Deuda del Gobierno con las constructoras afectó seriamente a empleos para el sector

El Nacional conversó con el ingeniero Daniel Díaz de Vivar, actual titular de la Cámara Paraguaya de la Construcción (CAPACO), cuyas empresas aglutinan una gran cantidad de obras encaradas por el Gobierno Nacional. Díaz habló sobre la situación actual del rubro en una época difícil para todos los sectores.

“El rubro de la construcción ha sido muy afectado por el atraso en los pagos que hizo acumular una deuda de alrededor de USD. 400 millones este año. Afectó seriamente el desempeño de otros sectores que dependen de la construcción, tanto industriales como de servicios. Hablamos de la metalúrgica, vidrios y aluminio, proveedores de insumos en general, servicios de flete y más. Esto tuvo una implicancia directa sobre el empleo que se vio muy afectado en el segundo trimestre de este año”, dijo.

Ante esta situación, el profesional pidió llamar a la reflexión sobre la importancia de mantener los niveles de inversión en infraestructura. “Para cubrir el déficit para hacer frente a los objetivos 2030 se estima en USD 23.000 millones. También es importante mantener los niveles de inversión para sostener y generar más empleo, a través de las obras, sobre todo, a través de la mejora de la competitividad país que solo se obtiene con mejores condiciones de infraestructura”, explicó.

Afirmó que el Paraguay está generando un enorme interés internacional que debe ser acompañado con inversión en infraestructura para atraer inversión que genere empleo formal, y traiga consigo mayor bienestar para la población.

Asimismo, como gremio reconoce el esfuerzo que ha hecho este gobierno en mantener los niveles de inversión en infraestructura en torno a los USD. 1.000 millones por año, “eso se ha visto reflejado en el incremento considerable de rutas asfaltadas. Nuestro norte debe ser la mejora continua para la mejora de la competitividad del país”, agregó.

También enfatizó en que no se trata solo de nuevas rutas y mantenimiento de la infraestructura ya existente, sino también de muchas otras carencias que afectan sectores claempelve como la salud y la educación. Remarcó que la inversión en infraestructura debe hacer mucho énfasis en la educación, en el acceso a agua potable y saneamiento.

Respecto a la actual deuda que mantiene el MOPC con las constructoras y si esto podría frenar el desarrollo de obras emblemáticas, respondió que esperan no tener que llegar a eso. “Antes de frenar las obras hay muchos otros problemas por delante que son igual de importantes y que debemos evitar. El desempleo es el principal”, enfatizó.

Daniel Díaz de Vivar, presidente de Capaco. Foto: Gentileza.

La importancia de invertir en infraestructura

El último ránking del Índice de Infraestructura del Foro Económico Mundial dado a conocer antes de la pandemia, indica que de un total de 141 países, Paraguay se encuentra en el puesto 126 en materia de calidad de la infraestructura vial. A nivel regional, nuestro país aparece muy por debajo de Chile (42), Argentina (68), Brasil (78) y Uruguay (65).

Consultado sobre este punto, Díaz de Vivar explicó que, pese al esfuerzo que se ha realizado en la última década, el déficit de infraestructura en Paraguay sigue siendo de aproximadamente USD 23.000 millones, de acuerdo con estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Sabemos que el nivel de inversión en infraestructura en Paraguay ha sido variable en los últimos años. Entre el 2011 y 2020, el promedio de inversión de la Administración Central ha sido de 2,25% del PIB, siendo el primer año de la pandemia, el 2020, el de una inversión récord de 3,6% del Producto Interno Bruto”, destacó.

“Si bien, no somos un país de ingresos altos, y nuestra inversión en obras está financiada principalmente con deuda, es en este punto donde tenemos que preguntarnos, qué tipo de país queremos ser: un país con un enfoque “conservador” de las finanzas públicas, pero donde los ciudadanos mueren arrastrados por raudales debido al déficit en infraestructura, o un país que apuesta al desarrollo de más carreteras, aeropuertos, sistemas de desagüe, puertos, en fin, más competitividad logística que atraiga la inversión, genere nuevas industrias, y, por ende, generación de renta para el fisco a través de impuestos, y miles de empleos formales. Esa es la verdadera discusión”, finalizó.