Paraguay en paralelo

Al cumplir 4 años de gestión frente a la Presidencia de la República, como lo establece la Constitución Nacional, Mario Abdo Benítez presentó su informe de gestión ante el Congreso Nacional informando sobre un Paraguay paralelo al que se vive actualmente y, por supuesto, emergido en un ambiente electoralista.

Típico de los discursos en campaña, el mandatario en medio de su informe dirigió en forma solapada unas palabras a su adversario político Horacio Cartes, a quien enfrentará en las próximas elecciones internas partidarias en la puja por la Presidencia de la Junta de Gobierno del Partido Colorado. Esta ambición política ha hecho que Abdo dejara de lado su principal labor -esto es, gobernar para todos los paraguayos y paraguayas- y priorizara el proselitismo.

Podría decirse que, con leve amnesia, el presidente se llenó la boca hablando de su lucha contra el crimen organizado, terrorismo y otros delitos, olvidando que ministros y miembros del más alto nivel del Poder Ejecutivo están siendo investigados por posible  involucramiento con integrantes de estas bandas delictivas.

Resaltó “el avance” en materia de salud, obviando nuevamente que solo hace algunas semanas el Ministerio de Salud y el de Educación recomendaron volver a clases virtuales debido al aumento de casos de cuadros respiratorios, lo que ocasionó la saturación del sistema.

Y como si fuera poco, el mandatario intentó esconder la basura bajo la alfombra al evitar hablar del elevadísimo índice de desempleo, lo que desencadenó el aumento sostenido de pobreza en el país. Y como un efecto dominó, esto también da pie a la inseguridad a raíz de los robos y otros delitos. La ola de inseguridad y criminalidad reinante hoy es el día a día; sin embargo, no se ven políticas públicas tangibles para contener y dar respuesta a estos reclamos constantes de la ciudadanía.

Enfatizó en las principales obras viales como prioridad antes que algo tan elemental como la salud pública. Con una imagen desgastada y cansada, al mandatario, tal como decíamos semanas atrás, se lo ve con prisa por salir del cargo y ser ya titular de la ANR.

Con más sombras que luces, el presidente informó sobre el Paraguay en el que él vive, tal vez el que imagina que es, pero lejos del Paraguay en el que realmente vivimos y al que padecemos la mayoría de los ciudadanos que no contamos con la gracia de los privilegios.

Sin embargo, aún nos queda un largo tramo para seguir soportando la nefasta administración de Mario Abdo Benítez, que desde su inicio está plagada de hechos de corrupción, nula transparencia, improvisación, despilfarro del erario, beneficios para los amigos con dinero del pueblo, entre otros. Hasta el 15 de agosto del 2023, cuando asuma el nuevo mandatario, momento en que nuevas esperanzas nos invadan, seguiremos a la deriva y, como nos tienen acostumbrados, a cualquier tipo de improvisaciones.

                                                                                           D.D.W-S.