Desafíos económicos en el sector gastronómico durante el primer mes del año

A pesar de las abundantes festividades y el próspero cierre del año en diciembre, el sector gastronómico de Paraguay se enfrenta a un brusco cambio en enero, con un repentino declive en el flujo de dinero que afecta especialmente a los locales de Asunción. El presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), Oliver Gayet, compartió con El Nacional la compleja situación que enfrentan los establecimientos de la capital y cómo buscan sortear los desafíos financieros del primer mes del año.

Según Gayet, en Asunción, enero se caracteriza por una significativa caída en la actividad comercial de los locales gastronómicos. Sin embargo, en contraste, áreas como Encarnación, San Bernardino y Altos experimentan un impresionante incremento en las ventas de los establecimientos de este rubro.

Ante esta situación, los restaurantes de la capital se ven obligados a implementar diversas alternativas para afrontar la escasez de clientes. Estrategias como otorgar vacaciones a los empleados, ofrecer atractivas promociones o incluso cerrar temporalmente debido a la baja afluencia de personas son las opciones más viables.

Gayet explicó: “Es lo único que los locales pueden hacer, alguna otra estrategia no existe en Asunción, al menos porque no hay nadie, se vacía y esa es la realidad de la cosa”. Destacó que las verdaderas estrategias se despliegan a partir de febrero, especialmente con la celebración del Día de los Enamorados, una fecha que impulsa a las personas a regresar a los establecimientos gastronómicos.

“Hasta el 14 de febrero, los restaurantes están muy tranquilos, ya que sigue siendo un mes bastante bajo debido a la falta de liquidez y a los numerosos gastos, como los relacionados con escuelas y universidades. Aun así, el Día de los Enamorados promete un pico de ventas en comparación con enero”, agregó Gayet.

En un intento por contrarrestar los efectos negativos de enero, algunos establecimientos gastronómicos optan por abrir sucursales temporales en ciudades con mayor afluencia de personas durante el verano, como Encarnación y San Bernardino. Esta estrategia temporal busca aprovechar el auge turístico en estas localidades y mitigar los impactos económicos del período inicial del año.