Los gobiernos y el saqueo al IPS

Los fondos jubilatorios que pertenecen a todos los aportantes del Paraguay están en grave peligro de desaparecer si las autoridades de turno siguen, alevosa e impunemente, haciendo uso irregular del dinero de los trabajadores. La Cámara de Diputados postergó esta semana, por 8 días, el tratamiento del proyecto que autoriza al Instituto de Previsión Social (IPS) a contraer un nuevo préstamo para cubrir una deuda de USD 243 millones con farmacéuticas.

El pedido de postergación fue presentado en el estadio de peticiones por el propio proyectista, el diputado Arnaldo Samaniego, quien solicitó al pleno la postergación “para un mejor estudio de las bancadas”. Esto pese a que ya contaba con dictamen favorable de la Comisión de Hacienda y Presupuesto.

La Cámara Baja quiere dar vía libre a un proyecto inconstitucional que trasgrede la Carta Orgánica del IPS, específicamente en el art. 25, donde habla expresamente que: “Los usos indebidos de fondos jubilatorios son un crimen de lesa humanidad”. Además, este artículo es el comentado nada más y nada menos que en el art. 95 de la Constitución Nacional. Por lo tanto, estas normativas se pueden cambiar solo con una reforma constitucional y no por una Ley del Congreso.

A la fecha, la previsional tiene 800 mil millones de guaraníes de deudas impagas a proveedores, de los cuales 80 % pertenecen a las empresas farmacéuticas, un promedio de 600 mil millones de guaraníes. En ese contexto, se debe saber que la Carta Orgánica del IPS, en su artículo 77 dice claramente “exoneración de los derechos tributarios aduaneros, actas y documentos”, lo que implica que todo lo que se importa tiene que liberar un importador casual 35 % menos; además 0,05 % de actas y documentos, y a eso se le suman 20 % de comisión de las empresas farmacéuticas. ¿Qué quiere decir esto? Que estamos pagando 55 % más que no deberíamos hacerlo; eso es crimen de lesa humanidad. La compra de medicamentos a precios de consumidor no condice con la exención prevista, y menos con la posibilidad de tener su propio laboratorio de medicamentos.

Según informes de la Contraloría General de la República (CGR), al 2017, el IPS ya mantenía una deuda impaga a proveedores por valor de 318 mil millones de guaraníes, durante la administración de Benigno López. A este lo sucede en el cargo Andrés Gubetich, quien también intentó endeudar al IPS en forma irregular, arbitraria y trasgrediendo la Constitución y la Carta Orgánica, por un valor de 200 mil millones de guaraníes, algo que no se pudo concretar por el fuerte rechazo de varios sectores y la presión de la ciudadanía en general. Una serie de licitaciones irregulares que también fue denunciada y esto le costó el cargo a Gubetich. Hoy, el actual presidente de Previsión Social, Vicente Bataglia, también pretende endeudar a la institución por 243 millones de dólares.

El IPS es el botín para las autoridades de turno y para los parlamentarios, los asegurados quedan indefensos ante tanta desidia. En el Congreso se pretende aprobar en forma silenciosa y solapada, la falta de medicamentos e insumos, la insuficiencia de médicos especialistas, el maltrato a los pacientes y sus familiares, la sideral deuda con las firmas proveedoras y las licitaciones públicas amañadas, entre otras negligencias administrativas. Es una cadena de corrupción de nunca acabar.

Urge poner fin a este atropello que afecta a los aportantes, en la medida en que su dinero está muy lejos de reflejarse en un buen servicio. La Cámara de Diputados no puede aprobar otra deuda que, además de violar la Constitución Nacional, solamente logrará perpetuar un sistema delictivo, un vicio que consume al IPS desde hace décadas, mientras se pone en juego la salud y la seguridad social de los trabajadores paraguayos.