Con nuestros niños, no

Ya con el gobierno anterior se ha intentado introducir la agenda de género dentro del programa educativo del MEC, pero el ministro de Educación de entonces se opuso a recibir donaciones condicionadas de entes internacionales.

Durante la campaña electoral Marito se pasó criticando la postura globalista de Santi Peña y que el gobierno anterior tenía entre su gabinete a un número de ministros que no eran republicanos. Una vez que el actual presidente llegó al poder, gracias a los republicanos, muy pronto se olvidó de las promesas de campaña y no solo traicionó los principios doctrinarios del republicanismo, sino que demostró desde el inicio que la Educación no sería prioridad en su gobierno.

El gobierno actual terminó siendo mucho peor al que criticaba. No solo siguió la línea globalista de Santi Peña, sino que hasta se las ingenió para que el hermano del presidente, quien fuera ministro de Hacienda, terminara como vicepresidente del BID. En cuanto al gabinete no republicano, no solo cuenta con ministros y viceministros que no son republicanos, sino que la mayoría de ellos son tangiblemente anticolorados.

Por más de que se intente tratar de paranoicos y fundamentalistas a quienes defiendan los derechos de las familias y sus niños, la realidad es que este gobierno ha intentado ya varias veces introducir la agenda de género por cualquier medio posible.

El primer intento se dio a través del Ministerio de Cultura, siendo ministro Rubén Capdevila, afiliado a la ANR solo unos meses antes de asumir al cargo. Para el Plan de Cultura 2018 – 2023 se había emitido una resolución ministerial el 5 de diciembre, No. 325/2018, en la cual se contemplaba una estrategia para el bono demográfico de modo a preparar al país para un mundo globalizado. Se considera con esta resolución al LGTB como un grupo afectado por la desigualdad y se resolvió tomar: “Por lo tanto, toda decisión política, para revertir estas decisiones desde la primera infancia, es imperativo para la política pública cultural con el fin de una sociedad diversa e incluyente”.

Gracias a un grupo de republicanos que sonaron la alarma, aunque se mantuvo con mucha discreción, esta resolución fue cambiada por otra, ya sin la agenda globalista de género, No. 375/2018.

El segundo intento fue nuevamente a través del MEC, cuando se presentó la “Guía para docentes sobre la educación integral de la sexualidad”. Fue la protesta inmediata de la ciudadanía la que obligó a Eduardo Petta, quien conformara antes parte del equipo de Lugo y actualmente funge como ministro de Educación, por no sabemos qué avatares del destino, a eliminar el uso de ese material en las instituciones educativas con la Resolución No. 1761/2019, del 6 de marzo.

La resolución ministerial declara que la Dirección de Orientación Educativa ha realizado los siguientes hallazgos: “a) La guía propone conceptos y actividades para trabajar el tema de la sexualidad en el aula, desde el nivel inicial; b) La temática del material no respeta las capacidades del ciclo evolutivo de los menores; c) En los conceptos utilizados prevalece la construcción de la identificación sexual en forma libertina; d) Subvalora los conceptos de feminidad y masculinidad; e) Promueve la autonomía de las decisiones de los menores en el desarrollo de contenidos de educación sexual; y f) Desconoce los principios básicos de la patria potestad, ya que excluye a los padres de la formación de sus hijos en un aspecto tan sensible…”.

Recientemente apareció el Plan del Ministerio de la Niñez y Adolescencia, ya con un lenguaje más sutil, pero con las mismas intenciones.

Si bien el protagonismo del Instituto Republicano de Política Estratégica fue decisivo para detener este reciente intento, no fueron los únicos en protestar nuevamente contra esta reincidente traición que atenta no solo contra nuestras costumbres sino también contra nuestra Constitución Nacional. Las iglesias cristianas y otros grupos religiosos se han sumado desde la primera hora. También así lo hicieron los republicanos (incluso oficialistas), al igual que gente de otros partidos.

Por ello, por más de que intenten decir que esta es cosa de fundamentalistas, la realidad es que todo un pueblo se opone a la intervención de doctrinas ajenas que atentan contra nuestras libertades y derechos.

Nadie se opone aquí a las libertades sexuales que tienen los adultos de decidir libremente su orientación sexual y de optar las prácticas sexuales que quieran, siempre que se ajusten a las leyes. Pero con nuestros niños, no.

El Nacional estará siempre del lado de nuestra República, defendiendo nuestras raíces culturales y nuestras leyes.

DDWS