Día Mundial del ACV: El estrés laboral puede aumentar el riesgo

Si bien un accidente cerebrovascular puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento y para cualquier persona, para reducir el riesgo, hoy sabemos que el manejo del estrés es esencial.

La vida se ha vuelto cada vez más estresante en estos últimos meses, y para las personas que trabajamos desde casa, encontrar el equilibrio perfecto entre el trabajo y la vida se está convirtiendo en una tarea ardua. Muchas personas también tenemos que trabajar horas extras para compensar las horas perdidas y los plazos que se avecinan. En este contexto estresante es necesario encontrar un equilibrio; de no hacerlo, puede afectar nuestra salud física y mental.

Este 29 de octubre Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), los médicos alertan que cuanto más se estresa una persona, mayor es su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que puede dejar a una persona físicamente discapacitada, lo que lleva a una completa dependencia de otros para el trabajo diario que a su vez puede provocar más estrés, ansiedad e incluso depresión en nuestro entorno familiar. Las razones o causas del estrés pueden ser personales y profesionales.

¿Qué sucede en un ACV?

Un accidente cerebrovascular ocurre en el cerebro cuando recibe poco o ningún suministro de oxígeno. Las causas incluyen la fuga de sangre al cerebro, un coágulo en la arteria que suministra sangre al cerebro o la interrupción del suministro de oxígeno al cerebro.

Los médicos explican paso a paso

El sistema nervioso libera más adrenalina y cortisol, que elevan la presión arterial y los niveles de azúcar. El sistema musculoesquelético contrae los músculos, provocando dolores de cabeza, migrañas y dolores corporales. El sistema respiratorio aumenta la frecuencia respiratoria, lo que provoca hiperventilación y ataques de pánico.

El sistema cardiovascular provoca inflamación en las arterias coronarias y un aumento de la frecuencia cardíaca, además de posibilidades de sufrir un infarto.

El sistema gastrointestinal hace que consumamos más comida, alcohol, tabaco, provocando acidez de estómago, reflujo ácido, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, etc.

¿Qué podemos hacer?

Tenemos que poner más atención en nosotros mismos. Hay que reevaluar nuestra salud mental, física y emocional. Hay que encontrar pensamientos e ideas para dar formas y soluciones de la mejor manera posible.

Escuchar nuestra voz interior y siempre prestar atención a las señales que nos envía nuestro cuerpo.

Sería conveniente establecer una rutina de respiración profunda y meditación.

Tenemos que aprender a aceptar y ser feliz en situaciones difíciles.

Uno de los consejos más sanos es hacer un presupuesto para mantener una actitud positiva en las circunstancias actuales. Gastar y ahorrar el dinero de acuerdo con las prioridades y necesidades.

Tenemos que concentrarnos para disfrutar las cosas y las actividades que nos relajen y calmen la mente.

Y nunca olvidarnos de la gratitud por todas las cosas buenas de la vida, especialmente por la familia, amigos y la naturaleza.