Zozobra entre empleados del conglomerado de Cartes

Siguen las derivaciones en torno al pronunciamiento del Gobierno de Estados Unidos, que calificó al expresidente de la República, Horacio Cartes, de significativamente corrupto, a finales de la semana pasada.

De un tiempo a esta parte, el Gobierno norteamericano viene poniendo bajo su lupa las operaciones financieras y los negocios de Cartes. La gota que rebasó el vaso fue el avión iraní que aterrizó en suelo paraguayo para supuestamente hacer negocios con la tabacalera que hace parte del grupo empresarial, Tabesa.

Por un lado, en el ámbito político prosiguen las negociaciones por los votos necesarios en Diputados para dar curso al juicio político a la fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez, quien es sindicada por el oficialismo colorado y gran parte de la oposición como encubridora de casos relacionados al lavado de dinero vinculados al Grupo Cartes y su exsocio de negocios Darío Messer, quien ya tiene condena en Brasil.

En esta línea, el comunicado del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, señala que el expresidente Cartes obstruyó una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional para protegerse a sí mismo y a su socio criminal de un posible enjuiciamiento y daño político.

Estas acciones socavaron la estabilidad de las instituciones democráticas de Paraguay al contribuir a la percepción pública de corrupción e impunidad dentro del despacho del presidente paraguayo”.

Por el otro, se cierra el cerco en torno a las empresas pertenecientes al conglomerado Cartes, tras la cesación de cuentas bancarias de su buque insignia Tabesa por parte del estatal Banco Nacional de Fomento (BNF) y la promulgación de la ley que establece mayores controles a la industria tabacalera.

Pero lo que paró las orejas de los funcionarios del pool de empresas fue el comentario del exministro de Industria y Comercio y actual gerente en una de las empresas del grupo Cartes, Gustavo Leite, quien en entrevista con Telefuturo el domingo pasado dio a entender que no habría cómo cubrir salarios en todo el conglomerado tras los últimos acontecimientos.

“Mañana es el 25 (por ayer lunes) y no va a haber para pagar sueldos en muchos lados”, dijo Leite.

La preocupación de los empleados se hizo sentir en grupos de redes sociales y aplicaciones de mensajerías. Vale recordar que el Grupo emplea directamente a más de 7.000 personas a través de más de 60 unidades de negocios.

BCP analiza escenarios

Por otro lado, en comunicación con altos funcionarios del Banco Central del Paraguay (BCP),  señalaron que vienen siguiendo de cerca las derivaciones y los distintos escenarios que se abren de ahora en más y que podrían incidir en la estabilidad del sistema financiero paraguayo, incluso un eventual bloqueo de activos del Grupo, aunque consideran “poco probable”.

Lo que actualmente preocupa más al Central y al Equipo Económico Nacional (EEN) es el reporte de Gafilat que podría poner a Paraguay en su lista de países lavadores de dinero, lo cual tendría consecuencias negativas para todo el sistema.

Vale recordar que el Banco Basa pertenece al Grupo Cartes como así también Basa Capital, que opera en la Bolsa de Valores de Asunción.

En la sesión extraordinaria de ayer en Diputados, se volvió a recordar que tanto exautoridades del Central, Hacienda y de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), retrasaron reportes de operaciones financieras sospechosas relacionadas al grupo empresarial.

Desde el 2017 se presentaron al menos 8 reportes de operaciones sospechosas por parte de distintos bancos a la Seprelad y que posteriormente se derivaron al Ministerio Público. Más de 5 años después no se conocen mayores avances por parte de la Fiscalía.