algunas personas declaran que la pelea los excita. Algunas actitudes se vuelven naturales en el tiempo, y se confunde lo que debe ser normal con lo que no lo es. Para la pareja del agresor, se normaliza esto en el vínculo y se repiten conductas que instrumentan otros mecanismos, por ejemplo: algunos maridos que negocian el afecto y que con un regalo cambian el clima. En estos casos las mujeres que han recibido violencia y manipulación, y que sienten el control en sus vidas permanentemente, relatan muy bien este fenómeno, después de la pelea, viene la culpa intentando recuperar la pareja utilizan presentes o regalos hasta que termino siendo convencida de nuevo y me autoengaño pensando que en realidad me quiere. Creen que viven en un vínculo engañoso aceptando la mentira y quedando entrampada en la relación. Normalizan la enfermedad y naturalizan el vínculo.

Cuando uno es protagonista de una relación violenta

Algunos sentimientos inevitables giran en torno al miedo, a la angustia, al temor de escapar. La persona sometida a la violencia termina protegiendo a su pareja. La creencia de que eso va a cambiar, las excusas, o tratar de minimizar los exabruptos, lo que implica un verdadero error, es una agonía, es un tormento.

No SOY yo, SOS vos

Creer lo que te dicen, ese fantasma que existe en nuestro pensamiento que atormenta, bajo creencias moralistas aprendidas en la infancia, con un mensaje en formato que las mujeres deben aguantar. Estas personas se encuentran en la encrucijada de tener que decidir, ¿Me quedo o me voy? La escuela materna solo enseñó que una mujer debe ser tolerante y que hay que mantener la familia sea como sea. La violencia es un modelo difícil de cambiar, las parejas muchas veces en intentar el diálogo, pero nadie se hace cargo de buscar cuál es el motivo que los lleva a guerra, entonces por más que exista la idea de compromiso en la relación, no hay forma que perdure la relación sin ayuda externa a través de un tratamiento psicoterapéutico.

Esta forma de manejar el conflicto y quedarse en el mismo lugar, solo provoca malestar, insatisfacción, evasión, miedo, angustia y en muchos casos somatización. El sufrimiento que padecen es innecesario, enfermando el núcleo familiar. Hay situaciones conflictivas que van escalando niveles indescriptibles, hasta llegar a niveles de agresión lindantes con la muerte. Las mujeres que son víctimas de estas amenazas terminan aceptando condiciones que no llevan a buen puerto, en la creencia que todo va a mejorar solo advierten que la situación empeora cada vez más y cuando deciden salir y toman coraje para terminar el calvario, solo lo logran con tratamientos especializados y medicamentoso algunas quedan tan marcadas por este tipo de vínculo dañino que finalmente dejan de tener intimidad sexual, ya no pueden sentir satisfacciones en sus vidas.

Estableciendo acuerdos con los desacuerdos

Las parejas que son más conscientes de la repercusión emocional que tiene este tipo de parejas, provocados por relaciones violentas, no pueden lograr acuerdos que sean considerados en el tiempo, con un compromiso formal, y que los lleven al equilibrio en la relación. Solo quienes tocan fondo piden ayuda, a veces cuando la situación está fuera de control, empiezan los golpes, daños físicos que impacta en el dolor psíquico.

¿Cuáles son los mensajes que te hacen decidir volver con tu ex?

Pensar que cambió, dice una paciente, verlo más tolerante, me acompaña más, se volvió participativo, colaborador, cariñoso, romántico, acepta que ha cometido errores, pide disculpas, se comprometió con el cambio, estas son algunas de las condiciones que muchas evalúan a la hora de volver. Y esto sucede en el 85 % de las parejas que se separan, lo que no implica que esto mismo suceda en la vida real, y no solo quede en un producto de la imaginación. Si bien la comunicación es un elemento esencial para revisar aspectos que disgustan y poder lograr acuerdos, el respeto es una condición primordial y el tiempo que cada quien necesita para lograr los cambios. Aprender a vivir con otra persona no es sencillo, cada uno trae un modelo diferente y ensamblarse en parejas que vienen también de vínculos con hijos, exige mayor conciencia de realidad y compromiso con uno mismo y con el otro.

Hay parejas que vuelven y se separan infinidad de veces y este tipo de mecanismo solo hace que la familia se desestructure, tenga problemas en la convivencia y se generen síntomas, el aprendizaje debe servir para algo, así como también entender que el sufrimiento hace que las personas maduren y puedan aprender de las perdidas.

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