La agricultura paraguaya: motor económico y desafíos climáticos en el 2023

El Presidente de la Unión de Gremios de la Producción, el Ing. Héctor Cristaldo, ha ofrecido un análisis esclarecedor sobre el estado de la agricultura en Paraguay y su impacto en la economía del país, al destacar un alto dinamismo económico, principalmente derivado de la recuperación del sector agrícola. Según sus declaraciones, el buen año para la producción agrícola se ha convertido en un pilar fundamental para la revitalización de la economía nacional.

En este sentido, subrayó que la agricultura es el motor de la economía paraguaya, y la soja ocupa un lugar central como el principal rubro. El exitoso desempeño de la campaña anterior ha tenido un efecto positivo en toda la cadena de comercio relacionada con el sector, incluyendo la venta de maquinaria e insumos, lo que ha generado un mayor dinamismo en la economía en su conjunto.

El impacto en términos macroeconómicos es notable, con un aumento en el ingreso de divisas, la estabilidad del dólar y una mayor previsibilidad en la economía. Estos factores posicionan a Paraguay como uno de los países con mayor crecimiento proyectado para este año.

El Ing. Cristaldo hizo hincapié en la situación en la que se encontraba el sector en el año 2022, caracterizado por la paralización de muchas inversiones debido a desafíos financieros causados por la caída en los rendimientos de la soja. Sin embargo, este año se ha observado una recuperación en el campo y un aumento en la actividad económica relacionada con la agricultura. Señaló que, si bien los resultados futuros dependerán de las condiciones climáticas y del mercado, el panorama es alentador.

En cuanto a la campaña de soja 2023-2024, el Ing. Cristaldo expresó que, si bien se inició con buenas expectativas, han comenzado a surgir algunas dificultades climáticas. La falta de lluvias en el norte del país ha generado preocupación, ya que la siembra avanza a un ritmo lento. Además, en algunas regiones, las prácticas de contingencia se han vuelto necesarias para enfrentar el estrés hídrico.

En lo que respecta al trigo, el clima ha propiciado enfermedades que han afectado tanto la calidad como los rendimientos en diferentes regiones, y el mercado aún no se ha reactivado por completo. En cuanto al maíz zafriña, se han logrado buenos rendimientos, aunque persisten ciertas dificultades de precios. No obstante, el mercado está mostrando signos de movilidad positiva.

En resumen, el sector agrícola de Paraguay está experimentando un resurgimiento que está contribuyendo significativamente a la recuperación económica del país. A pesar de los desafíos climáticos que se presentan, las perspectivas para la agricultura siguen siendo favorables, y el buen desempeño de la temporada anterior ha sentado las bases para un futuro prometedor en el ámbito agrícola.