Lifestyle
Como descubrir a mi media naranja
Pareja. Foto: Clarín.
Formar una pareja suele ser todo un desafío en nuestra época, las tendencias marcan una liberalidad que obliga a elegir un camino poco tradicional, acondicionarnos a los modelos actuales implica distorsionar los mensajes sobre el significado de “la pareja” que recibimos, de los acuerdos tácitos para establecer un tipo de vínculo ajeno al modelo tradicional, yendo en contra de preceptos antiguos, que hoy están de moda.
Estas nuevas tendencias traen consecuencias en la vida emocional de los amantes, adaptarnos a estos nuevos modelos para equilibrar los mensajes sobre cómo debe ser una pareja en la actualidad incursionando en nuevos desafíos no es fácil, en primer lugar es fundamental dar importancia a la comunicación en la pareja, poner todo sobre la mesa, desmenuzar los pro y contra de las nuevas tendencias y de cómo implementarlas, de las consecuencias de experimentar formas nuevas de sobrellevar vínculos cuando aún no se está mentalmente preparados para esta modernización del vínculo. En algunos casos ir a favor de la corriente no es la idea. Tal es el caso de, por ejemplo, decir: “seamos una pareja swinger”, “permitamos vínculos libres”, “o seamos consecuentes con lo que deseamos”.
Hoy las parejas sufren deterioros en la relación por no dejar en claro cuestiones que hacen a cómo se modifican los acuerdos, digamos sobre ¿qué está permitido y que no?, ¿y por qué no? No basta con hacerse el moderno, sino que esto debe ser aceptado internamente, o sea, antes de llegar a estos acuerdos hay que conocerse muy bien a uno mismo y saber si se puede sostener el compromiso en el tiempo.
Las abuelas de ayer ya no son las abuelas de hoy
Los cambios han modificado la historia de muchas familias, la herencia recibida sobre el amor que se transmite en el tiempo, los éxitos y fracasos, todo lo que se recibe de nuestros padres ha marcado muchas historias de vida, algunas parejas en el consultorio relatan cuando abren su corazón que no quieren repetir fracasos, pérdidas, equívocos. Muchas parejas sin duda afectadas por infidelidades que fisuraron vínculos y dejaron traumas. Así es como los adultos de hoy tienen una historia amorosa que ha dañado la esperanza de tener vínculos sanos y estables en el tiempo.
Una de las causas de las tasas de divorcios en la actualidad es la desconfianza, la vida en común con otra persona requiere un contrato de convivencia, una formalidad que en la actualidad es difícil de conseguir. Muchas son las causas por las cuales hombres y mujeres no se comprometen con acuerdos de conducta en la relación, el trabajo, el temor a perder la libertad, etc. Los hombres, motivados por la observación de una nueva mujer producto del empoderamiento femenino, al margen de ver una competencia, evitan idealizarla y sienten que son un peligro para su estabilidad emocional. Esta nueva mujer los atrae, pero también los asusta en la intimidad.
Las mujeres, en cambio, señalan que han perdido la admiración por el nuevo modelo masculino, un hombre que puede verse afectado por roles exclusivamente femeninos y que a la mirada de la fémina se muestran sensibles, vulnerables, más afectivos y necesitados de amor. El hombre actual ha quedado estigmatizado frente a una mujer más activa, independiente, con una autoestima más enriquecida, que puede cumplir y desempeñarse en distintos roles con facilidad.
Hoy la ruta hacia el encuentro de la media naranja se hace inviable frente a nuevos personajes con características en su rol distintos, acompañando una sociedad menos moralista y más osada. Así es como se descree que encontrar la media naranja no sea desafortunado para el modelo de pareja actual. Muchos hombres y mujeres relatan que la rutina ha condicionado el quiebre en la relación, un punto de no retorno que ha hecho insostenible el vínculo. La rutina agoto además toda posibilidad de encuentro íntimo. Entonces ya los ideales no sirven como modelos vinculares, aquel príncipe azul de la Bella y la Bestia o el delicado príncipe de la Cenicienta que buscaba a la mujer que le quedase perfecto el zapatito de cristal no es más que un proyecto errado y desafortunado de amor, que lleva a la rutina amorosa, a la monotonía y a la desidealización.
Hoy, con las redes sociales, las páginas de encuentros para conocer a alguien, aparecen opciones que instalan un modelo más libre, menos auténtico, que no promete relaciones eternas, vínculos para toda la vida, sino el aquí y ahora como un tipo de pareja menos rígido, de menor compromiso afectivo, con más defensas y menos responsabilidad. El mayor desafío en este nuevo estilo de comportamiento de los vínculos modernos es sostener una hipotética felicidad que no deje atrapado a los amantes a la patología, a la certeza de las relaciones tóxicas, que sin duda encarnan el desequilibrio emocional.
En este camino, dudamos entonces de las condiciones para hablar de la media naranja si entre las nuevas tendencias de parejas múltiples y modelos de amor abierto se puede abrigar el deseo de encontrar una mitad que encaje en el ideal propio de pareja.
La responsabilidad que conlleva elegir un par que pueda caracterizar hoy a lo que deseamos tener como compañero de vida, hace que la mayoría de los adultos sintamos una especie de caos interno, lo vemos día a día, los profesionales en la difícil tarea de desmenuzar las cuestiones que afectan a las parejas, los conflictos que hacen que las emociones se bloqueen, que la intimidad se convierta en fracaso rotundo, que se confundan las inexperiencias o falta de información con la falta de amor.
Así entendemos que la única manera de sortear estas dificultades es educarnos en un lenguaje común que acuerde pactos lógicos, para poder descubrir y encontrar la persona perfecta para establecer un vínculo sano.
Algunas reseñas de amores verdaderos
Hoy en día el amor no es una ilusión que gira en torno de aquellas fantasías infantiles de antaño, el amor adulto encaja en una serie de conductas que encauzan la relación de forma sana y equilibrada. Sin embargo, aunque hay personas que se comprometen fielmente con lo que desean, y que intentan crear vínculos fuertes, otras tienen el deseo, pero el miedo las bloquea evitando definitivamente el compromiso, evitando ser consecuentes con lo que quieren, tal es el caso de personas que consultan porque quieren estar acompañados, pero no saben cómo hacerlo, personas que evitan los compromisos, enamorarse implica un camino inicial, conocerse a sí mismo, aceptarse y quererse, primordial para abrir toda sensibilidad a la percepción del otro, cómo lo vemos y cómo lo conocemos, qué elegimos de la otra persona, qué nos satisface y qué no.
La vida de pareja y el sexo amoroso son un viaje espléndido, un viaje para recorrer sin miedos, y si aparecen nubes que vuelven difusos algunos mensajes, despejar esas dudas y continuar por ese sendero. El sexo en las diferentes etapas evolutivas con amor es más nutritivo y satisfactorio. Les digo a mis pacientes que la mejor forma de encontrar la media naranja es el aprendizaje sobre el amor y sus obstáculos y la posibilidad de comunicar con la persona amada los cambios.
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