Se observan cambios en el consumo de carne y stock bovino en EE. UU. proyectados para el 2024

El panorama del consumo de carne vacuna y el estado del stock bovino en Estados Unidos experimentarán cambios significativos hasta 2024, según las proyecciones presentadas por Steiner Consulting Group durante la reunión anual de la MICA. En 2022, el consumo per cápita de carne vacuna alcanzó su punto máximo de los últimos años, marcando el inicio de una tendencia a la baja que se espera que continúe al menos hasta 2025.

La reducida disponibilidad de carne vacuna, combinada con precios más elevados, está provocando que esta proteína animal pierda competitividad frente a otras opciones en el mercado. Según las estimaciones, se espera que el consumo per cápita disminuya en un 2,3% este año y un 5,1% adicional el próximo, alcanzando las 77,8 libras (35,3 kilos) por persona al año. Para 2025, se proyecta un descenso adicional, llegando a 75,8 libras (34,4 kilos) por persona anualmente.

Paralelamente, se anticipa que el rodeo vacuno en Estados Unidos experimente su quinto año consecutivo de disminución para el 1 de enero de 2024. Según las previsiones de la consultora, el rodeo disminuirá un 2,7% anual, alcanzando los 86,9 millones de cabezas, el nivel más bajo en 70 años, remontándose a principios de la década de 1950.

Esta disminución afectará todas las categorías, destacando la contracción del 2,5% anual en las vacas de cría de razas carniceras, que se proyecta que alcanzarán los 28,2 millones. Sin embargo, se sugiere que la recuperación del rodeo de cría podría iniciar a partir de 2025, marcando un posible cambio en la tendencia.

La consultora Steiner también pronostica una contracción en la faena de vacas de razas carniceras, representando el 17,3% del rodeo en 2023 y descendiendo aún más a un 15,4% en 2024. Estos datos reflejan un descenso del 5,5% en las vacas faenadas en el año en curso, seguido por una caída adicional del 12,5% el próximo año. A pesar de estos cambios, Steiner destaca que la faena de vacas y toros evoluciona en cantidades similares al promedio de los últimos cinco años, aunque con un stock notablemente menor.

En resumen, el escenario para el consumo de carne y el stock bovino en Estados Unidos está experimentando transformaciones significativas, lo que podría tener repercusiones tanto en la industria ganadera como en las preferencias alimentarias de la población estadounidense en los próximos años.