María Cielo Flecha se aferró a su pasión y hoy lidera una exitosa pastelería

María Cielo Flecha, segura de lo que le gustaba hacer, se aferró a su pasión y decidió adquirir técnica y mucho conocimiento, para eso salió al mundo y se enfrentó a grandes desafíos que lograron enriquecer aún más su aprendizaje. Hoy la joven dirige su propio negocio, María Cielo Pastelería, y cuenta a El Nacional un poco de su historia.

¿Cómo nació tu pasión por la pastelería?

Vengo de una familia donde mi abuela y tías son amantes de la cocina, y así descubrí que me gustaba la pastelería, impulsada por la curiosidad y por aprender algo nuevo, me fui enamorando de la pastelería, que yo lo veo como una forma de arte comestible

¿Cuáles fueron tus principales desafíos cuando ya te diste cuenta de que querías ser profesional?

Emprender en el mundo de la pastelería y en el mundo gastronómico en general puede ser emocionante y gratificante, pero también conlleva ciertas dificultades. El sector suele ser altamente competitivo, con una gran cantidad de restaurantes, cafeterías, pastelerías y otros negocios similares compitiendo por la atención de los clientes. Destacarse es un gran desafío.

La presentación de un producto de pastelería es clave para atraer a los clientes. Un buen diseño, una decoración que destaque y una presentación cuidada pueden hacer que los productos sean más atractivos, sobre todo mantener un estándar de calidad. Como mencionaba, un buen producto de pastelería no solo se trata de sabor y presentación, sino también de consistencia, innovación y satisfacción del cliente.

Contanos un poco sobre tu visión de ir a especializarte en el extranjero…

Si bien en el inicio de mi incursión a la pastelería no me hubiese imaginado llegar a obradores y cocinas en las que estuve, hoy estoy muy agradecida de haber podido pasar por esos lugares, sobre todo destaco que este oficio implica dedicarle muchas horas, es trabajar en fechas festivas, es madrugar para tener un producto fresco y del día. Pero siempre está esa recompensa de generar un momento de alegría, de compartir con los demás, de festejar, celebrar.

Fue muy gratificante hacer prácticas en diferentes áreas de la pastelería, estuve de ayudante de pastelería en un curso de pastelería vegana, en producción de postres de vidriera de L’atelier Barcelona, en el restaurante Hofmann de 1 estrella Michelin en el área de postres. Y también trabajé con el equipo de bollería de Hofmann, el cual obtuvo varios premios como por ejemplo mejor croissant artesano de España.

¿Qué aprendizajes más grandes te dejó haber trabajado en pastelerías del mundo?

Técnicamente, aprendí un montón, cada profesor es un mundo de conocimientos, la pastelería tiene mucho de prueba/error, pero también tiene una base científica importante, cada ingrediente en cada preparación tiene una función.

Aprendí a trabajar en diferentes áreas de la pastelería, tuve jefes con mucha trayectoria y muy abiertos a compartir conocimientos.

¿Cómo es hoy tu presente en el mercado y cuáles son tus proyectos?

Estoy trabajando en mi emprendimiento “maría cielo pastelería” donde hacemos pedidos de diferentes postres, ya sea para un domingo en familia, una celebración, un cumpleaños, etc. O simplemente para regalarse a uno mismo un momento dulce, ya sea con nuestras trufas, cheesecakes, tartas dulces o tortas.

A futuro el sueño es crecer y tener un local abierto al público donde uno pueda ir a desayunar, merendar o simplemente pasar el rato. Un local que se destaque por los sabores, por la calidad de la materia prima y por ende la calidad del producto ofrecido.

¿Qué le dirías a las profesionales del rubro que quieren emprender el mundo gastronómico?

La industria gastronómica es diversa y siempre cambiante. Hay que buscar oportunidades para aprender nuevas técnicas y mejorar las habilidades. La educación continua ayuda a mantenerse actualizado. Es muy importante definir tu propuesta de valor, algo único, que ayude a que te destaques en el mercado.