Volviendo con mi ex

POR Sandra Lustgarten*

Psicóloga, sexóloga. Matrícula N.º 19529.

Cuando de amor se trata, toda razón es válida. Ya que uno siempre tiene la fantasía de volver con un ex, la impresión que se tiene es que es una manera de recuperar lo perdido, de cambiar la historia y escribir otra nueva. Los protagonistas cambiaron y el desenlace esta vez puede ser esperanzador, sucede porque en nuestra cabeza siempre aparece la culpa, situación que hace que a poco de haber roto una relación, tengamos sentimientos encontrados, acerca de si la responsabilidad es compartida o de alguno de los dos en particular.

Creer que ese amor perdido estará con otra persona mejor, que será más feliz, que formará una familia y que tendrá un final de cuento de hadas. Las historias y los personajes cambian, pero siempre se relaciona con un común denominador, “las segundas vueltas fueron mejores”, o “me di una nueva oportunidad”, “al menos hice lo posible”, “no me hubiera perdonado renunciar antes de volver a intentarlo”, y cuándo no, la excusa de los hijos, “volvimos por nuestros hijos”, ”ver a nuestros hijos repetir de año, o engordar comiendo galletas en la cama, o dejar de estudiar, cambiaron su conducta”. Cuando en realidad algunas parejas son tóxicas, algunas parejas no pueden cortar porque se retroalimentan de vínculos dañinos que intensifican el sentimiento amoroso, incentivan la pasión alejándose para acercarse con más deseo, provocando el fracaso para experimentar el sentimiento opuesto con un nuevo logro, simulando la pérdida para reencontrarse en una luna de miel.

La segunda vez, dice María (35) que estuvo en terapia de pareja, cambió nuestra forma de llevarnos, la comunicación, el respeto y la relación, nos hacía falta la distancia. Flor (28), dos hijos, dice que se dio cuenta de lo que valía su matrimonio cuando él se fue de la casa, que creyó que se quebraba y que no podría sobrevivir. Juan 27 ( años ): “Cuando me dejó quedé fisurado, creí que no volvería a enamorarme, fui y vine para darme cuenta de que debía cuidarla y cambiar esas cosas, verla con otro me hizo ponerme las pilas para el amor”.

Recomponer un vínculo es un trabajo que requiere mucho esfuerzo de parte de la pareja, para algunos, para otros es una experiencia maravillosa que genera atracción. El hecho de estar con alguien que ya conocés hace más llano el camino; una relación nueva, en cambio, implica tantos temores, por el desconocimiento que hay hacia el otro, saber que uno está con alguien que conoce y que puede liberarse. Así la experiencia se vuelve más transitable, eso es una ventaja.

Entusiasmarse después de un periodo de libertad es normal porque permite que uno salga de la rutina; pensemos que también vivir otras experiencias hace que podamos reconocer aquellas cosas que siempre quisimos tener y que no estábamos dispuestos a perder.

Diversos estudios demuestran que el 50 % de las personas han vuelto alguna vez, y que poder replantear el vínculo, cambiar las cosas de lugar, ajustar reglas, suele ser un camino posible para volver a apostar cuando aún existe el amor.

¿Cuál es la mejor técnica para volver con un ex y funcionar esta vez? El diálogo es la mejor herramienta, las parejas que hablan tienen mayor probabilidad de éxito en la relación, se conocen mejor, logran hacer de esta conducta un medio para resolver conflictos.

¿Qué se puede hacer cuando las preguntas apuntan a saber sobre la intimidad de cada uno mientras estuvieron separados? Algunas conversaciones dañan los vínculos, provocan sentimientos negativos como de ira, no estimulan el amor, sino el desamor. Tal es así que contar las proezas de los tiempos de ausencia solo provocará resentimiento que no favorece el reencuentro en la cama. Las fantasías negativas no estimulan el deseo, los temores y dudas acerca de quién será mejor juegan en ese escenario.

La primera vez con tu ex

Volver con un ex a la cama después de un periodo de distancia. Con él sí podías decir que te duele la cabeza, que los chicos tienen colegio temprano, que estás cansada, pero todo eso los hizo hundirse en la rutina sexual, perder el deseo, quitarle magia a la relación. Esta vez debés reconquistar a tu pareja, enseñarle que lo has extrañado y para eso, mujeres, la sugerencia es cambiar tu estilo, si siempre fuiste recatada, desatarte en la cama, buscar ropa atrevida, pensar en un escenario más sensual, cambiar de rol, pasar de ser sumisa o la partenaire del sadomasoquista, buscando encontrarse con una nueva experiencia.

¿Sentimos el mismo miedo que si fuera un desconocido? Siempre la confianza es un elemento a favor, desnudarse frente a otro implica confianza y esa variable está superada en este caso. El problema más grave de quienes vuelven a intentar en la cama, es no fallar, en el caso del hombre, y en la mujer alcanzar el orgasmo. El temor se asocia a que cualquier conducta íntima pueda afectar al otro, si somos muy provocativas y antes no lo éramos pueden creer que alguien nos cambió la manera de manejarnos en la cama, si no somos expresivas y antes lo éramos, será señal de que no sentimos nada. Hay que intentar entender que aunque sea una segunda vuelta, las cosas pueden suceder, hay que enfrentar los miedos, superar las trabas y sacarse los fantasmas; de esta manera las posibilidades de éxito son mayores.

Rearmar el vínculo implica trabajarlo todos los días, pero antes de volver a convivir aconsejo establecer bien las normas y acuerdos a respetar, todas las parejas deberían hacerlo para funcionar bien, sobre qué cosas van cambiando con el tiempo, y que reglas nuevas hay que respetar. Como en un juego, conocer las reglas y consecuencias de incumplirlas permite conocer el camino que uno va a transitar, el problema es cuando las cosas no son ni blancas ni negras, y estos grises confunden.

El pronóstico de muchas parejas que han intentado un reencuentro ha sido positivo la segunda vez, se ha reavivado el amor porque todo dolor que impacta en el vínculo implica un crecimiento si de esa experiencia se aprende.

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