El día en que la rabadilla se volvió noticia

De acuerdo a mi madre, no existe mejor corte vacuno que la rabadilla para unas milanesas, casi un patrimonio de nuestra gastronomía casera.

La semana pasada, recorriendo por la calles, me topé con un pasacalle, de esos que utilizan los comercios para promocionar lo mejor que tienen y a buen precio. A lo lejos, pude leer: “rabadilla”, y ya se me hizo agua la boca, pero al acercarme me encontré con la triste realidad de que el  corte se promocionaba a casi G. 53.000 el kilogramo, bastante “salado” y difícil de digerir, en tiempos en que los ingresos apenas alcanzan para la gran mayoría de la población.

El precio me llamó la atención, pues suelo hacer las compras para la casa y en el Twitter incluso algunos me tildan como el policía de las góndolas, pues manejo al dedillo los precios de productos de la canasta básica, como cualquiera que frecuenta supermercados; de ahí también las frecuentes críticas al cálculo de inflación que realiza el Banco Central del Paraguay ( BCP), no por el cálculo en sí, sino por la representatividad sobre lo que realmente gastamos los paraguayos de a pie.

De hecho, ni bien compartí la imagen del pasacalle en redes, hubo una avalancha de quejas  por los precios de la carne vacuna y otros alimentos de la canasta básica. El tuit en cuestión, al cierre de esta edición, contaba con casi 50 mil visualizaciones y decenas de comentarios, en su gran mayoría con quejas contra el sector ganadero.

Uno de los internautas mencionó:  “A este ritmo, tendremos que trabajar por un kilo de carne”; otro mencionó: “Dejamos de comer carne vacuna, solo de cerdo y pollo”. Mientras algunos aprovecharon el posteo para compartir precios más accesibles del mismo corte en algunos locales e incluso propietarios de carnicerías hicieron su promoción.

💸Y conste que está en promoción,. en que mundo loq ue viven quienes hacen el cálculo de inflación, les falta baño de realidad social pic.twitter.com/aSAAYgeYUh

— Alfredo Schramm (@ElediTHOR) July 8, 2023

El mercado

En nuestro país rige el libre mercado, con oferta y demanda fijando los precios. De hecho, existe un gran diferencia de precios para un mismo corte, incluso en locales que no quedan alejados unos de otros, de acuerdo a las imágenes compartidas en la red, entre paréntesis.

Pero ¿por qué está tan salada la carne? Según los productores pecuarios, son los frigoríficos los que fijan los precios, quedando un escaso margen de rentabilidad para el sector. Los supermercadistas también  alegan ser tomadores de precios y con escaso margen de rentabilidad. De hecho, uno de los referentes del sector facilitó la planilla de precios repasados por los frigoríficos que lo proveen y, según su documento, el margen máximo no pasaba del 12 %.

Hace años que desde la Asociación Rural del Paraguay (ARP), vienen denunciando, incluso ante la Comisión Nacional de la Competencia, un oligopolio comandado por plantas industriales, de capital mayoritariamente brasileña algunos, que fijan precios. Al cierre de esta edición, no fue posible obtener una versión de estos actores.

El creciente mercado de exportación y los  precios mismos de la carne en el mercado internacional tampoco ayudan a que ciertos cortes se abaraten en el mercado doméstico.

Redondeando, el tema es sumamente sensible pues afecta al plato del paraguayo, carnívoro de por sí y más en un contexto en donde los precios de alimentos no se detienen, mientras los ingresos se mantienen estancados. En otras palabras, la carne es más salada cuando se pierde poder adquisitivo.