Por qué el síndrome de la impostora afecta a los vínculos y la sexualidad

Las autoras de El síndrome de la impostora. ¿Por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas? (Planeta) explican las numerosas consecuencias de la falta de confianza en una misma.

Cuando se habla de síndrome de la impostora, en general, suele mencionarse principalmente al ámbito profesional. Sin embargo, esta problemática excede a lo laboral y puede inmiscuirse en todas las áreas de la vida: pareja y sexualidad son algunas de ellas.

“El sentimiento de impostura puede invadir la esfera privada y hacer estragos en la pareja. Del mismo modo que tememos una cita importante, un ascenso, un cometido que nos pone en el punto de mira, debido a ese momento fatídico en el que todos se dan cuenta de que no estás a la altura, las relaciones amorosas enseguida pueden presentarse como relaciones peligrosas”, explicaron la periodista Élisabeth Cadoche y la psicoterapeuta Anne de Montarlot.

Las autoras de El síndrome de la impostora. ¿Por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas? (Planeta) explicaron que este “peligro” se relaciona con que estos vínculos se ven entorpecidos por todas esas dudas interiores, por el temor de ser descubierta, por ese sentimiento de no merecer lo que nos llega, esa duda traicionera que puede llevarnos incluso a sabotear una linda historia de amor.

¿Cómo se advierte esto? Las escritoras sostuvieron que el pánico a no estar a la altura cuando las cosas van por el buen camino, el estar convencida de no merecer a nuestra pareja, prever el momento en que él se dará cuenta de su error y nos dejará son “muchos síntomas típicos del síndrome de impostura y, más en general, de la falta de confianza en una misma”.

Al respecto, aclararon: “No estar segura de una misma al principio de una relación o en algunos momentos de ella es una experiencia que compartimos muchas de nosotras. En cambio, cuando estas dudas persisten y dan lugar a un comportamiento que hará que la historia que soñábamos se vaya a pique es hora de reaccionar, dar con el culpable (nuestras creencias tóxicas) y empezar a deshacernos de ellas”.

La explicación, añadieron, es sencilla: “Ya sea en la amistad o en el amor, cuando nos falta confianza en nosotras mismas, nos sorprende que los demás puedan tener interés en nosotras, sobre todo cuando esos otros desprenden esta confianza de la que carecemos”.

Mujer. Foto referencial. Clarín.

La falta de confianza afecta la sexualidad de las mujeres

Según las autoras, “las mujeres se presionan hasta en la cama”, ya que los complejos que las hacen compararse con otras las afectan hasta el punto de refrenar su sexualidad.

“La confianza en una misma es un ingrediente indispensable para una sexualidad plena: confianza en una misma, confianza en el otro, para poder dejarse llevar por la seducción, el deseo y el placer. Ninguna sexualidad se puede vivir sin un estado simultáneo de excitación y relajación. Pero ¿cómo relajarse y confiar en el otro, en la pareja, si no se confía mínimamente en una misma? ¿Cómo encontrar la predisposición psíquica para dejarse vencer por el deseo y la excitación de un momento de intimidad sexual compartida?”, destacaron.

El placer, en consecuencia, sería materia vedada. “La confianza en una misma afecta a las relaciones con el otro, pero tal vez aún más a las relaciones consigo misma. No seríamos dignas de amor: de amor a una misma, pero también de amor al otro. La falta de confianza afecta, por tanto, a la capacidad de centrarse en una misma, permitirse explorar el cuerpo, apropiárselo, saber identificar lo que sentimos, física y psíquicamente (las emociones y las percepciones corporales). Como si nuestro cuerpo no fuera un asunto suficientemente interesante o mereciera interés”, cerraron.

Fuente: Clarín.