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Economía

La crisis sobre el presupuesto y la extorsión en la política paraguaya

Santiago Peña. Foto: Gentileza.

Santiago Peña. Foto: Gentileza.

En una sorprendente declaración que ha sacudido los cimientos políticos de Paraguay, el presidente de la República, Santiago Peña, ha acusado a los diputados y senadores de extorsionarlo con la exigencia de un aumento salarial de G. 5.000.000. Esta demanda, según Peña, se ha convertido en una carta de negociación para la aprobación del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2024. Esta revelación ha provocado una gran indignación en la ciudadanía, que ya lidia con una notable desigualdad salarial y una creciente inquietud sobre la influencia de la política en las decisiones económicas.

La acusación del presidente Peña pone de manifiesto un problema crónico en la política paraguaya, donde los intereses partidistas y personales a menudo eclipsan la búsqueda del bienestar económico y la estabilidad. La extorsión en la arena política, si se confirma, no solo socava la integridad del proceso democrático, sino que también pone en peligro el futuro económico del país.

Desigualdad salarial y crisis Económica

El contexto en el que se desenvuelve esta controversia es crucial para comprender su gravedad. Paraguay ha estado luchando durante años con una notable desigualdad salarial. El hecho de que los legisladores busquen aumentar sus salarios en un momento en que la mayoría de los paraguayos a duras penas llega a fin de mes es profundamente perturbador. Esta desigualdad salarial ha sido objeto de críticas durante mucho tiempo y ha contribuido a la creciente insatisfacción de la población.

Política y economía: Una relación problemática

El problema subyacente es que los pilares económicos del país parecen estar basándose en cuestiones netamente políticas, en lugar de considerar lo que es económicamente conveniente para todo Paraguay. La economía no debería estar sujeta a las tácticas políticas ni a extorsiones. Esta intersección entre la política y la economía ha estado presente durante mucho tiempo en la historia del país, y los efectos se vuelven cada vez más evidentes.

La opinión de los expertos

Jorge Garicoche, un destacado economista, ha señalado que el PGN no puede ni debe estar sujeto a extorsiones ni a maniobras creativas que pongan en riesgo la prudencia macroeconómica. Garicoche hace hincapié en que las leyes y regulaciones económicas deben ser sólidas y consistentes para garantizar la estabilidad económica a largo plazo. Además, el economista enfatiza que la situación actual se asemeja a casos previos en los que se realizaron ajustes en las políticas económicas para satisfacer necesidades políticas inmediatas.

La necesidad de reglas claras

Para abordar esta crisis, Garicoche sugiere la necesidad de impulsar una nueva Ley de Responsabilidad Fiscal. El sistema de leyes en Paraguay a menudo anula o contradice los fundamentos económicos, lo que lleva a decisiones económicas poco sólidas. La solución, según el economista, radica en un pacto político que garantice el cumplimiento de estas reglas claras y que evite que la política interfiera en decisiones económicas sensatas.

En resumen, la acusación de extorsión por parte del presidente Peña ha destapado una crisis política y económica en Paraguay. La notoria desigualdad salarial en el país se combina con la influencia política en las decisiones económicas, lo que plantea preguntas fundamentales sobre la integridad de la política y la economía en la nación. La solución parece estar en la creación de reglas económicas sólidas respaldadas por un pacto político que garantice la estabilidad económica y evite que la política socave el bienestar de Paraguay.

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