Los malabares diarios de la gente para sobrevivir a la suba de precios

Uno de los términos que más se ha escuchado en las últimas semanas de crisis es inflación, lo que provoca un desequilibrio entre la demanda y la producción, que implica un aumento del nivel de precios en los productos y servicios.

Es lo que ocurre con la incesante suba de los combustibles, que este año impacta fuertemente en el bolsillo de los trabajadores. Con los costos actuales, el gasto mensual también asciende a entre G. 400.000 y 600.000 en promedio.

La escalada del precio del combustible en nuestro país llevó a cientos de conductores de aplicaciones a tirar la toalla. Mientras que los que siguen al volante se ven obligados a ajustar sus rutinas para asegurar el dinero de cada mes.

Es el caso de Osmar Riveros, quien vive en San Lorenzo. Cuando empezó como conductor por aplicaciones en 2018, Riveros rodaba entre seis y ocho horas diarias para garantizar el sustento. Ahora, con el expresivo aumento en el precio de los combustibles, tiene que doblar la jornada para asegurar apenas una parte de la misma ganancia.

“Antes trabajaba de seis a ocho horas y ganaba entre 250.000 a 300.000 guaraníes incluso. Hoy si hago la misma cantidad de horas no llego a los 200.000 guaraníes”, sostuvo a El Nacional. “Hoy tenemos que trabajar más de 10 horas a 12 horas para conseguir eso que ganábamos en 6 horas, lo que para nada es recomendable. Además, tenemos que seleccionar los trayectos, porque muchas veces llevás a un lugar a alguien y el pago no es mucho, o sea, gastás más en combustible que lo que cobrás. En síntesis, el panorama no es alentador”, añadió Riveros.

Además, expresó que la clientela se redujo considerablemente debido a que la gente ahora prefiere “ahorrar” porque todo está por las nubes. “Bajo el uso del servicio, sin dudas, antes la gente lo utilizaba asiduamente, ahora lo piensa dos veces. Es así de simple. Prefiere caminar, usar bicicleta, el colectivo o lo que fuere”, precisó.

Riveros explicó que, en lo que antes era su rato libre, ahora lo aprovecha para vender minutas junto a su señora. “Algo tenemos que hacer para meter más ingreso a la casa o si no, no llegamos a fin de mes en absoluto”, precisó. “Yo creo que hoy en día todo está caro y simplemente nos queda sacrificarnos para sobrevivir”, expresó.

Osmar Riveros, en su faceta de conductor de Bolt y Uber.

Vehículo particular, colectivo y en bicicleta

El calvario se extiende para el ciudadano que diariamente depende del transporte público para su traslado. Las quejas por las largas esperas y la poca cantidad de colectivos persisten en las paradas de buses. “Es increíble cómo dicen que no hay reguladas. Es mentira eso. Los colectivos aparecen cuando quieren”, sostuvo a El Nacional Carlos Machuca, quien todos los días se desplaza desde Fernando de la Mora a Asunción para trabajar en un estudio jurídico. Y lo hace en colectivo.

Carlos tuvo que hacer malabares para llegar a su lugar de trabajo. Primeramente, se trasladaba en su vehículo particular, pero ante el incremento del combustible, tuvo que optar por viajar en micro. “No hay bolsillo que aguante. Gano un poco más del mínimo y si seguía yendo en mi vehículo no me sobraría casi nada a fin de mes”, expresó.

Es por eso que optó por viajar en colectivo, pero se topó con un servicio del transporte público “cada vez peor”, ya que a diario debe esperar durante varios minutos e inclusive horas en las paradas de buses. “Yo creo que tiene que ver con la suba del combustible y también porque hay una sobredemanda en el servicio. Escuché que debatieron sobre la implementación del horario escalonado, sería lo ideal porque viajar colgados en las estriberas es peligroso y solo aquí sucede eso”, comentó.

