Productores de papa y cebolla, preocupados por la competencia extranjera

Los productores frutihortícolas del departamento de Paraguarí han expresado su preocupación ante la persistente entrada de productos importados en el mercado, lo que amenaza la cosecha local. A pesar de los esfuerzos por impulsar la producción nacional, la competencia extranjera, ya sea a través de canales legales o ilegales, sigue siendo una preocupación constante. Esto se traduce en costos más altos para los consumidores, ya que productos de Argentina y Brasil continúan inundando el mercado, según señalaron los agricultores locales.

Uno de los agricultores locales, Estacio Curtido, señaló que esta situación persiste a pesar de las recientes declaraciones del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), que informó a comerciantes, consumidores e importadores que ya no hay disponibilidad de papa convencional legalmente importada en el mercado nacional.

Curtido expresó su frustración, diciendo: “Ya estamos con toda la producción lista para la venta, con al menos unas 400 hectáreas de papa solo en el departamento de Paraguarí, pero vemos que no está teniendo el alcance que necesitamos, porque se sigue prefiriendo lo importado a pesar de que es más caro. No entendemos cómo traen productos del extranjero y no valoran lo nacional”.

En cuanto a los precios, el agricultor explicó que la cebolla nacional se vende a precios que oscilan entre G. 35,000 y G. 40,000 por bolsa, mientras que la papa nacional se vende entre G. 60,000 y G. 70,000 por bolsa para las de mejor calidad, y alrededor de G. 25,000 a G. 30,000 por bolsa para las producciones más pequeñas.

En comparación, los comerciantes están dispuestos a pagar hasta G. 130,000 por bolsa de papa argentina, lo que refleja un marcado contraste con los precios locales. Los agricultores esperan que los precios de sus productos alcancen al menos los G. 90,000 a G. 100,000 por bolsa para que la actividad sea rentable, dado que los costos de producción son elevados, incluyendo inversiones en abonos, herbicidas y tecnología, como sistemas de riego eficientes, para garantizar la eficiencia en la producción.

La competencia con los productos importados sigue siendo un desafío significativo para los productores nacionales, que buscan apoyo y reconocimiento para sus esfuerzos en la producción local de alimentos.