El Poder Ejecutivo oficializa la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios

El Poder Ejecutivo de Paraguay promulgó la ley que establece la creación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios. Esta nueva entidad resulta de la fusión de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la Dirección Nacional de Aduanas.

Con esta medida, el gobierno busca optimizar y simplificar la gestión fiscal y aduanera, lo que se traducirá en una administración tributaria más eficiente y efectiva. La creación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios representa un avance significativo en la modernización y fortalecimiento de la recaudación de impuestos y aranceles, con el objetivo de aumentar los ingresos del Estado y mejorar el control y la transparencia en el manejo de los recursos públicos, sostienen los proyectistas de la iniciativa que ahora es una realidad.

Recordemos que la propuesta de creación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios ha generado controversia entre varios gremios de contadores, tributaristas e importadores en Paraguay, quienes se han manifestado en contra de la medida y han solicitado que se rechace la normativa o, al menos, se postergue el estudio del documento.

Uno de los principales puntos de desacuerdo radica en que consideran que la fusión de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la Dirección Nacional de Aduanas es problemática debido a que son entidades con formas de operar absolutamente diferentes.

Además, se critica la falta de previsiones en el proyecto respecto a responsabilidades y sanciones por mal desempeño de los funcionarios, a pesar de mencionarse las atribuciones y potestades que tendría la nueva Dirección.

Los gremios también expresan preocupación sobre la vulnerabilidad de la institución ante actividades dolosas, ilegales y criminales, ya que no se tomarían en cuenta las normas vigentes del Gafilat, que busca combatir el lavado de dinero, el narcotráfico y los giros ilegales al terrorismo.

Otro punto de crítica es la cantidad de funcionarios que se tendrían tras la fusión. Se estima que la nueva Dirección contaría con unos 2.300 empleados, lo que va en contra de la idea de convertir a la institución en un ente tecnológico, más ágil y eficiente.

Estos cuestionamientos planteados por los gremios generan un debate en torno a la conveniencia y viabilidad de la creación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios. Si bien el objetivo de optimizar y simplificar la gestión fiscal y aduanera es loable, la falta de consenso y la preocupación por posibles repercusiones negativas en la lucha contra actividades ilícitas plantean retos importantes.