Mónica Petrochelli: “Cada persona debe ser responsable de su vida”

POR Natalia Santos

Periodista

Mónica Petrochelli, psicóloga social argentina, está en Paraguay para hacer un llamado al autoconocimiento y la sanación de las relaciones a través de las Constelaciones Familiares. Las sesiones se llevarán a cabo hoy, sábado 20 y el lunes 22 de noviembre, en La Tuna Róga.

 “Nuestros primeros vínculos crean patrones de comportamiento que marcan nuestra vida y la forma de relacionarnos. Se generan así muchas veces patrones de malestar y repeticiones“,  explica Mónica Petrochelli. Ella es consteladora familiar y se formó como psicóloga social con la intención de aportar a las personas a su crecimiento, bienestar y desarrollo.

Se reconoce como una ferviente defensora del trabajo conjunto. “Tengo la certeza de que los resultados son posibles cuando hay una genuina y orientada creación de equipo. Confío en la fuerza de la red, y para eso, es imprescindible que cada persona sea autora y responsable de su vida, que abrace sus recursos y posibilidades, que trabaje consigo”, afirma Mónica Petrochelli.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de La Tuna Róga (@latuna_roga)

-¿Qué muestran las constelaciones familiares?

-Las constelaciones familiares son un método terapéutico sistémico que permite “ver” dinámicas disfuncionales que podrían estar afectando diferentes aspectos de nuestra vida como la salud, las relaciones, los logros. Considera como síntoma, todo aquello que nos quita plenitud.

-¿Cómo nace?

-Bert Hellinger fundó su teoría y método a partir de un profundo desarrollo de lo que llamó “Los órdenes del amor”. Estos principios cuando se respetan, funcionan como el cauce de un río, conteniendo, dando forma, sosteniendo el amor en las relaciones y la abundancia en nuestras vidas.

-¿Cómo se explica eso?

-Muchas veces, aún con amor, hay situaciones y relaciones que no fluyen, que están estancadas o simplemente, se terminan. “Para que fluya el amor, primero es el orden”, dice Bert Hellinger.

– ¿De qué manera funciona?

-Las constelaciones contribuyen a tomar consciencia de que somos clánicos, sistémicos. Identifica de qué manera lo que no está resuelto en el sistema familiar, lleva a adoptar mecanismos de repetición que limitan la vida de las generaciones posteriores. Realiza una función de “ordenamiento” del sistema familiar, con todo el alivio que eso genera.

-¿Ese ordenamiento llega cómo?

-A partir de “reconocer” y dar lugar a lo que pasa, comienza a fluir aquello que estaba atascado. Es fruto de la toma de consciencia del consultante y su trabajo personal.

-¿Cómo es un taller de Constelaciones?

-Las rondas de constelaciones familiares, se dan en un espacio grupal. Las personas pueden participar de los ejercicios ya sea como observadores, representantes elegidos para colaborar con la constelación de otra persona, o como consultantes. Cada una de las personas, a través de procesos de identificación o proyección, puede ir revisando algo de sí misma, aunque no sea en una constelación.

-¿De qué constan estos ejercicios?

-En esos ejercicios se trabaja por ejemplo relaciones personales: padres, hijos, pareja, hermanos, socios, lo que cada uno necesite mirar. También la relación con el trabajo, el dinero, la salud, incluso algunos síntomas físicos. Es muy interesante la información que obtenemos desde estos ejercicios. Es un método muy amoroso que siempre tiene la mirada puesta en la reconciliación y reparación de los vínculos.

-¿Por qué decidiste aplicar este tipo de método que aborda lo colectivo?

– Creo en el milagro que ocurre cuando las personas nos despertamos a la verdadera consciencia de quiénes somos, de nuestros recursos y del camino que vinimos a transitar. Y este está siendo mi recorrido. Ofrezco compartirlo con quienes, desde las mismas intenciones y valores, deseen hacerlo.