Reforma laboral: ¿Cómo impactará en el empleo?

En la semana, el presidente de la República, Santiago Peña, dejó claro su enfoque hacia una radical reforma del Código Laboral nacional, asegurando que la estabilidad laboral actual “condena al trabajador paraguayo a no jubilarse”. En un discurso que resonó entre empresarios y generó debate en círculos laborales, Peña adelantó que su gobierno está dispuesto a implementar “el mayor cambio en la historia de la ley laboral en Paraguay”. Esta afirmación ha levantado inquietudes, particularmente entre los sindicatos y centrales obreras, que perciben una amenaza a los derechos laborales.

El presidente Peña señala que la estabilidad laboral, una protección que adquieren los empleados después de 10 años de trabajo continuo, ha generado lo que él describe como una “industria de jueces y abogados”. Según el mandatario, los trabajadores, asesorados por abogados, buscan ser despedidos una vez que alcanzan esa década en una empresa para recibir indemnizaciones más generosas. Los empresarios, ante este riesgo, prefieren despedir a sus empleados antes de que alcancen ese umbral, generando una barrera que Peña considera un obstáculo para el crecimiento y la creación de empleo.

Peña destacó que uno de los desafíos más grandes que enfrentan las empresas es el costo asociado a la estabilidad laboral. Este costo, que incluye el pago de indemnizaciones significativas, desincentiva la contratación y retención de empleados a largo plazo. De hecho, cifras mencionadas por la ministra de Trabajo, Mónica Recalde, revelan que muchas empresas optan por desvincular a los empleados antes de que lleguen a los 95 años de antigüedad, una tendencia que ha alarmado a las autoridades.

Las reformas propuestas

El plan de Peña es claro: presentar un proyecto de ley ante el Congreso Nacional para reformar el Código Laboral, con el objetivo de eliminar o al menos modificar el concepto de estabilidad laboral tal como se conoce hoy. Según el presidente, la reforma abriría las puertas para crear 500.000 empleos, su promesa de campaña más reiterada.

Por su parte, Mónica Recalde aclaró que, aunque no se eliminará la estabilidad laboral, se revisará la figura de la estabilidad absoluta, que se adquiere a los 10 años. La idea principal detrás de la reforma es flexibilizar el proceso de despido y reducir la judicialización de los casos de trabajadores que se encuentran en este umbral de antigüedad. Según la ministra, el objetivo es encontrar un equilibrio entre proteger a los trabajadores y aliviar a los empresarios de los altos costos asociados a la estabilidad.

Según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) y de registros administrativos de la seguridad social, en el segundo trimestre del corriente año, la generación de puestos de trabajo asalariado creció en mayor intensidad que el periodo anterior en el sector privado.

La formalización laboral impulsó la inscripción de 25.000 personas adicionales al seguro social en el primer semestre del año, superando en 9.000 registros al mismo periodo del año anterior. Este crecimiento aumentó la cobertura de 60.000 personas, incluidos beneficiarios. La tasa de formalización creció de 2.2% a 3.5%, generando un impacto positivo en la recaudación del seguro social, que incrementó en USD 50 millones, un 9% más que en el primer semestre de 2023, fortaleciendo los fondos de pensiones y la sostenibilidad del sistema.

Una de las propuestas en discusión incluye ajustar los montos de las indemnizaciones. Actualmente, tras 10 años de trabajo, los empleados tienen derecho a una doble indemnización. Sin embargo, el gobierno está explorando la posibilidad de incrementar estos montos o escalonar los pagos de manera más justa, lo que, según Recalde, podría ser un incentivo para que las empresas mantengan a sus trabajadores más tiempo.

Reacciones de los empresarios

Como era de esperarse, las reacciones a estas declaraciones no tardaron en llegar. La Confederación de Trabajadores de Paraguay (CCT) expresó su rechazo a las reformas propuestas. El temor entre los sindicatos es que esta flexibilización de la estabilidad laboral sea solo el comienzo de una serie de medidas que afecten otros derechos laborales, como las vacaciones o los pagos de aguinaldos.

“Hoy están hablando de estabilidad laboral, mañana van a proponer eliminar las vacaciones o reducir los beneficios. Esto es solo el principio de una agenda neoliberal que busca desproteger al trabajador paraguayo”, afirmó un representante de la CCT en una conferencia de prensa.

Por otro lado, algunos empresarios ven las reformas como un paso en la dirección correcta. Javier Llano, abogado especializado en derecho laboral, cree que las modificaciones permitirán a las empresas ser más competitivas y adaptarse mejor a los cambios en el mercado laboral. “La rigidez actual en las leyes laborales desincentiva la contratación de empleados a largo plazo. Las empresas tienen miedo de quedar atadas a compromisos financieros insostenibles si deciden despedir a alguien después de 10 años de trabajo”, explicó.

Sin embargo, también reconocen los riesgos. Según el profesional, si no se diseñan adecuadamente, las reformas podrían incrementar la informalidad laboral, ya que algunas empresas podrían optar por no formalizar contratos de trabajo para evitar las nuevas normativas. “Es fundamental que el gobierno encuentre un equilibrio entre la flexibilización de las leyes y la protección de los derechos de los trabajadores. De lo contrario, corremos el riesgo de fomentar más precariedad en el empleo”, advirtió.

Implementar un cambio tan profundo en el Código Laboral no será una tarea sencilla. Según expertos, uno de los mayores desafíos será equilibrar los intereses de los empresarios y los trabajadores. Por un lado, las empresas buscan más flexibilidad y menores costos en la contratación y despido de empleados. Por otro lado, los trabajadores temen perder la estabilidad laboral y las protecciones que han adquirido con los años.

El diálogo social será esencial para lograr un consenso. Peña ha asegurado que se sentará a negociar con los sindicatos y las centrales obreras para explicarles los beneficios de la reforma. Sin embargo, lograr que ambas partes lleguen a un acuerdo podría ser complicado, especialmente en un contexto en el que los sindicatos ya han expresado su oposición.

Otro desafío será el posible aumento de litigios laborales. Javier Llano advierte que, si los cambios en el Código Laboral no son claros y justos, podrían surgir una ola de demandas por parte de trabajadores que sientan que sus derechos han sido vulnerados. Este riesgo, según Llano, podría retrasar la implementación de las reformas y generar más incertidumbre en el mercado laboral.

¿Es un cambio necesario para el futuro laboral? La propuesta de reforma del Código Laboral promete generar un intenso debate en los próximos meses. Mientras el gobierno trabaja en los detalles del proyecto de ley, tanto empresarios como trabajadores esperan con ansias ver cómo estos cambios afectarán al futuro del empleo en el país. La pregunta que todos se hacen es si las reformas propuestas serán suficientes para cumplir con la promesa de 500.000 nuevos empleos o si, por el contrario, podrían generar más incertidumbre en un mercado laboral ya frágil.