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Lifestyle

Adicción sexual, la patología del momento

Foto: Cuadratin CDMX.

Foto: Cuadratin CDMX.

POR Sandra Lustgarten *
Psicóloga, sexóloga. Matrícula N.º 19529.
¿Qué es ser un adicto sexual ?

La adicción sexual se caracteriza por la manifestación de una conducta compulsiva, que es involuntaria del individuo, irrefrenable, reiterativa y que no admite reflexión. La persona adicta dice que no puede controlar la necesidad que siente, lo abruma esta sensación y le crea una gran dependencia. En general aparecen impulsos y fantasías que son recurrentes y que lo llevan a satisfacer esa necesidad. Estas personas que padecen de adicción sexual cuentan que esto empezó en determinado momento de sus vidas, irrumpió luego de alguna situación puntual y que fue como una vía de escape, pero cada vez se tornó más peligrosa la situación, afectando el estilo de vida que llevaban y convirtiéndose en una conducta compulsiva. Lo llamativo es que una vez que sacian su necesidad no sienten que han tenido satisfacción y vuelven a sentir la necesidad que requiere su satisfacción inmediata.

Algunos signos que aparecen son pensamientos constantes sobre sexo en cualquier momento y lugar, y la necesidad imperiosa de ejecutarlo, tener mayor frecuencia sexual, ocultamiento del problema, negación, falta de control sobre el impulso. En un principio tener sexo alivia, pero es por un momento la sensación, baja la angustia, pero inmediatamente aparece de nuevo el impulso, el cual no pueden controlar.

Este tipo de adicción se trata de la misma manera que cualquier otra adicción, ya que el paciente puede sufrir de síndrome de abstinencia, tener irritabilidad, que se vea sometido a una búsqueda incesante de situaciones sexuales, que pueden exponerlo a problemas más graves como el peligro de contagio de enfermedades de transmisión sexual; también es muy común que ponga en riesgo su trabajo y familia, además de perder todo su dinero por el consumo, por sobre todo mientras no acepte lo que le está sucediendo.

Las personas que padecen de adicción sexual requieren de un tratamiento psicoterapéutico, y muy a menudo también debe tratarse al grupo familiar.

Durante la pandemia se incrementaron los casos de adictos al sexo y a la pornografía, se volvió una patología del momento, que era provocada por la angustia del encierro, la excitación que provocaba la adicción a las redes y plataformas de pornografía para aplacar la angustia frente al aislamiento y la soledad. En este contexto, la adicción al sexo fue un elemento positivo para sortear el temor a otras consecuencias como productos del Covid-19.

¿La adicción puede sucederle a los hombres más que a las mujeres?

Claramente, las mujeres pueden ser tan o más adictas que los hombres al sexo; lo que sucede es que en el hombre está más permitido o aceptado culturalmente, en las mujeres en cambio es más condenable. El malestar clínico que produce en quienes lo padecen, ya que afecta toda la vida laboral, familiar, social y económica, y, por sobre todo, de tal manera que la persona que lo padece siente que está presa de la enfermedad. En muchos más casos de los que uno imagina, además, en las adicciones al sexo hay posibilidades de la ingesta de sustancias. Algunos pacientes acusan el malestar emocional que pueden estar experimentando, o la soledad y falta de afecto, como determinantes que
originan la adicción. El caso es que la conducta sexual cumple el objetivo principal de evitar el malestar de no tener sexo y no de satisfacer la necesidad imperiosa.

¿Qué les pasa a los adictos sexuales, que nadie los entiende?

Los adictos sienten que a partir de que comienza la dificultad, el sexo es lo único importante en sus vidas, todo ronda en función de este, y así domina las emociones, los pensamientos y su conducta en general. Se alimentan de la fantasía sexual y tienen conductas sexuales tendientes a evitar el estrés, que de momento funciona, pero luego en lo inmediato el adicto vuelve a experimentarlo para escapar de lo que siente. Obviamente si no realiza la actividad, la persona puede caer en aislamiento social, ya que estos pensamientos se tornan compulsivos y no le permiten discriminar dónde pueden realizarlos y dónde no, también afectan su vida social y el estado de ánimo, sienten ansiedad y se percibe en todo momento y se observa una conducta mitómana para evitar el juicio crítico del otro.

Algunos casos han ocasionado serios problemas de índole económica a familiares, ya que el exceso hace que consuman más y gastan hasta lo que no tienen para calmar esta compulsión incontrolable. La gente que los rodea empiezan a sufrir las consecuencias, no solo porque afecta la vida de familia sino porque estas personas, al igual que el adicto al juego, con la necesidad de consumir sexo, terminan gastando todos sus ahorros, su conducta impacta destructivamente en el área laboral también y en la economía. La familia quiere ayudar, quiere darle herramientas al adicto, pero no sabe de qué modo, se termina destruyendo la familia y el mayor impacto se observa sobre la confianza, quienes están solos con esta conducta también provocan disturbios de tipo social, lo cual hace que el adicto termine en un aislamiento profundo.

Todas las patologías dejan un mensaje claro, la historia de cada persona es particular, poder comprender todo lo que sucede en el mundo interno de los adictos sexuales es muy complejo. Lo más importante es transmitir que hay tratamiento, que podemos ayudar a la familia y al sujeto que pasa por esta patología y que en la actualidad hay una visión optimista para que la persona vive una vida más tranquila, disfrutando de las cosas que tiene y evitando el vacío emocional que padece inserto en esta voracidad, que se lo puede ayudar a recuperar la vida laboral, afectiva, social y a cuidar su economía, encontrando el origen del problema, que se pueden suavizar los estímulos, enseñar a controlar la ansiedad, cambiando el hábito que adoptó y modificar las conductas sexuales que se expresan como conductas desadaptadas.

Así mismo la propuesta es reeducar sexualmente y direccionar al paciente a conductas sexuales sanas que no pongan en peligro su vida ni la de los demás.

*Instagram @sandralustg

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