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Visitar a tu abuela una vez al mes puede aumentar su esperanza de vida

Un estudio basado en 400.000 personas asegura que las personas mayores que reciben visitas de familiares y amigos frecuentemente tienen un 39% menos de posibilidades de morir.

Ahora que llegar a los 100 años es mucho más común que hace una década, al menos en varios países de Europa, el secreto de la longevidad despierta todavía más interés. ¿Qué factores son determinantes para tener una vida larga? La esperanza de vida en muchos países está situada en los 83 años, pero cada vez son más los que llegan a cumplir un siglo. De hecho, en los últimos 10 años han aumentado un 76% y había un total de 19.639 mujeres y hombres centenarios, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística de España (INE), de enero de 2022.

Ahora, un estudio chino sugiere que la socialización frecuente se relaciona con una vida más larga de las personas mayores y una actividad social diaria les aporta múltiples beneficios. Es decir, verse con gente, charlar un rato, dar un paseo con amigos o echar la partida ayudará a vivir más y mejor.

La investigación está publicada en el Journal of Epidemiology & Community Health y se basa en el estudio de los casos de más de 28.000 chinos. Ante la previsión de que la población de más de 60 años se duplique en las próximas tres décadas, se está prestando especial atención al concepto de envejecimiento activo o exitoso, puesto que parece determinante en la longevidad.

Universidad de Glasgow

“Hay diferentes tipos de soledad y diferentes tipos de aislamiento”, explica el profesor de la Universidad de Glasgow, Harmish Foster, que también participó en un estudio sobre la expectativa de vida. En esta ocasión analizaron varios. Vieron que la soledad subjetiva es menos letal que el aislamiento social (objetivo), pero que, combinados, son fatales. Entre los factores que determinan lo aislada que puede sentirse una persona están el participar o no en actividades grupales, el vivir solo o acompañado y el recibir la visita de amigos y familia. Cada uno de estos tres factores se asoció con un mayor riesgo de muerte, pero en particular, destacó el de las personas que afirmaron no recibir nunca visitas.

Preguntado sobre los motivos que pueden explicar este efecto protector de los seres queridos, los investigadores se limitan a teorizar. “Nuestro estudio no responde a esto directamente, pero puede que los amigos y la familia ofrezcan un nivel particular de apoyo a las personas y les ayuden a acceder a los servicios sanitarios”, señaló Foster.

También hay un vínculo con el comportamiento, las personas socialmente aisladas tienen comportamientos más insalubres como el tabaquismo o el consumo elevado de alcohol. Eliminan o difuminan los hábitos saludables como hacer ejercicio, mantener un horario y dormir más de siete horas al día. El caso de María, con horarios deslavazados y una rutina sedentaria, podría ejemplificar perfectamente este efecto.

Fuente: El País.

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