Pedro Juan y CDE también registran disparada de precios

Ciudades fronterizas con el Brasil como Pedro Juan Caballero, Ciudad del Este y Salto del Guairá tampoco escapan a los continuos reajustes de precios en productos y servicios de la canasta básica; algunos productos incluso están más caros que en Gran Asunción debido a la transmisión de la alta inflación del otro lado de la frontera (4 puntos porcentuales superior a la inflación interanual paraguaya para el cierre de setiembre).

Vale recordar que la canasta de los fronterizos tiene un alto componente de productos de origen brasileño. Uno de los productos que más se encareció es el pan; puntualmente el denominado pan  francés que sería el equivalente al pan Felipe, que es comercializado por encima de G. 8.000 el Kg, incluso en algunos puntos de venta.

El precio de los cortes cárnicos de primera también preocupa la población, pues se negocian a no menos de G. 45.000 el Kg.  En cuanto a proteínas sustitutas, el muslo de pollo de marcas nacionales se venden entre G. 17.000 y G. 19.000; mientras que el de origen brasileño se puede conseguir desde G. 14.000 el Kg en comercios de Pedro Juan.

Lo que más está pesando en la economía familiar de la frontera, así como en el resto del país, sin dudas son los precios de alimentos, que registran alzas en promedio de 25% en esta zona del país.

Una tendencia que se observa en el día a día de la población es que ante el encarecimiento, las familias con pocos integrantes optan por la tradicional vianda, que según las amas de casa y un estudio del propio Banco Central, resulta hasta más económico.

Dependiendo de las marcas, existen productos brasileños más baratos y más caros en relación a la industria nacional, aunque la diferencia es mínima en cuestión de precios; una coyuntura muy diferente hasta la de un año atrás cuando los productos del vecino país costaban en promedio 20% menos y lo cual compensaba cruzar la frontera para realizar las compras del hogar.

Ni siquiera la devaluación del real, la moneda brasileña, hoy compensa ir hasta los puntos de venta del vecino país para abastecerse.

En Brasil es peor

La inflación de Brasil alcanzó un 1,16 % en septiembre -el mayor nivel para el mes desde 1994- y acumuló un 10,25 % en los últimos 12 meses, impulsada por los costos de la energía eléctrica y de los combustibles.

Entre enero y septiembre, el gigante suramericano tuvo una inflación de 6,9 %, muy por encima del 1,34 % acumulado en el mismo período del año pasado, según el informe divulgado por Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).

El índice de septiembre fue el mayor registrado para el mes en 27 años -cuando el costo de los bienes y servicios en Brasil la elevó hasta un 1,53 % en 1994- y llevó el acumulado interanual a los dos dígitos, casi el doble de la máxima meta esperada por el emisor.

El Banco Central de la potencia suramericana se impuso para este año una meta de inflación de 3,75 %, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales, muy por debajo de lo que hoy se registra.

Por sectores, ocho de los nueve grupos registraron alzas en septiembre. El mayor impacto en la subida de los precios se sintió en la vivienda, que alcanzó el 2,56 % pujado por el aumento del 6,47 % en la energía eléctrica.

Los elevados costos de la luz en la potencia suramericana se deben a la crisis hídrica que vive el país, la peor desde 1991. La falta de lluvias obligó a prender las termoeléctricas y llevó al Gobierno a subir las tarifas del servicio.

El segundo sector más impactado fue el transporte (1,82 %) que aceleró frente a agosto (1,46 %), pujado por el alza de los combustibles que subieron 2,43 % en el mes, por los altos costos de la gasolina.

En septiembre, el precio de la gasolina se elevó un 2,32 % y en los últimos 12 meses ya acumuló una subida de 39,6 %.

Alimentos y bebidas fue el otro sector con mayores alzas en el mes (1,02 %), aunque los precios desaceleraron frente a agosto (1,39 %) con la caída de un 0,21 % en costo de las carnes, tras siete meses en alza permanente.

Con datos de EFE