Pérdidas millonarias y malestar regional: Argentina enfrenta críticas por peaje en la hidrovía

El peaje aplicado por Argentina en la hidrovía Paraná-Paraguay ha desencadenado una denuncia en la Cámara de Senadores de Paraguay, que revela un perjuicio económico acumulado de 3 millones de dólares hasta la fecha. La medida unilateral ha generado malestar en la región, provocando el rechazo de países vecinos, cancilleres y el Poder Legislativo de Paraguay.

La Cámara de Diputados respaldó al Ejecutivo y aprobó un proyecto que busca recuperar la libre navegabilidad en la hidrovía y exige a Argentina que respete el acuerdo de transporte fluvial. En consonancia, el Senado también se pronunció, aprobando un proyecto de declaración que recuerda al Gobierno argentino la vigencia de los acuerdos internacionales sobre el transporte fluvial y exige la eliminación del cobro arbitrario.

El documento emitido por las autoridades paraguayas destaca que la aplicación del peaje de forma unilateral atenta contra la libertad de navegación de las embarcaciones que circulan en la hidrovía, generando tensiones en la región y afectando las operaciones comerciales y económicas.

En medio del creciente conflicto, el futuro canciller, Rubén Ramírez, anunció que el problema será abordado el 15 de agosto, durante un acto de asunción de Santiago Peña. Se espera que este encuentro permita discutir el tema con los mandatarios de la región y buscar soluciones consensuadas.

El impacto económico hasta la fecha se estima en 3 millones de dólares, pero las proyecciones indican que el sobrecosto anual podría alcanzar los 50 millones de dólares si la situación persiste. Esta situación ha encendido las alarmas en el ámbito comercial y político de la zona, pues la hidrovía Paraná-Paraguay es una importante vía de transporte y comercio para varios países de la región.

El cobro del peaje ha sido catalogado como arbitrario y contraproducente, generando tensiones diplomáticas entre Argentina y Paraguay. La hidrovía, que conecta a ambos países, ha sido históricamente una ruta de transporte vital para la exportación e importación de mercancías, por lo que la imposición del peaje ha generado preocupación en la comunidad empresarial y el sector logístico.

Se espera que las discusiones en agosto arrojen luz sobre el tema y se logren soluciones que permitan restaurar la normalidad en la navegación y el comercio en la hidrovía. El llamado a respetar los acuerdos internacionales y buscar un entendimiento diplomático es una prioridad para evitar un mayor deterioro en las relaciones entre los países involucrados y para proteger la estabilidad económica regional.