César Barreto: reajuste salarial indexado a inflación es lo más razonable

El economista y exministro de Hacienda, César Barreto, brindó un análisis sobre el eventual reajuste del salario mínimo que se podría dar en los próximos días. En conversación con El Nacional, señaló que corresponde en una proporción igual a la inflación acumulada desde el último reajuste realizado en julio del año pasado, según lo previsto en el marco legal vigente.

“Me parece que es importante respetar las reglas vigentes que gobiernan el reajuste del salario mínimo. La revisión es anual en base a la inflación acumulada en los últimos 12 meses para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores que se encuentran en esta franja salarial”, expresó.

El experto en economía resaltó que este reajuste no llegaría a todos los trabajadores, citando así que incluso en la región existe mucha informalidad laboral, sin que nuestro país sea una excepción.

“Efectivamente, la informalidad laboral es muy alta en América Latina y en nuestro país excede alrededor de dos tercios de la fuerza laboral y se redujo muy poco a pesar del importante crecimiento económico que tuvimos en los últimos 20 años. Muy probablemente, sea el resultado de la elevada carga que representan por encima y aparte del salario mínimo, todas las regulaciones laborales y los costos de la seguridad social, en especial para las empresas pequeñas y medianas. Deberíamos analizar muy seriamente estas regulaciones y reducir sus costos para incrementar la formalización laboral en los próximos años”, explicó.

Alrededor de un tercio de los trabajadores asalariados perciben menos del salario mínimo. Es un gran desafío para la sociedad y la economía ir generando empleos de mejor calidad y que los trabajadores se capaciten y mejoren sus niveles de productividad. Esto no se resuelve con leyes ni decretos, sino con políticas diseñadas especialmente para capacitar y formar a los trabajadores”.

Acerca del debate que plantean los trabajadores sobre que necesitarían un mayor ingreso, señaló que “el debate es muy importante y debe ser continuo. El problema es que no es posible incrementar los ingresos por arte de magia. Factores muy estructurales como la formación, la capacitación, la experiencia, la responsabilidad, la proactividad, el tamaño de la empresa, etc., son los que determinan la productividad y la capacidad de generar ingresos por parte de cualquier trabajador. Las políticas públicas deben enfocarse en esos factores para afectar positivamente los salarios e ingresos de los trabajadores a través del tiempo. No hay milagro posible, lastimosamente”, precisó.

Al considerar que existen unas pérdidas en el poder adquisitivo ocasionadas por las variaciones en los precios de productos y servicios, el exministro de Hacienda señaló que lo más razonable sería reajustar el salario mínimo solo hasta la inflación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el último año, ni más ni menos. “La situación económica en general es muy recesiva este año. Las empresas en general y las pequeñas en particular están sufriendo reducciones en sus ventas e ingresos y tienen escaso margen para solventar un incremento del salario mínimo. Tenemos que tener presente también este aspecto. Por ello, lo más razonable sería reajustar el salario mínimo solo hasta la inflación del IPC acumulada en el último año, ni más ni menos. Los trabajadores lo consideran insuficiente, pero muchas empresas no podrán cumplir con ella y tal vez observemos como resultado un aumento de la informalidad laboral en los próximos meses”, explicó.

Más subas

A su criterio, con este aumento del salario mínimo, nuevamente podría darse una variación en los precios de la canasta básica y que esto impactaría en las empresas con incrementos en sus costos y que lo trasladarían a sus precios. “Efectivamente, incrementarán los costos de producción de todos los bienes y servicios. El mayor o menor traspaso en los precios de los bienes y servicios dependerá de los márgenes que tengan las empresas para absorberlo y de las condiciones de la demanda de sus productos en los distintos mercados”, sostuvo.

“Considerando la situación recesiva actual, los espacios para trasladar a precios a corto plazo son limitados, pero tal vez lo vayan haciendo en la medida en que la economía se vaya recuperando en los próximos meses en una proporción mayor. De cualquier manera, nosotros no vemos que se gatille una espiral salarios-precios porque el BCP está actuando cada vez con mayor fuerza para controlar la inflación y que vuelva a la meta del 4 % anual lo más rápidamente posible”, refirió.

Reajuste

Karina Gómez, directora del Trabajo y presidenta del Consejo Nacional de Salario Mínimo (Conasam), confirmó que este lunes 13 de junio se reunirá esta instancia para definir el ajuste del sueldo base, aunque adelantó que será en torno al 11 % al basarse en los datos de inflación del BCP. El mismo entraría a regir a partir del 1 de julio.

Por su parte, Ramón Ávalos, miembro del Consejo Nacional del Salario Mínimo (Conasam), dijo que el salario mínimo debería ser 3.000.000 de guaraníes como una base para intentar ajustarse a la realidad de los empleados.

El salario mínimo actual con la escalada de precios ya no alcanza. Foto: IP

El último aumento del sueldo mínimo entró en vigencia el 1 julio del año pasado, subió 4,4 % para situarse en G. 2.289.324 mensuales y el jornal diario en G. 88.051. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que hasta el año pasado, 299.379 trabajadores del sector privado perciben el sueldo mínimo, a esto se suman 17.554 empleados domésticos y 38.069 empleados públicos (en el sector público el reajuste se realiza en el presupuesto del siguiente ejercicio, que para este sería 2023).

En total, 355.002 trabajadores de los diferentes sectores mencionados perciben sueldo mínimo, lo que representa apenas el 10 % de la población ocupada, de acuerdo con los datos del último trimestre de 2021.