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La sexualidad se aprende y la educación es parte esencial del principio del placer

Foto: plenainclusionmadrid

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POR Sandra Lustgarten
Psicóloga, sexóloga. Matrícula N.º 19529.

La técnica fundamental de una buena sexualidad, sin duda, es la información, el gran defecto en la humanidad es creer que uno puede nadar en un océano, sin tener las herramientas adecuadas para poder enfrentar las barreras de esa inmensa dimensión, por ejemplo, tener los elementos esenciales para sumergirse; si existiera un peligro inminente de hundimiento, también saber flotar, enfrentarse a eventos como tormentas, lluvias y truenos.

La sexualidad, en una forma menos simbólica, funciona igual, tan abarcadora desde su origen, involucrando distintos aspectos que hacen a que la comunicación sea la correcta vía para que la experiencia sexual se disfrute. Poder hablar de las formas de tener una sexualidad placentera, sin cuestiones que se transformen en traumas es lo que de a poco la ciencia está intentando transmitir, enfrentándose aun a culturas muy cerradas para poder aceptar los cambios que se fueron suscitando con el paso del tiempo, la evolución de la sexualidad y el empoderamiento femenino, aún así se siguen poniendo trabas, siendo esto en rigor de las peores consecuencias de la ausencia de una amplia educación sexual.

Los tiempos fueron evolucionando y adaptándose a sociedades que mostraron ser desarrolladas para encarar algo tan importante como la sexualidad de las personas, muy por encima de un único objetivo como es dar la connotación al sexo como de reproducción sexual y no una actividad placentera. Respetar el amor por uno mismo y el propio cuerpo es avalar que para poder pedir lo que a uno le gusta hay que conocer muy bien lo que uno quiere y necesita. Algunos elementos básicos para una buena sexualidad se perdieron en esta creencia errónea de que el sexo es algo de lo que no podemos hablar. La intimidad como un tesoro oculto, que se resguarda y se acalla, sin dar lugar al grito sordo del pedido de auxilio que se reconoce en la rutina, absolutamente seca de amor verdadero.

La autoestima es ese atributo esencial para lograr alimentar el deseo del otro, y es algo que merece ser trabajado, ya que evitaría la competencia y envidia. El erotismo, otro elemento que se ha definido en lo prohibido, lo riesgoso, lo que provoca una exaltación que expone al hombre al verdadero placer, placer visto solo como un instinto pulsional. Uno de los mayores prejuicios es el goce, la creencia popular de que si gozamos, mostramos nuestras debilidades y nos exponemos al desenfreno sexual. Sin embargo, está probado científicamente que el disfrutar de la vida sexual mejora la calidad de vida del ser humano, evita depresiones y angustias.

El sexo mejora con la experiencia y la práctica, pero para que esto ocurra es esencial entender sobre los cuidados propios de una sexualidad inteligente y responsable, las personas arriesgan en forma inconsciente sus vidas porque desconocen, y por ese motivo intentan experimentar el placer sexual sin tener idea de cómo deben preservarse. Se observa cómo gran parte de diferentes sociedades que limitan la posibilidad de transmitir educación sexual solo habilitan a embarazos no deseados en menores de edad, que no tienen recursos para planeamiento familiar, que no poseen educación para poder elegir ni edad suficiente para asumir la responsabilidad. En definitiva, no hablar de sexo implica aceptar normas impuestas en función a deseos ajenos y no propios, aceptar constructos históricos que solo sirvieron para enajenarse del disfrute sexual. El goce habilitado solo en el terreno de los hombres, pero que tampoco ha sido útil para la satisfacción sexual.

El sexo ha sido y es un aspecto fundamental en la vida humana, las personas que tienen una vida sexual placentera pueden resolver más fácil sus crisis de parejas, dar y recibir como un elemento fundamental de la comunicación, pero esto se debe aprender, ya que las personas no saben cómo dar, ni cuánto dar, ni el momento indicado para hacerlo. Educar para una sexualidad, conforme a normas impuestas, transmitir la importancia de una vida sexual libre en cuanto a elecciones, transformaciones, vínculos, experiencias, etc. ; es dar una posibilidad a la realización del ser humano en general.

La mujer que no conoce su cuerpo, cada región, cada área sensible y que no se libera a sentir en sus zonas íntimas con la persona amada, para realizar un recorrido en relación a descubrir la experiencia sensorial que tiene en ese momento íntimo, la mujer que se domina por normas impuestas por otros en cuanto a su propia sexualidad y evita el disfrute, termina transitando la experiencia sexual como algo insatisfactorio de lo que quiere huir, y es así como la evita permanentemente, así es como manifiesta desinterés y falta de deseo, la rutina también juega en contra, es uno de los problemas más consultados por mujeres que no han sabido mejorar la conducta sexual, logrando una sexualidad más sugestiva, nutritiva y activa. Pero, claro está que en una sociedad que se ampara en principios tan históricos, sin fundamento cierto, evitando datos científicos que refuercen fórmulas que no dieron resultado, acostumbran al género opuesto a la falta de conocimientos que le den herramientas básicas para el disfrute. En consulta venimos descubriendo los sexólogos, psicólogos, médicos, ginecólogos que el hombre que no ha sido educado para tener buen sexo, solo se lo educa para la conquista y seducción para asegurar su identidad sexual. Este tipo de hombre lejos está de poder satisfacer sexualmente a una mujer, aunque crea lo contrario. Educarse sexualmente es entender cómo rigen los principios básicos de una sexualidad amorosa y generosa.

La única opción es desplazar el arsenal de preconceptos que solo han comprometido vínculos y generado disfunciones y problemas sexuales en el devenir de la historia sexual de la humanidad. Hablar con los hijos y crear un campo de normalidad para poder discutir y cuestionar inquietudes que bloquean a las personas para construir una vida sexual normal. De hecho, una conciencia de educación sexual acabaría con muchos problemas que se evidencian en los últimos tiempos sobre embarazos no deseados y transmisión de enfermedades venéreas. Por eso mismo, difundir que es fundamental atacar el temor de padres que no habilitan a incursionar en las temáticas sobre libertad sexual, es en rigor la peor decisión y explicación sobre el por qué existen porcentajes altísimos de población adolescente con experiencias tan desagradables en lo que respecta al sexo. Por eso cambiar la historia para dar la oportunidad a una vida sexual digna es hoy y no mañana , ya que el sexo debe ser disfrutado y no sufrido, debe ser nutritivo para dar lugar y oportunidad a una mente sana lejos de prejuicios sociales y culturales que solo llevan a subestimar la inteligencia humana.

 

Instagram: @sandralustg

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