Clase media pierde poder adquisitivo

Para la economía paraguaya, la evolución de los precios y salarios representa todo un desafío, a criterio del economista Rubén Alderete, quien escribió un artículo sobre el punto para el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).

La realidad observada refleja la necesidad de crecimiento económico para mejorar los salarios. Pero este crecimiento debe estar acompañado de políticas que favorezcan la inclusión de los sectores con ingresos rezagados. Además, es crucial continuar generando evidencia sobre la manera en que los factores de costos afectan a la inflación y cómo responden los salarios y las organizaciones trabajadoras a las variaciones en los precios, argumenta.

La población de pie tiene que hacer malabarismos y sacar las tarjetas de crédito de la galera para llegar a fin de mes. Actualmente, los niveles de deuda por tarjetas superan los USD 550 millones, un promedio de más de G. 3.2 millones por plástico.

En honor a la verdad, no es que la economía de la gente haya empeorado con el actual gobierno, simplemente se estancó.

Los banqueros están facilitando bel acceso a las tarjetas, pero de lo que no se está hablando es de la suba de morosidad y el sobreendeudamiento de la gente que va creciendo como bola de nieve.

Además, la suba sostenida del dólar, poco y nada, ayudan al poder adquisitivo del paraguayo promedio que se mantiene estancado hace más de 10 años.

Abandono

La economista Verónica Serafini, también del Cadep, agregó: “La inflación de alimentos en Paraguay no es un problema de demanda, por lo tanto, la política monetaria no contribuirá a su reducción. El aumento de los precios es el resultado de la crisis de la agricultura familiar que se manifiesta en los bajos niveles de ingresos y en la pobreza”. Esta crisis a su vez se debe al abandono del Estado y a la crisis climática que tampoco cuenta con políticas de mitigación y adaptación.

Los salarios aún no se recuperan a los niveles previos a la pandemia, según algunos estudios.

Paraguay suele festejar su estabilidad macroeconómica señalando como uno de sus indicadores los bajos niveles de inflación (menos de dos dígitos), sin embargo, el peso de los alimentos es uno de los más importantes en la canasta de bienes y servicios en los hogares y define de manera directa la pobreza extrema, resaltó.