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Economía

MK: 5 tendencias que pegan como chicle

Ilustración. Culturizando.com

Ilustración. Culturizando.com

Puede que la crisis emanada del coronavirus no lo cambiara exactamente todo, pero sí aceleró un buen puñado tendencias (también en el universo del marketing). El comportamiento y las necesidades del consumidor han protagonizado múltiples piruetas en forma de cambios, unos cambios a los que marcas no pueden permitirse el lujo de ser inmunes.

La transformación digital puesta en primerísimo plano por la pandemia implica hacer trizas décadas y décadas de (apolilladas) tradiciones, dar una vuelta de tuerca a los estamentos directivos de las empresas y retar a la cultura corporativa.

Para zambullirse en el nuevo marketing sin ahogarse en su procelosas aguas las marcas deberían fijar la mirada en las tendencias que disecciona a continuación Nicolas Wandschneider en un artículo para W&V:

1. El contenido es y sigue siendo el rey

Para conectar con el cliente en un mercado altamente competitivo las marcas necesitan revestirse de relevancia y agasajar a su público objetivo con contenido valioso y consistente.

Aunque la atención del consumidor es cada vez más escurridiza, los canales digitales donde se mueve como pez en el agua ese consumidor brindan a las marcas tecnologías a la última para dirigirse de manera mucho más precisa a su target.

El contenido que llega a ojos del consumidor (de la manera más certera posible) debe informar y entretener a la audiencia, estar revestido de emoción y lograr que la marca que lo produce esté claramente diferenciada de la competencia.

Cada una de las historias que se abren paso en el contenido debe ser la amalgama perfecta de canal y formato. Y en la producción del contenido debe estar involucrada toda la organización en su conjunto.

Las empresas que se tiran a la piscina del content marketing deben ser, eso sí, conscientes de que esta fórmula marketera no es apta para impacientes. El marketing de contenidos no es, al fin y al cabo, un sprint sino un maratón.

2. Marketing y ventas deben estar entrelazados

El marketing en su vertiente más moderna debe estrechar lazos con la toda la organización, en particular con el departamento de ventas.

Pese a la importancia de establecer puntos de contacto entre marketing y ventas, lo cierto es que la cooperación entre uno y otro departamento es deficitaria en buena parte de las empresas.

Pero marketing y ventas deben esforzarse en caminar juntos de la mano y poner en común objetivos y desafíos. Se trata de que ambas disciplinas se complementen y trabajen en armonía (en la generación de «leads» y en las posteriores conversiones, por ejemplo).

3. La automatización es la media naranja

En la nueva era de la transformación digital los procesos internos llevados a cabo por el departamento de marketing deben ser automatizados en la medida de lo posible.

Cada vez más marketeros están afanados en procesos de automatización, cuya importancia dará un importantísimo brinco en los meses venideros debido a la rauda transición hacia los ubicuos canales digitales.

La automatización es vital, entre otras cosas, para dar brillo y esplendor a la generación de «leads» y mejorar su calidad.

4. Es necesario preparar a los empleados para nuevos desafíos

Si muchas empresas andan aún rezagadas en el ámbito de la automatización, es en buena medida por la ausencia de empleados suficientemente familiarizados con esta tecnología. Se trata de un importante rémora (que debe ser urgentemente subsanada) si tenemos en cuenta que las decisiones en el marketing echan raíces cada vez más en los datos.

Es preciso, por lo tanto, que las empresas preparen adecuadamente a su empleados para los desafíos marketeros que se ciernen en el horizonte a medio plazo.

Los silos entre departamentos deben ser echados abajo para crear una cadena de datos fluida y sin fricciones que ponga a disposición del marketing toda la información necesaria para usar de la manera más óptima todos los canales.

Las empresas deben, por otra parte, proporcionar formación a sus empleados en el ámbito del performance marketing, las analíticas o el marketing holístico.

5. Del marketing offline al marketing online

El coronavirus ha inaugurado una auténtica revolución en el marketing, que ha pasado de rendir pleitesía al marketing offline a jugárselo prácticamente todo a la carta del marketing. Buena prueba de ello son, por ejemplo, los eventos presenciales, que han desaparecido en los últimos meses a favor de los omnipresente eventos virtuales.

Puede que el COVID-19 no haya «matado» definitivamente el marketing offline ha dado un protagonismo inusitado al marketing online, un protagonismo del que esta disciplina no se sacudirá ni mucho menos una vez iniciada la era poscovid.

Fuente: MarketingDirecto

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