Mai Angulo, “la de letra gorda linda” que crea pizarras felices

El espíritu de hacer las cosas ella misma le viene de familia. La letra linda, las pizarras, las ganas de imprimir magia en los eventos, llevan a Mai Angulo a crear experiencias únicas.

Mai Angulo es una apasionada de la decoración, las pizarras y el espíritu “Hacelo vos misma”. Foto: Gentileza.

-¿Cómo empezaste en eventos?

-Me metí en el mundo de los eventos aproximadamente en el 2005-2006, cuando entré a una empresa que manejaba una discoteca súper conocida en Asunción. Ahí me hice de mucho know-how en lo que a eventos se refería, eventos de toda índole, grandes chicos, temáticos, etc. Trabajé por 8 años ahí, donde yo realmente estaba más metida en la organización, pero siempre viendo qué podía aportar en lo que a decoración se refería.

-¿Después tomaste otro camino?

-Me independicé y armé mi propia empresa MYPARAEVENTOS, donde empezamos con detalles y cotillón, principalmente, en 2012. De ahí fue como que los eventos y los clientes me fueron llegando. Empecé a decorar para mis clientas, aprendiendo en el camino todo lo que sé hoy.

-¿Qué te inspira?

-Realmente me inspira la vida. Intento meterme de lleno en la cabeza de mis clientes y de ahí sacar las ideas. Amo ver tendencias e intento estar siempre armando decoraciones originales y diferentes. No me gusta repetir decoraciones. Entonces es un empuje constante para que cada evento tenga su esencia y superarme día a día. Tengo tres amores: primero las decoraciones, segundo el DIY y tercero mis pizarras.

-Cuál fue tu impulso para sumarte al DIY?

-Realmente vengo de una familia Do-it-yourself. Mi abuela fue nuestra mentora, seguida por mi mamá. Siempre me gustó todo lo que tenía que ver con las manos, las manualidades, hacerlo yo misma. En mi familia siempre preparábamos a mano todos los eventos y decoraciones de todos los cumples o festividades.

 

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-¿Qué cambios trajo la pandemia en tu vida?

-Llegó una época donde tanto me metí a los eventos que dejé de crear con mis manos y extrañaba muchísimo esas horas en el taller. Entonces, realmente a mí la pandemia me vino súper, porque pude armar mi taller en casa y volver a mi antiguo amor. Ahí me di cuenta de que tengo que encontrar el equilibrio entre ambas cosas, porque amo las dos. Así que ahora estoy en ese desafío.

-¿Cómo empezó tu predilección por las pizarras?

-Empezó todo con la idea de que amaba que mis eventos hablasen, que desde la entrada fueran una experiencia. Vi la oportunidad de que las pizarras se estaban poniendo de moda en muchos lugares en el mundo y no dudé en traer eso acá.

 

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-¿Y lo del lettering?

-Siempre fui la que hacía las carátulas de toda la clase, la de “la letra gorda linda”. Entonces es como que tenía un poco de facilidad. Me sumé a un curso en Paraguay y fui practicando sobre mis pizarras. Así fui ganando experiencia. En el 2019, fui a hacer un curso a Río de Janeiro -con Juliana Moore- de diseño de letras para seguir perfeccionando la técnica, más unos cursos de lettering en paredes, que tomé online.

– ¿Qué te aporta?

-El lettering -aparte de que me trae muchas satisfacciones y ganancias monetarias- es mi escape en esos momentos de mucho estrés. Cuando me piden hacer una pizarra es mi momento de relax. Así que el disfrute es siempre.

-¿Por qué es importante encontrar el espíritu en cada evento?

-Para mí, los eventos son fechas importantísimas para las personas que los festejan. Yo quiero que eso se vea reflejado. Quiero que se vea que hubo un interés detrás de cada mensaje, que nos cruzamos para armar la idea, que la esencia del agasajado se sienta desde la entrada y que todo el evento sea un disfrute.

-¿Cuál es el toque mágico?

-Que cuando lleguen los invitados se den cuenta del esfuerzo, dedicación y ganas que hay atrás de cada detalle. Para mí, eso es magia finalmente y es una sumatoria de elementos que te aseguran un evento soñado. Si al día siguiente solo recibís mensajes de agradecimiento o ponderaciones, tenés tu puntuación 10/10. Ahí siento que me puedo dar esa palmadita en la espalda y es un hallo en el corazón que da gusto.