Embarcaciones cesan sus operaciones durante al menos 90 días

Este año se rompió el récord de nivel bajo en el río, afectando gravemente la navegación y las operaciones logísticas, lo que ha ralentizado las actividades. El expresidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), Esteban Dos Santos, comentó que muchas embarcaciones están entrando en un “amarre”, es decir, el cese de operaciones por al menos 90 días.

El empresario naviero indicó que las condiciones del nivel de agua en el río son muy complicadas. Este año se batió por lejos el récord histórico de nivel bajo en el río Paraguay. El sector naviero enfrenta numerosas dificultades, especialmente en la operación y navegación.

Indicó que esto tiene un impacto no solo en las cargas transportadas, sino también en el comercio en general, ya que las operaciones requieren más tiempo de rotación, lo que incrementa los costos. Además, todo esto afecta a importadores y exportadores, y se refleja en la economía en general.

Explicó que la navegación desde Asunción hacia el norte del río Paraguay está prácticamente cancelada para embarcaciones con calados muy bajos; solo unas pocas logran operar con gran dificultad. Al sur de Asunción, se está operando con menos del 50% de la capacidad de carga de las embarcaciones en contenedores.

Dijo que el 60% de la flota ya no puede llegar a los puertos de Villeta, y muchas embarcaciones solo alcanzan Pilar. Aquellas que logren llegar a esa zona deben contratar un servicio de transporte terrestre para conectar la carga entre Pilar y Asunción o su origen/destino final.

“En lo que respeta a los granos, debido a la sequía, la producción de maíz se perdió casi por completo, por lo que no hay volumen de carga de maíz en el río. Hay algunos pocos embarques de soja que ya estaban contratados y que están saliendo”, acotó.

Esta situación genera sobrecostos directos de aproximadamente un 40% en comparación con la operación normal. Al respecto, señaló que el impacto es muy significativo, ya que afecta todas las operaciones: se requieren más días para completar los viajes, lo que incrementa los costos de tripulación y los gastos de manutención.

En cuanto a las lluvias que podrían darse a mediados de octubre y noviembre, refirió que no serán suficientes, ya que la variación respecto al promedio ha sido muy significativa. El río Paraguay nace en la zona de Cáceres, al norte del Pantanal brasileño, y su caudal depende del rebose de la laguna Cáceres, que actualmente está cuatro metros por debajo del nivel necesario para producir dicho rebose y comenzar a alimentar el río Paraguay. Por lo tanto, se necesitan precipitaciones que recuperen esos cuatro metros de diferencia de altura.

“Tiene que llover muy por encima del promedio de precipitaciones para esta época del año para comenzar a recuperar el nivel del río en su naciente. Luego están las lluvias en toda el área de influencia, que en teoría se pronostican a partir de noviembre”, apuntó.

Sobre los dragados, aseguró que son imprescindibles; sin estas obras realizadas en los últimos años, no sería posible operar con los niveles actuales de agua. El dragado ha sido fundamental para todos los países y debe continuarse. Precisó que en los tramos del sur se opera con una velocidad menor a la necesaria, y que es fundamental poner todos los equipos a trabajar en todo el área de navegación, ya que impacta directamente en el comercio exterior paraguayo.

“También las empresas de dragado han enfrentado algunas dificultades debido a las mismas condiciones de operación, que afectan tanto a las embarcaciones como a los equipos, pero es necesario acelerar todo este proceso y generar mayor volumen de dragado para permitir que las embarcaciones continúen operando”, añadió.