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¿La obesidad es un impedimento para el sexo?

El sexo y la obesidad. Imagen ilustrativa

El sexo y la obesidad. Imagen ilustrativa

Nos afecta la autoestima sentir que no podemos competir con algunas imágenes que despiertan los más altos deseos de muchos varones. Las mujeres vivimos esperando ser aduladas por los hombres y muchas gorditas sentimos que más allá de los kilitos de más todavía nos miran con deseo. Sin embargo, ¿qué tan saludable es la gordura a la hora de tener sexo?, ¿cuáles son las limitaciones?, ¿qué pasa con respecto a la duración, a la fatiga, a las posiciones sexuales, al deseo, a la movilidad?

Muchas veces se ha hablado de las enfermedades que genera el sobrepeso y las consecuencias que acarrea a la salud. Las mujeres que estamos por encima de nuestro peso ideal tenemos un exceso de estrógeno que afecta la progesterona, que es la que activa el deseo sexual. El deseo se ajusta en muchas ocasiones a cómo afecta a cada persona el exceso de peso y la autoimagen; hay personas que entran en un estado depresivo porque sienten que han perdido la figura y que no se sienten contentas con su forma. Las desanima pensar que deben desnudar su cuerpo y que con alta probabilidad al otro no le gustará lo que vea, se inhiben, se angustian, se aíslan y modifican su estado de ánimo con todas estas situaciones que alberga en su mente a modo de preocupación.

Muchas personas sienten que el cambio de peso ha afectado su organismo, se vuelven inactivas, más sedentarias, se sienten abatidas, pierden la energía, y se dan cuenta de que entran en la apatía y el aislamiento social, se vivencian poco atractivos, sensuales y hasta sienten que les desagrada su imagen.

Algunos han contado que las experiencias sexuales con personas excedidas de su peso han sido satisfactorias porque si bien la movilidad no es tan sencilla utilizan artilugios y se defienden muy bien explotando modos de intimidad como la masturbación o el sexo oral, que viene a suplantar otras actividades de mayor exigencia postural o física.

Las consecuencias de la obesidad son harto conocidas en el mundo clínico médico. Si nos ocupamos de lo que pasa en la psicología de las personas que se ven afectadas por la obesidad, y qué tipo de consecuencias podría provocar en el ámbito sexual, pensemos que las inseguridades son el motor a la depresión. La persona que vive un cambio en su cuerpo o que siempre fue gorda tiene muchas contradicciones al momento del disfrute sexual. Las más comunes son las relacionadas a la entrega y al feed back, los factores emocionales, producidos por la baja autoestima, van a impactar en aquellas alternativas lúdicas para incentivar el deseo.

Las personas que no se agradan a sí mismas no se reinventan a la hora de llegar a la cama, no pueden fantasear con propuestas sexuales que enriquezcan la relación, se sienten preocupadas con exhibir su cuerpo y atentas en ver lo que perciben del otro. Algunas mujeres declaran que no han podido conseguir el orgasmo y sienten que está directamente relacionado con su obesidad, que los calores, la taquicardia, la falta de oxígeno, el rubor y otros signos, que son propias de la respuesta sexual orgásmica, les produce sensaciones que las asustan y que las llevan a temer alguna consecuencia derivada de tantos signos en el cuerpo que alerten y hasta temen tener un problema coronario con consecuencias.

La fatiga durante el encuentro hace que las personas que están intimando sientan el exceso de peso como un contratiempo en la experiencia íntima al punto que deciden disfrutar de otras actividades que no los dejen en un estado de indefensión al desencadenarse señales de alarma que provocan miedo y evitación.

La sexualidad es para todos sin importar clase ni peso

La sexualidad es para todos un camino de disfrute, de descubrimiento del cuerpo y de las sensaciones, las condiciones ideales nunca existen del todo, en ese caso siempre se pueden encontrar alternativas para dar lugar a una sexualidad que contemple situaciones diferentes en la intimidad de cada pareja y según la problemática de cada persona. Quienes padecen una enfermedad, no están condenados a evitar el sexo, simplemente deben transitarlo de una forma diferente según la patología clínica que tengan, instrumentando herramientas que colaboren en
quitar las barreras.

Las personas que están excedidas de su peso pueden tener una vida sexual con cierta frecuencia, cuidando algunos detalles que se relacionen con el lugar, el tiempo que necesiten, las posturas para no lastimarse, buscando posibilidades de juego íntimo que no sean tan exigentes y comprometan el buen funcionamiento y el hecho de lograr el éxtasis, las mujeres pueden ayudarse con juguetes sexuales autoestimulándose, buscando las zonas erógenas en su cuerpo, aprendiendo a aceptarse y buscando formas que no las hagan sentirse avergonzadas al exhibir partes de su cuerpo que intentan ocultar.

Considero que la imaginación es muy importante como indicación terapéutica, ya que sería fundamental como previa para ir estimulando el deseo. Es muy importante hacer ejercicios de aceptación, conocer bien el cuerpo, entender que la imagen es importante como estímulo, pero también hay otros estímulos esenciales en el encuentro sexual que van más allá de la imagen y que la suplantan perfectamente. La piel es muy rica como estímulo, las caricias juegan un papel fundamental, las temperaturas, y todo aquello que puede ser lúdico para despertar el deseo implícito, siempre fundamentalmente para que el acto amoroso pueda ser exitoso.

La obesidad es responsable de muchos problemas de índole sexual en hombres como ser impotencia sexual, dificultades que pueden ser consecuencia de diabetes, problemas de huesos, de artritis, afecciones de tipo hormonales, problemas coronarios que afecten la irrigación, hipertensión arterial y otros tantos como aquellos que dificultan situaciones que conllevan ejercicios y provoquen esfuerzos.

Muchos suelen sentirse deprimidos por esto, ya que les cuesta cambiar esa situación que los aísla socialmente y los deja expuestos al no poder encontrar una solución inmediata. Además de todo lo clínico, en general estas personas sienten cuestiones relacionadas a su mundo emotivo, todo lo que esto les produce, algunos con adicciones alimentarias serias que les impide cambiar el modo de vida para hallar algún beneficio posible. Lo más importante es que los obesos o personas que sufren de sobrepeso incluyan como parte de su vida la sexualidad como otro camino que tienen que ganar, hoy en día existen diversas maneras de subsanar algunos conflictos en el desempeño sexual y para eso es necesario consultar. No dejar de tener sexo, no dejar de desearlo, sino buscar el método indicado para lograr el resultado.

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