El miedo al sexo durante el embarazo

POR Sandra Lustgarten

Psicóloga y sexóloga

Mitos y tabúes que acompañan la falta de educación sexual

-Estar embarazados es símbolo de falta de deseo.
-Si tenés sexo durante el embarazo, el bebe puede sentirlo.
-La reproducción no admite tener deseos sexuales.
-Las mujeres solo deben concebir.
-Si estás embarazada, no podés sentir placer.
-Después de cierto mes es peligroso tener sexo.

¿Hasta qué mes puede tener sexo una embarazada?

Las incertidumbres que tiene la sexualidad de la embarazada no pueden ocultarse o taparse para evitar entrar en un terreno personal. El médico debe saber sobre la forma en que debe incursionar en estos temas con la pareja y por sobre todo cómo dialogar con la futura mamá, para que pierda los miedos y para conocer aquellas situaciones reales que pueden provocar un daño al feto. Transitar esa etapa implica una sabiduría única y una comprensión inmensa sobre la naturaleza del embarazo.

La tocofobia es una forma de ejemplificar el miedo al embarazo, es un miedo patológico y extremo, y de índole irracional, que se extiende al parto, producto del desconocimiento y falta de información, se experimenta con angustia y una gran inseguridad. Los miedos deben trabajarse, llegando a un punto de reflexión en donde la apertura al diálogo anime a la mujer embarazada a vivir esta etapa con mayor felicidad. Evitar aquellas fantasías perjudiciales, que afectan también al varón y las que él no puede o no sabe sobrellevar, la pareja suele sentirse alarmada con los síntomas que provocan las fantasías tremendistas en la mujer, y muchas veces aunque pretendan ser un apoyo, al carecer de información se suman al problema.

Otro tema muy común es acerca de los hombres que se sienten incómodos en cuanto a la sexualidad durante el embarazo, una fantasía muy común es creer que el bebé puede sentir los orgasmos o puede darse cuenta del placer femenino. Algunos varones temen que ciertas posiciones provoquen algún daño en el feto, en algunos casos quienes han temido que el bebé pueda sentir el miembro dentro de la cavidad intrauterina. El problema más serio en estos casos es la falta de información en los padres primerizos que desconocen los datos sobre reproducción.

El 3% de las mujeres siente pánico en cuanto a embarazarse, y se observa que esta preocupación provoca una respuesta típica que es la ansiedad, factor determinante que impacta sobre la gestación, el estado de ánimo de la mujer es fundamental para determinar la finalización del embarazo en forma normal, la mujer se siente responsable en forma exclusiva y en observancia continua de qué come, cómo duerme, sus estados emocionales, sus cambios anímicos y su vivencia sobre la transformación que experimenta su cuerpo.

La imagen que cambia y cómo cree que la perciben los demás es fundamental para evitar estados de ánimo depresivos. Muchas mujeres no están preparadas para vivir otro, de repente se encuentran con que se sienten sumamente gordas, o se ven afeadas, sienten miedo de no recuperar su cuerpo, esto las enoja y les provoca una conducta de aislamiento, la depresión por un cuerpo desconocido que se representa con ansiedades, y problemas emocionales, miedo o preocupación a perder el atractivo, no reconocerse, y estados emocionales que cambian su visión del mundo en un futuro cercano. Los celos y la competitividad se encargan de ir jugando un rol bastante preponderante, cambiando la vivencia del embarazo.

Lo popular es creer que el embarazo es una odisea, sin embargo…

Nada más fuera de lo real, el embarazo provoca muchas sensaciones irreconocibles, traumas, angustias, miedos, aislamiento, y conductas fuera de lo normal. Muchos hombres relatan que tienen una sensación de arrepentimiento posterior a saberse embarazados, porque su pareja cambió y no la reconocen. Hay mujeres que son hipocondriacas y viven el embarazo con excesiva preocupación, como si todo fuera una amenaza para ellas y su bebé, mujeres que tienen miedo de que el bebé no sea sano, y miedos que trasladan a experiencias vividas o historias de terceros que las afectan.

Algunas parejas evitan el sexo durante el embarazo a fin de resguardar la salud del bebé, hay mujeres que se vuelven muy sexuadas durante el embarazo porque no temen quedar embarazadas, entonces se relajan, sintiendo que pueden disfrutar de la sexualidad sin preocupaciones; sin embargo, suelen contar que sus parejas no quieren tener sexo porque temen lastimar al bebé o les preocupa que el bebé pueda sentir la relación.

Asimismo, es complicado para algunos papás dar seguridad y confianza a su pareja; muchas veces sienten una gran presión por la responsabilidad que impacta en el vínculo que puedan establecer con la pareja embarazada. La culpa, entonces, es muchas veces un argumento para conseguir algunos caprichos, sin duda que aquellos varones que se sienten estresados y provocan discusiones o estallan en depresiones, luego se sienten culpables, o responsables de las consecuencias. “¿Será que le haré mal al bebé si me enojo?, esto de ser padres, me toca a mí también”, decía un papá joven que en terapia se encontraba con un cúmulo de ansiedades frente a cómo manejar cuestiones relacionadas con la nueva vida de ser padres, que su pareja ya no lo quiera de la misma manera, o que no lo incluya. La fantasía de perder el lugar de privilegio en la pareja. El reclamo es semejante al que un niño le hace a su madre porque besa a un hermanito, y sin duda es porque no logran incluirse en ese vínculo mamá-bebé, sintiendo que quedan totalmente excluidos, durante el embarazo, el temor de los hombres es la no inclusión por eso actualmente muchos especialistas, parteras y obstetras intentan involucrar más a los papás por medio de mayor participación y en un entrenamiento preparto conjunto, los ayudan a sentirse útil y a colaborar con los ejercicios ideales para mejorar las condiciones del parto.

Algunas parejas no logran entender por qué viven tantos cambios de humor, sienten que pasan fácilmente de la angustia a la euforia, de la depresión a la alegría. Las hormonas son las responsables de los cambios de carácter, pero también hay otros factores que juegan un rol preponderante, entre ellos, el hecho de poder educarse más sobre aquellas situaciones que despiertan temores, y respecto a los riesgos verdaderos del embarazo. Destruir los mitos y tabúes que hacen que la vida reproductiva sea experimentada como un hecho que tiene consecuencias nocivas para la intimidad, la seguridad, la estabilidad de la pareja y que se viva como una real amenaza para el vínculo emocional de una pareja. Si bien el embarazo no es la mejor de las situaciones para muchas parejas, educándose mejor se puede vivir con mayor placer, pudiendo manejar los cambios psicológicos, enfrentando los miedos, viviéndolo como normal, sin prejuicios, y hasta la vida íntima como una experiencia sexual diferente y por qué no más placentera.

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