Polémica fusión tributaria y aduanera: dudas y desafíos en su implementación

La iniciativa de fusionar la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y Aduanas para crear un único ente recaudador ha dado lugar a un enérgico debate en el ámbito empresarial y económico de Paraguay. Esta propuesta, que se encuentra cercana a convertirse en una realidad, ha generado diversas posturas entre los actores involucrados, quienes analizan con atención sus implicancias y posibles consecuencias para el país.

El economista Manuel Alarcón, figura destacada en el campo de las políticas económicas y fiscales, ha planteado un enfoque crítico y constructivo respecto a la fusión. Desde su perspectiva, esta decisión debe trascender una mera medida administrativa y convertirse en una política de Estado con una visión integral y holística del país. Esto implica considerar no solo los aspectos técnicos y operativos de la fusión, sino también el impacto en el sistema económico y social de Paraguay.

“La fusión, creación y/o supresión de organismos y entidades del Estado debe responder a una visión global, es decir, a una política de Estado en función al diseño óptimo y funcional del Estado que queremos y no constituir un proyecto aislado como se viene observando hasta el momento”, mencionó Alarcón en una entrevista para El Nacional.

La relevancia de este proceso radica en la consolidación de un nuevo ente recaudador, con responsabilidad sobre una parte vital de la economía paraguaya: la recaudación tributaria. La reorganización de los organismos fiscales representa una oportunidad para mejorar la eficiencia y efectividad en la gestión de los ingresos públicos, lo cual es esencial para el desarrollo sostenible del país.

No obstante, la preocupación principal de Alarcón recae en la forma en que se ha gestado y se llevará a cabo la fusión. La falta de una visión global y participativa, en la que se involucre a diversos actores económicos y sociales, podría poner en riesgo el éxito de la medida. Es fundamental que la fusión sea fruto de un proceso consultivo y transparente, en el que se analicen todas las implicaciones y se definan estrategias para superar eventuales obstáculos.

“Así como se observa hasta ahora, estamos viendo que tendremos un nuevo ente descentralizado, tal como ya lo es la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) y la Dirección Nación de Contrataciones Públicas (DNCP) con lo cual se observaran criterios “nuevos” y “diferentes” a los definidos y aplicados por el Ministerio de Hacienda (o el futuro Ministerio de Economía y Finanzas) para la Administración Central”, detalló.

Entre los aspectos clave a considerar se encuentra la selección del personal que integrará el nuevo ente recaudador. Alarcón advierte que si esta etapa no se realiza con criterios objetivos y basados en el mérito, podrían persistir ineficiencias y prácticas perjudiciales para la gestión fiscal. Garantizar la idoneidad y capacitación del personal resulta esencial para maximizar los beneficios de la fusión.

“La fusión entre la SET y Aduanas en teoría es buena, pero en la práctica se podrían dar las siguientes situaciones:

• Una nueva entidad con los mismos vicios (¿se hará un concurso de méritos y aptitudes a los funcionarios que formarán parte de la nueva entidad?).
• Si no se da la selección de los mejores, solo tendremos más salarios para los mismos funcionarios que no responden a los estándares de calidad.
• Discrecionalidad en los criterios de distribución en la participación en las multas aplicada lo que puede generar (o degenerar) incentivos perversos” indicó el economista.

El corto, mediano y largo plazo presentan desafíos distintos para la iniciativa. A corto plazo, la promulgación de la ley de fusión y la asignación adecuada de recursos presupuestarios serán determinantes para los resultados inmediatos. La implementación y ajuste requerirán tiempo y esfuerzo, por lo que será clave contar con un proceso de transición bien planificado.

“Los efectos de corto plazo dependerán de la manera en que sancione y promulgue la ley de fusión de estas entidades. Creo que si se tiene una nueva entidad antes de la aprobación del PGN 2024 todo el año 2024 será de implementación y adecuación. A mediano y largo plazo si no se procede al tan añorado y esperado rediseño del sector público en el Paraguay, se profundizarán las asimetrías entre entidades del sector público y así como se profundizaran las diferencias (negativas) con relación a los trabajadores del sector privado”, indicó

A mediano y largo plazo, el éxito de la fusión estará sujeto a la capacidad de reconfigurar el sector público en Paraguay. Esto implica una revisión y optimización de los procesos administrativos, la eliminación de duplicidades y la búsqueda de eficiencias en la gestión. Solo a través de un rediseño profundo y bien ejecutado, el país podrá garantizar la sostenibilidad y efectividad de la nueva entidad recaudadora.

En lo que respecta a los contribuyentes, Alarcón enfatiza que la fusión no debería afectar negativamente el relacionamiento con ellos. En la actualidad, las tecnologías avanzadas ofrecen herramientas poderosas para agilizar la labor tributaria y mejorar la experiencia de los contribuyentes. Aprovechar estas innovaciones será crucial para mantener un sistema tributario eficiente y confiable.

No obstante, el economista advierte que si la fusión no se implementa adecuadamente, podrían surgir mayores costos en la gestión estatal. Es esencial evitar un aumento en la burocracia y en la discrecionalidad del manejo de los recursos públicos. El objetivo último es alcanzar un “Estado eficiente, eficaz y presente” que pueda responder de manera efectiva a las necesidades de la sociedad y promover el desarrollo económico y social del país.

“La fusión de estas 2 entidades (SET-DNA) no debe en ningún momento ni sentido incidir negativamente en el relacionamiento con los contribuyentes. En ese punto, y dado el avance tecnológico imperante, no creo que deba de haber mayores observaciones, sino que tan solo mayores costos (o sobrecostos) a nivel de la gestión del Estado, es decir, seguiremos profundizando las asimetrías entre el manejo discrecional de lo público con relación a lo que debe realizar un Estado eficiente, eficaz y presente”, finalizó.

En conclusión, la fusión de la Subsecretaría de Estado de Tributación y Aduanas en Paraguay representa una oportunidad significativa para fortalecer la gestión fiscal y optimizar los recursos públicos. Sin embargo, su éxito dependerá de un enfoque integral, una planificación estratégica y una ejecución efectiva. La colaboración entre diferentes actores, la transparencia y el compromiso con el bienestar del país serán fundamentales para asegurar que la iniciativa cumpla con sus objetivos y contribuya al crecimiento sostenible.