En tiempos de inflación, cocinar en casa ya no es tan buen negocio

Muchas familias de pocos integrantes están encontrando en la tradicional vianda una estrategia para hacer frente a la disparada de precios de alimentos. Es el caso de las hermanas Rosa y Teresa, cuyos núcleos familiares componen tres personas, respectivamente.

De un tiempo a esta parte, ambas optaron por  contratar el servicio de almuerzo y  coinciden en que resulta más económico, más en estos tiempos de inflación donde el precio de la carne vacuna sobrepasa los G. 40.000 el Kg en promedio. Aparte, según comentan  ahorran tiempo y  trabajo al no tener que estar frente a la cocina.

Con G. 30 mil al día, Teresa, su madre y su hijo hoy almuerzan e incluso a veces sobra para la cena. Además se ahorra con la compra del gas que hasta hace poco costaba G. 80.000 la garrafa de 10 Kg, y hoy se comercializa a no menos de G. 120.000.

Este reflejo de la economía familiar real fue confirmado por un reciente estudio del Banco Central del Paraguay (BCP) en el que se señala que comer fuera de casa puede resultar beneficioso para las familias de pocos integrantes.

“Observando las opciones que se ofrecen dentro de este servicio, es para todo tipo de elección la que encontramos hoy, por lo que es considerada una alternativa positiva y en algunos casos hasta es más ventajosa, porque cocinar en la casa para una o pocas personas muchas veces resulta hasta más costoso que comprar fuera”, precisó al respecto la economista Paola Giménez, especialista en finanzas personales de la banca matriz, en conversación con MarketData.

Instó a analizar detenidamente los elementos que nos dificultan solventar esta actividad alimenticia, ya que las condiciones laborales actuales -de retorno al trabajo presencial, principalmente- conllevan una exigencia particular para elaborar alimentos dentro del hogar. Considera entonces que se debe tener en cuenta el costo de oportunidad.