Carlos sostiene que viene padeciendo esta problemática desde casi un mes, por lo que nuevamente optó por una alternativa para poder llegar tranquilamente a su destino. “Puse en condiciones mi bicicleta y ahora me voy al trabajo pedaleando. Me ahorro pasaje, pero por sobre todo el nerviosismo de viajar colgado en los colectivos”, expresó.

“Me ahorro un poco más de 200.000 guaraníes en pasaje y a la vez hago ejercicio (risas)”, sostuvo.

Ir al trabajo en bicicleta se volvió una constante para muchos. (Gentileza)

“Comer un lomito con huevo ahora es un lujo”

La suba de precios, como efecto del aumento de los combustibles, golpeó la economía en diferentes sectores. Ahora también los negocios de comida rápida del país, como las lomiterías y hamburgueserías, así como de otros alimentos, se ven afectados. Por esta razón, muchos de los locales se vieron en la obligación de aumentar los precios de los lomitos, hamburguesas y panchos.

“La carne está cara, el huevo ni qué decir, de oro parece que es, entonces hay que incrementar únicamente los precios”, dijo doña Silvia Martínez, quien ofrece sus lomitos y hamburguesas en la zona de la autopista Aviadores del Chacco. “Comer un lomito con huevo ahora es un lujo, yo aumenté un 2 mil’i el precio de los lomitos y hamburguesas, o si no, no ya no voy a tener ganancia. Tratamos de luchar con esta situación con pequeñas subas”, expresó.

“El lomito estaba ofreciendo a 18.000 guaraníes, ahora lo hago a 20.000 guaraníes. Esta problemática nos tiene a todos preocupados. Imaginate. Yo vivo en Mariano Roque Alonso y de ahí vengo con mi vehículo hasta aquí, gasto combustible otra vez y su precio está por las nubes también”, añadió.

Por su parte, Guido Estigarribia, representante de Lomiteros y Afines, confirmó los reajustes en sus productos debido a la ola de aumentos de sus materias primas. “Logramos sostener los precios hasta donde se pudo, pero lastimosamente se tiene que dar ese mínimo incremento”, dijo.

“Tratamos de mantener los precios ni tan alto ni tan bajo para seguir ganando un poquitito, seguir teniendo un margen para pagar a nuestros empleados y mantenernos a nosotros mismos”, destacó.

Subirá la cerveza

Por otra parte, se viene otro reajuste de precio y es en algo que al paraguayo le gusta mucho: las cervezas. El presidente de la Asociación de Bodegas del Paraguay, Damián Fernández, comunicó que subirán en un 10 % los precios de todas las cervezas de producción nacional.

Por otro lado, algunos productos de la canasta básica familiar ya empiezan a escasear en el Mercado 4 a consecuencia de los cierres de ruta que impiden a los distribuidores llegar a destino. La situación genera preocupación, puesto que podría ir agravándose en los próximos días.

“No sabemos hasta cuándo va a ir esto”

Alberto Sborovsky, presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (CAPASU), alertó sobre el actual panorama de algunos productos de la canasta básica. Sobre el desabastecimiento de los huevos que atraviesa el país denunció como causa el contrabando que golpea a la industria.

“Estamos con problemas de desabastecimiento de huevos. No recuerdo haber visto una medida similar. No están trayendo los proveedores (a los supermercados)”, dijo.

Con respecto al desabastecimiento de huevos, señaló que algunos supermercados “están pidiendo que lleven uno por persona o por familia”, situación que calificó como “desagradable” y aclaró que “no saben hasta cuándo va a ir esto”. “Estamos sin respuestas. Hicimos un paro del sector productivo, industrial y nada. No hay absolutamente ninguna respuesta”, enfatizó Sborovsky.

Comentó que el consumo de huevos aumenta en la quincena de abril, en la víspera de la próxima Semana Santa, y que luego de eso la situación se “estaría normalizando”. “Esto es el efecto colateral del contrabando, mató las Mipymes”, sostuvo.