Incremento del 21% en el sistema bancario refleja una economía sólida

El cierre del año 2023 ha sido motivo de celebración para el sistema bancario en Paraguay, que ha reportado sólidos números en términos de rentabilidad, con un impresionante aumento del 21% sobre el patrimonio. Esta cifra, destacada por referentes del sector, no solo refleja el desempeño financiero de los bancos, sino que también señala la salud general de la economía del país, caracterizada por un crecimiento firme y una inflación bajo control.

Liz Cramer, presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban), señaló que el año pasado estuvo marcado por un efecto de recuperación, especialmente después del rezago provocado por la pandemia en el 2022. Este efecto rebote se tradujo en resultados positivos para el sistema financiero, con una rentabilidad promedio del 21% sobre el patrimonio, alimentada por un entorno económico dinámico.

Cramer explicó que el crecimiento sólido del Producto Interno Bruto (PIB) y una inflación controlada contribuyeron significativamente a los buenos resultados del sistema bancario. Esto se vio reflejado en un aumento del 11% en la retención de depósitos por parte de la población, así como en una expansión del 12% en los créditos, con tasas de interés atractivas que impulsaron la rentabilidad del sector.

En cuanto a la Tasa de Política Monetaria (TPM) fijada por el Banco Central del Paraguay (BCP), que se mantuvo en el 8,5% durante gran parte del 2023, Cramer destacó su papel crucial en el establecimiento de los costos del dinero para los préstamos. Esta estabilidad contribuyó en gran medida a los buenos resultados del sector bancario.

Mirando hacia el futuro, Cramer señaló que la tasa de referencia está en declive, lo que llevará a una competencia más saludable entre los bancos para determinar los niveles de costos del dinero, lo que podría resultar en tasas de interés más competitivas para los solicitantes de créditos. Además, resaltó la solidez del sistema financiero paraguayo y la necesidad de estar atentos a los cambios y desafíos, incluidos los relacionados con factores climáticos que pueden impactar en sectores clave de la economía y, por ende, en el sistema financiero.

Las perspectivas para el año en curso son alentadoras, con un pronóstico de crecimiento del PIB cercano al 4.5% y una inflación controlada. Sin embargo, es crucial mantener la vigilancia y la adaptabilidad ante los cambios que puedan surgir en el entorno económico y financiero del país.