El gobierno sigue en punto muerto

Estamos frente a un país que se debate entre las promesas y la realidad, donde la ciudadanía, agobiada por la precariedad de los servicios básicos y la incertidumbre, exige respuestas concretas.

Entre otras cuestiones que hacen a la problemática social, los presuntos casos de malos tratos, así como la desidia general del Hospital Neuropsiquiátrico, son situaciones que develan apenas la punta del iceberg sobre el sistemático abandono estatal en materia de salud pública.

Las denuncias ciudadanas afirman que -y no solo en salud mental-, cada gobierno ha estado en deuda con los pobladores, quienes cada jornada con esfuerzo trabajan e intentan poner al día sus impuestos, pero que, históricamente, se ven afectados por la precariedad de los servicios básicos.

La administración de Santiago Peña inició la implementación de los consultorios nocturnos, más la reducción del precio del combustible, que no duró tanto en el sector privado. Vamos transitando casi por la mitad de los primeros cien días de gobierno y el escenario no avizora cambios relevantes. Al contrario, el país sigue cayéndose a pedazos.

Hasta los mismos funcionarios públicos que dieron su voto al partido de turno, aseguran que nunca se han recibido tantas denuncias por los despidos masivos generados eventualmente por cambio de administración, ni siquiera cuando la oposición estuvo en el poder.

Es momento de que los ministros del Poder Ejecutivo se remanguen las camisetas (de esas que tanto quieren que los trabajadores mojen cada día) y se convoquen a las prometidas licitaciones o se inicien nuevas obras, para que finalmente aumente la fuerza laboral necesaria para sacar adelante al país.

A propósito de las obras, el fallido acueducto, cuyo responsable aún no tiene nombre y apellido, siendo esta otra de las prioridades que deberían encarar las autoridades. Las familias chaqueñas tienen el absoluto derecho a disfrutar de algo tan básico como es abrir una canilla y recibir agua potable. Hasta ayer, lo máximo que se ha hecho fue una inspección a la obra o provisión del vital líquido en camiones cisterna.

Y en cuanto a la violencia e inseguridad nuestra de cada día, no olvidemos, además, cómo suman los casos de feminicidios y desidia por parte de quienes prometen cuidar a las mujeres denunciantes, algunos sectores (como, por ejemplo, el de Yamil Esgaib, quien se burla de las víctimas) se muestran más preocupados por meter mano en las fuentes de financiamiento de la merienda escolar que por mejorar el sistema educativo que podría beneficiar a muchos ciudadanos al fomentar en ellos el respeto a sus pares.

Maravillosos planes de gobierno se han comunicado a la ciudadanía, pero ya es tiempo de hacer un llamado a la acción. Hay demasiada deuda pendiente que el actual presidente tiene sobre su espalda y es momento de actuar.